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ETIMOLOGÍA Por qué la zona casi siempre está al pedo

El Ecuador marcado

Hay palabras que se usan de comodín, sin saber qué significan: es preferible callarlas


¿Cuánto mide una zona?, ¿es más larga que ancha, más ancha que larga, redonda o  cuadrada?, ¿hay alguna ley que determine dónde termina una y empieza la siguiente? La verdad es que la palabra “zona”, es aire en el aire de las conversaciones, una palabra totalmente al pedo, vea.
Usted dirá que existe, que está en el diccionario y por lo tanto si alguien la usa no rompe ninguna regla del idioma. Le responderé que todo depende. Porque la mayoría de las veces es posible obviarla y todos seguirán entendiendo qué está diciendo. Repito, casi siempre pronunciar “zona” es llenar el tiempo con un ruido.
Veamos por qué.
“Zona” viene del griego “zoin”, que es faja, lista, vincha. Cuando pasa al latín, la palabra designa una franja de espacio del Cielo o de la Tierra, pero a la manera de un cinturón. Por eso se llama “zona ecuatorial” y por extensión, los trabajadores ferroviarios llaman “zona de vía”, al espacio que queda entre los rieles y el alambrado, digamos, pues se trata de una faja, una lista, una cinta. Pero, como decía, algunos creen, al parecer, que es una palabra para usar de comodín.
¿Cuánto mide una zona?, un tipo de tierra adentro dice “allá en mi zona” y cualquiera creerá que podría ser de su casa unos 20 kilómetros a la redonda. Un espacio de tierra más o menos grande, ¿no? Pero quizás el mismo tipo le cuenta que fue al médico por que le dolía la cabeza, “más arriba de la zona de la nuca”, avisa. ¡Epa!, amigo, ¿entonces la zona no tiene 20 kilómetros a la redonda sino solamente 10 centímetros?
Otro caso. Alguien cuenta que en la zona de su barrio las chicas son muy lindas. Oiga, ¿qué viene a ser “la zona de un barrio”?, ¿abarca un barrio y los que lo rodean?, ¿entonces por qué no dice ”en los barrios del sur de la ciudad todas las chicas son lindas”?, ¿y si es solamente su barrio, por qué no dice, simplemente “en mi barrio”?, ¿qué agrega con la palabra “zona”, qué precisión entrega a su oyente?
En casa me enseñaron que, si me invitan a cenar y hay tantos cubiertos que no sé por cuál empezar, no imite a otro comensal, porque capaz que sabe menos que yo. Mi mamá me decía: “Agarrá el tenedor y el cuchillo que te parezcan y comé como si estuvieras en casa”. Agregaba: ”Es preferible pasar por alguien con poco roce social, antes de que te tengan por estúpido”.
Lo mismo con las palabras, amigo, no las use si no sabe qué quieren decir. Y con los libros, no se olviden de que tuvimos un Presidente de la Nación que aseguró haber leído a Sócrates, que viene a ser lo mismo que imitar al comensal de al lado.
Son más las palabras cuyo significado ignoro que aquellas sobre las que podría ensayar una definición, muchas más, por supuesto. Por esa razón, en mi habla de todos los días, empleo las 500 que también usan mis vecinos, para qué ponerme floripóndico o pipirifláutico, ¿de qué me voy a tirar?, ¿de laureado poeta?, ¿de ensayista profundo?, ¿de entretenido novelista? Pero, ¡haga el favor!
©Juan Manuel Aragón

 

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