Ir al contenido principal

VERÍDICO Un trámite con tres Presidentes

Musimundo

Un celular descompuesto nos llevó a que comenzáramos, en el 2019, los trámites para que los vendedores nos devuelvan la plata: todo sigue en veremos


A fines del 2018 mi mujer compró un teléfono celular en Musimundo. Unos meses después se descompuso y no anduvo más. No lo había golpeado, no lo había tirado al agua, no se le había caído, simplemente no anduvo más. Lo llevamos al comercio, pues todavía regía la garantía de buen funcionamiento y al cabo de un tiempo nos dijeron que el técnico les había indicado que estaba rota —o descompuesta o averiada —una parte de adentro del aparato. Lo podían arreglar, sí, pero nos cobraban el equivalente al 70 por ciento de un teléfono nuevo. Como nos pareció un abuso, acudimos a Defensa del Consumidor, llenamos unas planillas, esquivamos algunas trampas que pone la ley a quienes la invocan y esperamos que nos llamaran.
No tengo los papeles en la mano para recordar las fechas exactas, pero nos citaron un tiempo después para una audiencia de conciliación. Tomamos la precaución de llevar un abogado amigo, que gentilmente nos acompañó y fue una suerte, porque los de la casa de comercio también llevaron el suyo. Ambos dijeron lo que debían decir, pero el de ellos se comprometió a llevar no sé qué papeles en tal plazo.
Como nunca los llevó, consideramos que los de Defensa del Consumidor debían fallar a favor nuestro y así lo hicieron. Condenaron a la empresa a pagar una multa y nos habilitó, recién entonces, la posibilidad de iniciar un juicio. Habíamos comprado el teléfono cuando en la Argentina gobernaba Mauricio Macri y estábamos a fines del 2021 y ya el sillón de Rivadavia era ocupado por Alberto Fernández.
A principios del 2022 comenzamos un juicio sumarísimo en los tribunales de Santiago. Digamos, el celular es una chuchería si se tiene en cuenta que ahí se llevan adelante debates judiciales millonarios. Hace unos meses, este año, el juzgado llamó a una audiencia “a las partes”, según dijeron. Estuvimos ahí con nuestro abogado, firmes como estatua de granadero. Los de la empresa no aparecieron. Entonces le expliqué amablemente a la jueza que, si fallaba en contra se daría la incongruencia de que no iba a tener un teléfono nuevo y tampoco el viejo, porque los de Musimundo nunca se dignaron a decirme: “Pase a buscarlo”, aunque sea. Mi abogado dijo que no agregaría nada, que estaba todo dicho en el expediente. Y quedó el juicio a punto caramelo para terminarse. El problema es que ya estamos en el 2023, pasó el gobierno de Fernández y la jueza sigue sin avisarnos si tenemos razón o no.
Debería ser más expedito el asunto. Si es por los montos y para guardar las proporciones, es de imaginar que un juicio en que se dispute la propiedad de un campo de 2.000 hectáreas de superficie en Quimilí, con 1.000 cabezas de ganado, sembrado con sorgo forrajero, maíz y alfalfa, con casa principal y del cuidador, corrales, galpones, maquinarias, molino de viento y energía solar, debería durar al menos 50 años. Y es un celular, amigos. ¿Tanto pueden tardar en darnos la razón o negárnosla?
La buena noticia, según el abogado es que, si mañana mismo la jueza firmara su resolución dándonos la razón, con suerte a mediados del año que viene se podría hacer efectiva la sentencia, es decir, recién entonces tendríamos la plata como para comprarnos otro aparato. La mala es que, si quiere, Musimundo todavía puede apelar —sí, sí, doña —por un celular. En cuyo caso cabrían dos posibilidades, que les nieguen la apelación, en un trámite que podría durar dos años más o que se la acepten y debamos seguir presentando papeles en Tribunales.
A esa altura del partido la Argentina debería estar gobernada por los sucesores de los sucesores de Javier Milei y quizás mis herederos se presenten a cobrar el juicio que comenzó su padre en vida. Si conservaran este escrito les aconsejaría que vayan de traje, la sentencia debería ser entregada por el presidente de la Suprema Corte de Justicia en persona.
Pensándolo bien, quizás para ese entonces los de Musimundo hayan ido al Tribunal Internacional de la Haya y se deba esperar tres vidas más.
Por un simple y choto celular, amigos.
Suerte con el campo en Quimilí.
©Juan Manuel Aragón
A 13 de diciembre del 2023, en la Alvear e Yrigoyen. Teniendo la vela


Comentarios

  1. Esos de Musimundo son una mierda... Y pagan sueldos de hambre

    ResponderEliminar
  2. Así funcionan los tribunales.
    Una lágrima.

    ResponderEliminar
  3. Tal cual! Pagué de contado un extractor de cocina, antes de la pandemia. Me cansé de reclamos, y abandoné. Quizás alguien de la empresa haya recibido el extractor o nunca sabré qué pasó. Me dijeron que el modelo que yo había elegido no funcionaba, que espere unos días. ( Volví boleta en mano unas 20 veces) y todos los días había una excusa diferente. Creo que ya pasaron 5 años. Y decidí no reclamar más.

    ResponderEliminar
  4. Confío plenamente en Defensa al consumidor.
    No abandones ,suerte.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

CRUCERO Grecia, entre fobias y silencios

El autor de la nota durante el crucero Un santiagueño, actualmente viviendo en Israel, cuenta lo que le sucedió en un crucero que hace con su familia en las islas griegas Por Matías Mondschein No hay nada nuevo bajo el sol, decía el rey Shlomo Z"L, pero al verlo en vivo y directo me llamó la atención y nos puso en alerta. Nuestras vacaciones se fueron tornando en algo "que sabíamos" que podría pasar, porque se vienen escuchando y viendo noticias desde Grecia, con antisemitismo y diferentes marchas propalestinas. Dormir siesta, salva vidas El jueves 28 de agosto en lugar de Mikonos, el crucero se dirigió a Heraklion. Se anunció que se podría bajar a las 2 de la tarde, como tenía "cansancio" decidí hacer un "siesta reparadora": que me salvó la vida. Así es, la siesta salvpi nuestra vida, como santiagueño, intento seguir la "tradición". Así que tuve unos 30 a 40 minutos de descanso, luego de las 14.15 horas empezamos a bajar para intentar ir a ...

1915 AGENDA PROVINCIAL Bianchi

Las abejas y la miel, preocupación de Bianchi El 4 de septiembre de 1915 nace Eduardo Mario Bianchi, farmacéutico, bioquímico, docente y escritor El 4 de septiembre de 1915 nació Eduardo Mario Bianchi en Santiago del Estero. Fue farmacéutico, bioquímico, docente y escritor. Creció en una familia de clase media y mostró interés temprano por las ciencias. Estudió Farmacia y Bioquímica, forjando una carrera que combinó investigación, docencia y escritura. Trabajó en la Universidad Nacional de Santiago del Estero, especializándose en plantas medicinales y apicultura. Publicó trabajos sobre fitoterapia y participó en conferencias internacionales. Fue un conferencista reconocido y colaboró en el desarrollo del Centro de Investigaciones Apícolas. Su labor incluyó cursos de posgrado y charlas en el Colegio Farmacéutico local. Cuando murió, un laboratorio llevaba su nombre. Recibió una educación que fomentó su curiosidad científica. Desde joven mostró inclinación por la química y la biología, l...

RELATO El canto perdido de la jefa de las ranas

Ilustración nomás A veces se cruzan historias de gallos rengos, mulas sanmartinianas y una filosofía de entrecasa que entra sin permiso —De todo lo que había en el pago, lo que más extraño es el canto de las ranas del verano después de la lluvia— dice Macario, acomodando su vaso sobre la mesa. Los otros lo miran, ya saben que viene una historia. Sea cierto o no, Macario siempre tiene un cuento para largar. —¿El canto de las ranas? —pregunta uno, incrédulo. —Sí, las ranas. Mirá, te voy a contar… Empieza con aquella vez, de chico, que con los hermanos y algún primo de visita decidieron pillar a la que llevaba la batuta. Los amigos, en ese bar de mala muerte debajo de la tribuna de Central Córdoba, se acomodan en las sillas y lo dejan hablar. Es que Macario ya antes les había largado cada cosa. De chicos hacían competencias a ver quién boleaba más gallinas, con boleadoras de marlo atadas con hilo sisal… El abuelo se enojó como nunca, porque le arruinaron, dejándolo rengo, un gallo de pele...

POLÉMICA Silencio forzado en la catedral

El rezo del Santo Rosario Los fieles que rezaban el Rosario en Valence fueron increpados y expulsados, desatando un debate sobre la libertad de culto En la catedral de Valence, sureste de Francia, se ha desatado una fuerte controversia tras la prohibición de rezar el Rosario en la capilla del Santísimo Sacramento y la posterior expulsión de algunos fieles. En tres jornadas consecutivas, del 22 al 28 de agosto, un grupo de laicos que buscaba reunirse para rezar enfrentó la oposición del guardián del templo y luego del propio párroco, que puso un cartel prohibitivo. Se generaron tensiones verbales, acusaciones de abuso de autoridad y denuncias de discriminación en un espacio consagrado para la oración, justamente. El primer episodio fue el 22 de agosto. A media tarde, varios fieles comenzaron a rezar el Rosario en la capilla del Santísimo. Según testigos, el guardián laico de la catedral interrumpió de forma brusca el momento de oración y exigió silencio inmediato. Cuando uno de los pres...

PARADOJA Los animales protegidos y no los hombres

Los niños, menos que animales Una norma otorga resguardo a fetos de mamíferos, aves y reptiles, pero excluye de esa defensa a los seres humanos El Reino Unido tiene una legislación que otorga un nivel de protección a los animales vertebrados en estado prenatal que expresamente no reconoce a los seres humanos. La Animal (Scientific Procedures) Act de 1986, vigente hasta la actualidad, establece que cualquier mamífero, ave o reptil que haya alcanzado los dos tercios de su gestación debe considerarse un “animal protegido” y, por lo tanto, no puede ser sometido a prácticas científicas o experimentales que impliquen sufrimiento o tratos inhumanos. Ese texto legal, sin embargo, aclara de manera explícita que esta categoría no incluye a la especie humana. La definición legal convierte a embriones y fetos animales en sujetos de protección estatal desde una etapa muy temprana del desarrollo. Se reconoce que, a partir de ese momento, el sistema nervioso de los vertebrados ya permite experimentar...