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| El irresoluto y afrancesado Fernando VII |
El 24 de octubre de 1820, Fernando VII ratifica el Tratado de Adams-Onís, cediendo la Florida a Estados Unidos
El 24 de octubre de 1820, Fernando VII ratificó el Tratado de Adams-Onís, cediendo la Florida a Estados Unidos, acto que reflejó su incapacidad para mantener el imperio español. Firmado el 22 de febrero de 1819 por Luis de Onís y John Quincy Adams, el tratado no fue ratificado hasta 1821 debido a las vacilaciones de Fernando VII. España, debilitada por la Guerra de Independencia y las revueltas americanas, recibió cinco millones de dólares que nunca cobró. Se entregaron San Agustín y Pensacola en julio de 1821. El tratado fijó límites entre Nueva España y Estados Unidos. Fernando VII, restaurado tras Napoleón, priorizó su absolutismo sobre la defensa colonial. La cesión marcó la pérdida de un territorio reclamado por Ponce de León en 1513. La Florida había sido española por tres siglos. La ratificación ocurrió bajo presión de un gobierno liberal.El tratado se negoció en Washington. Luis de Onís, representante de Fernando VII, enfrentó a John Quincy Adams, secretario de Estado norteamericano. La economía española, devastada tras la guerra contra Napoleón, no podía mantener Florida. Fernando VII, obsesionado con restaurar el absolutismo, descuidó las colonias. El tratado, de 16 artículos, estableció la frontera en el río Sabine. España cedió Florida Oriental y Occidental. Se acordó una compensación de cinco millones de dólares, pero Estados Unidos asumió reclamaciones de sus ciudadanos contra España.La ratificación se retrasó dos años. Fernando VII, reacio a ceder territorio, demoró la aprobación. En 1820, un gobierno liberal forzó su decisión. Las Cortes españolas aprobaron el tratado el 24 de octubre. La entrega formal ocurrió en 1821. José Coppinger, último gobernador español, cedió San Agustín el 10 de julio. José María Callava entregó Pensacola el 17 de julio. Fernando VII, débil y errático, no aseguró el pago prometido. Los cinco millones se destinaron a deudas norteamericanas.
Florida, reclamada en 1513 por Ponce de León, era una carga para España. Sin recursos para colonos o guarniciones, Fernando VII no podía defenderla. Los norteamericanos ya ocupaban algunas áreas como Mobile desde 1813. Las incursiones contra los seminolas, protegidos por España, presionaron la cesión. El tratado reconoció el dominio norteamericano sobre Florida. España retuvo Texas, pero perdió Oregón y la navegación del Misisipi. Fernando VII, incapaz de negociar, cedió ante la presión.
El tratado se firmó en 1819. Tenía siete páginas, conservadas en la Biblioteca Nacional de España. Onís escribió una memoria de 152 páginas en 1820. Describió las negociaciones y los territorios. Fernando VII, restaurado en 1814 tras su cautiverio, ignoró las guerras independentistas americanas. Su reinado, marcado por la represión, debilitó el control colonial. La Florida, con ciudades como San Agustín, fue española desde 1565.
La cesión tuvo consecuencias inmediatas. Los seminolas, antes súbditos españoles, enfrentaron persecución norteamericana. La población española emigró a Cuba. Fernando VII, más preocupado por su trono que por el imperio, no protegió a los indígenas. La Primera Guerra Seminola, liderada por Andrew Jackson, precipitó las negociaciones. España perdió Mobile en 1813. La anexión se completó en 1821.
El tratado fijó límites claros. El río Sabine separó Texas de Luisiana. España renunció a territorios al este del Misisipi. Fernando VII, incapaz de financiar defensas, aceptó la venta. Estados Unidos expandió su costa atlántica. La ratificación en 1821 coincidió con la independencia de México. El tratado duró 183 días, hasta el Tratado de Córdoba.
Onís, ministro en Washington, detalló los mapas en su memoria. Fernando VII, indiferente a las colonias, no revisó los términos. La Florida abarcaba un área mayor al estado actual. Incluía partes de Georgia y Alabama. España la controló desde el siglo XVI. La cesión debilitó aún más el imperio.
La entrega se formalizó en 1821. San Agustín, fundada en 1565, dejó de ser española. Pensacola, otro bastión, siguió el mismo destino. Fernando VII, centrado en su absolutismo, no opuso resistencia. Los norteamericanos celebraron la anexión, pero España no recibió el pago acordado.
El 24 de octubre de 1820, Fernando VII selló la pérdida de Florida. Su reinado, marcado por decisiones erráticas, facilitó la cesión. El tratado, firmado dos años antes, reflejó la debilidad española. La Florida, parte del imperio por siglos, pasó a Estados Unidos.
Ramírez de Velasco®



Muy diplomática y políticamente correcta la calificación de "afrancesado" a Fernando VII.
ResponderEliminarEspaña ya había perdido Florida con Inglaterra a mediados de 1700, luego de gastarse todo el oro y plata sacado de América tratando de dominar a los ingleses. Y la recuperó 20 años después cuando también Inglaterra estaba debilitada en el manejo de sus colonias en USA.
Con Florida paso al final algo parecido a lo de nuestras provincias unidas luego del 22 de Mayo de 1810, aprovechando el debilitamiento de Fernando VII. Luego de ello nosotros hicimos lo mismo con los indios de la patagonia en lo que se llamó la Campaña del Desierto del Gral. Roca.
A los seminolas les fue mejor que a los ranqueles, porque todavía existen.