Ir al contenido principal

1961 CALENDARIO NACIONAL Japonés

El antiguo Parque Japonés

El 11 de julio de 1961 se demuele el Parque Japonés de Buenos Aires, en el predio donde hoy se erige el Sheraton

El 11 de julio de 1961 comenzó a demolerse el Parque Japonés en Buenos Aires. Quedaba en el barrio de Retiro, en el predio donde hoy se erige el Sheraton Buenos Aires Hotel & Convention Center.
Fue el fin de una era en Buenos Aires. Este parque, conocido también como Parque Retiro desde 1945, ocupaba un terreno que se extendía desde la calle San Martín, frente a la Torre Monumental, hasta Marcelo T. de Alvear. Inaugurado en 1939 por los empresarios Gustavo Meyers y Gaspar Zaragüeta, el lugar se convirtió en un punto de encuentro para familias y visitantes en busca de entretenimiento.
El Parque Japonés de 1939 no debe confundirse con el original, que funcionó entre 1911 y 1930 en la avenida Del Libertador y Callao, destruido por un incendio. El nuevo parque, aunque menos temático, ofrecía atracciones como autos chocadores, el Tren Fantasma, la Montaña Rusa, el Gusano Loco y el Palacio de la Risa con espejos deformantes. También albergaba un circo, locales de baile y espectáculos que atraían a figuras como Miguel de Molina.
Durante el día, el parque era un espacio familiar lleno de risas y adrenalina. Por las noches, adquiría un carácter más misterioso, frecuentado por un público diverso en una zona de Retiro conocida por su ambiente oscuro y enigmático. La Torre de los Ingleses, hoy Torre Monumental, iluminada cerca del parque, era un referente visual para los visitantes.
En 1945, el nombre cambió a Parque Retiro debido a la ruptura de relaciones entre Argentina y Japón durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar del cambio, el parque mantuvo su popularidad hasta finales de los años 50, cuando comenzó a decaer. La crisis económica y el desgaste de las instalaciones llevaron a su clausura en 1961.
La demolición, iniciada el 11 de julio de 1961 y concluida en 1962, dio paso a un ambicioso proyecto urbanístico. En 1968, la Municipalidad de Buenos Aires vendió el terreno a la sociedad anónima Hoteles Sheraton de Argentina para construir el primer hotel de una cadena internacional en el país. Las obras comenzaron en 1969, bajo el diseño del estudio SEPRA, y el Sheraton Buenos Aires Hotel abrió sus puertas el 24 de agosto de 1972.
El nuevo edificio, de estilo racionalista, se convirtió en el primer rascacielos del complejo Catalinas Norte. Con 26.688 metros cuadrados, el hotel fue un hito en la modernización de Retiro, un área que había pasado de ser un depósito ferroviario a un centro de atracciones y, finalmente, a un polo de negocios y hotelería.
El Parque Japonés dejó una huella imborrable en la memoria porteña. Aunque no hubo tragedias humanas asociadas a su cierre, su desaparición simbolizó el fin de una etapa de entretenimiento popular. Los porteños recordaban con nostalgia las noches de verano y las risas en sus juegos mecánicos.
El parque perdura en referencias culturales y en la confusión que aún genera con el Jardín Japonés de Palermo, inaugurado en 1967. El nombre “Parque Japonés” evoca un tiempo de diversión sencilla y colectiva en una Buenos Aires que se transformaba rápidamente.
Hoy, el Sheraton se alza donde alguna vez estuvieron los autos chocadores y el Tren Fantasma, pero el recuerdo del Parque Japonés sigue vivo en los relatos de quienes lo visitaron y en los registros históricos de la ciudad.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®

Comentarios

Entradas populares (últimos siete días)

EFEMÉRIDES SANTIAGUEÑAS Del 8 de julio

¿Mengele o Ascher? En 1985, el juez del crimen de La Banda empieza un expediente para dilucidar si un criminal nazi había vivido en esa ciudad El 8 de julio de 1985, el juez del crimen de La Banda Andrés Francisco Miotti inicia una investigación para saber si Gualterio o Walter Ascher era el criminal de guerra nazi José Mengele. Unos días antes, el diario El Liberal había publicado una sensacional historia, casi una confirmación de la leyenda urbana que sostenía que un criminal de guerra nazi, había vivido en La Banda con un nombre supuesto. Walter o Gualterio Ascher había vivido en La Banda entre fines de la década del 40 y principios del 50 y se sospechaba que podría haber sido un nazi prófugo de los tribunales de Núremberg. Para iniciar su investigación, el fotoperiodista Jesús del Carmen Martínez, conocido como “Chito”, amplió una fotografía de Mengele, tomada de un libro sobre la II Guerra Mundial y la mostró a quienes decían haber conocido a Ascher. Les preguntaba si sabían ...

TRENES Voces de madrugada

Johny Barrionuevo canta en el Urquiza Un cantor santiagueño recorre el Roca llevando canciones del alma, recuerdos del pago y la memoria de los amigos que quedaron atrás Todos los días salgo de mi casa, Pellegrini 1458, Burzaco, bien de madrugada. Trabajo en el tren Roca, pero no soy ferroviario. Soy el que ameniza el viaje de los pasajeros, cantando canciones que quizás les quedaron prendidas en el alma como abrojo en la tira de las zapatillas, y les recuerdo su infancia, su juventud, allá lejos, algún bosque norteño, con los parientes que se quedaron para siempre jóvenes en sus pensamientos. También voy a fiestas; me llaman para amenizar asados, celebraciones, esas cosas. Fue mucho mi penar andando lejos del pago Tanto correr pa' llegar a ningún lado Y estaba donde nací lo que buscaba por ahí. Me despierto a las cinco de la mañana y a las seis y media ya estoy en el tren, siempre cantando lo mismo. "La del Puente Carretero" y "Añoranzas" no pueden faltar; cuan...

1927 ALMANAQUE MUNDIAL Bernardini

Micheline Bernardini El 1 de diciembre de 1927 nace Micheline Bernardini, estríper, desnudista, primera mujer que se anima a lucir una bikini en público El 1 de diciembre de 1927 nació Micheline Bernardini en Colmar, departamento de Haut-Rhin, Francia. Fue una estriper, desnudista, de origen italiano, famosa por haber sido la primera mujer que se animó a lucir una bikini en público. Su familia emigró de Italia a Francia en una época en la que los movimientos migratorios entre ambos países eran comunes, especialmente en regiones fronterizas como Alsacia. Desde joven, mostró un carácter audaz y poco convencional, lo que la llevó a trabajar como bailarina exótica en el célebre Casino de París, prestigioso cabaret del número 16 de la Rue de Clichy, en París. Este lugar, fundado en 1890, era conocido por sus espectáculos de variedades y su ambiente atrevido, en el que actuaban artistas que desafiaban las normas sociales de la época con sus actuaciones cargadas de sensualidad y glamour. En 1...

IDIOMA ¿Latino?, ¡las pelotas!

América al sur del río Bravo No es válida la generalización norteamericana que ve a todos los que no son rubios y blancos en una categoría que no corresponde Acaban de entregarse los premios “Grammy Latinos”, que refleja de manera cabal, cómo conoce el mundo a quienes nacen desde el Río Bravo hasta la Tierra del Fuego, como si todos los nacidos y criados ahí fueran iguales, como si el nombre fuera correcto. Y no, amigo. En algunos casos los pueblos no son ni parecidos y el nombre, obviamente, está mal puesto. Para empezar porque es un tratamiento ofensivo, era la manera en que los norteamericanos trataban a los mexicanos, a los puertorriqueños, a los que no eran como ellos, blancos, rubios, lindos. Es tan ofensivo decirle latino a un argentino, a un brasileño, a un boliviano, como llamar “nigger” a un descendiente de esclavos africanos en Estados Unidos. Para empezar el término tal como se lo usa actualmente no nació en América, sino en el siglo XIX en Francia, durante el Segundo Imper...

BICHOS Me presento, soy la juanita

Hedionda juanita Breve historia de un molesto bicho que todos los veranos vuelve a los pueblos con su historia a cuestas Yo soy la juanita, así nomás, con minúsculas, porque soy nombre genérico, como león, torcaza, omeprazol. Nada de delicadezas ortográficas para mí. Las únicas que llevan mayúscula son Juanita Simón, Juanita Viale, Juanita Tinelli, Juanita Repetto, sor Juana Inés de la Cruz. A nosotras nadie nos invita a una foto ni a una alfombra roja; con suerte ligamos un chancletazo bien aplicado. En las tradiciones argentinas, al menos, no figuramos como protagonistas de ninguna leyenda, cuento, mito, fábula, novela o quimera. Ni siquiera se dignaron a inventarnos una superstición digna, de esas que asustan changuitos. Y eso que nuestra pestilente presencia, si algo tiene, es potencial narrativo. Sin embargo, apenas ocupamos un rincón mínimo del acervo pop-folklórico del país. En la Sociedad Argentina de Autores y Compositores hay contadas canciones que llevan mi nombre —con o sin...