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Huertas familiares |
El 18 de julio de 1985 comienza la promoción de huertas familiares impulsada por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y la comuna bandeña
El 18 de julio de 1985 comenzó en La Banda, un plan de promoción de huertas familiares impulsado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y la Municipalidad local. La iniciativa apuntaba a fomentar la producción de alimentos frescos, en partes urbanas y suburbanas, para mejorar la alimentación de las familias de bajos recursos.El proyecto fue presentado oficialmente por la Municipalidad de La Banda, en un acto con la presencia de técnicos del Instituto, funcionarios municipales y vecinos. Se distribuyeron semillas, herramientas básicas y manuales de cultivo, y se ofrecieron talleres de capacitación gratuitos sobre técnicas de horticultura adaptadas al clima y suelo de la región.El programa fue una de las primeras experiencias del tipo en la provincia y formó parte del Plan Nacional de Autosuficiencia Alimentaria, que comenzaba a desarrollarse en las provincias, por un contexto de crisis económica, inflación creciente y escasez de productos frescos en los sectores más vulnerables.
En La Banda se seleccionaron inicialmente cinco barrios: Villa Griselda, San Fernando, Central Argentino, Paraíso y Sarmiento. En cada uno se estableció un promotor barrial, capacitado previamente por técnicos del Instituto, encargado de asesorar a las familias en la puesta en marcha de sus huertas domiciliarias.
El modelo era de parcelas de entre 15 y 30 metros cuadrados en patios traseros, baldíos o terrenos fiscales en desuso. Se fomentaba el uso de semillas de estación, fertilizantes naturales como compost y abonos orgánicos, y sistemas de riego por goteo o acequias improvisadas con botellas plásticas.
Durante las primeras semanas se instalaron más de 120 huertas en distintas casas. Se cultivaron especies como acelga, tomate, lechuga, zanahoria, zapallo, perejil y cebolla de verdeo. Muchas de las huertas fueron también diseñadas como espacios de enseñanza para niños, integrándose a actividades escolares.
En el programa hubo charlas abiertas en escuelas, centros vecinales y clubes deportivos. Se promovieron prácticas de reciclado y compostaje, y se entregaron materiales didácticos ilustrados, adaptados a la población local. Además, se realizaron recorridas periódicas para monitorear el estado de las huertas y brindar asistencia técnica.
La respuesta inicial de los vecinos fue positiva. Muchos participaron con entusiasmo, compartieron sus experiencias en reuniones comunitarias e incluso intercambiaron semillas y productos entre familias. La producción fue suficiente para el consumo doméstico y, en algunos casos, permitió la venta de excedentes en ferias vecinales.
El proyecto fue coordinado por el equipo técnico del Instituto de Santiago del Estero, en articulación con la Dirección de Acción Social de la Municipalidad de La Banda. A fines de 1985, el programa ya había alcanzado a más de 400 familias y fue extendido a pueblos vecinos como Clodomira y Fernández.
La experiencia en La Banda se convirtió en un antecedente importante para futuras iniciativas de agricultura urbana en el norte. El enfoque integral de capacitación, producción y organización barrial sentó las bases de nuevas estrategias de seguridad alimentaria en la región.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
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