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1970 CALENDARIO NACIONAL 18.188 (con vídeo)

Un millón de pesos

El 1 de enero de 1970 entra en vigencia el peso ley 18.188, que equivale a cien pesos moneda nacional, reemplazando al peso moneda nacional

El 1 de enero de 1970 entró en vigencia el peso ley 18.188, que equivalía a cien pesos moneda nacional. Esta moneda reemplazó al antiguo peso moneda nacional.
Su introducción se debió a la necesidad de ajustar las cifras monetarias en un contexto de inflación acumulada, que había generado montos difíciles de manejar en las máquinas de cálculo y en la contabilidad diaria. Para facilitar la transición, se permitió la circulación de billetes de pesos moneda nacional resellados con los nuevos valores.
Los billetes de 100, 500, 1000, 5000 y 10.000 pesos moneda nacional fueron reconvertidos a 1, 5, 10, 50 y 100 pesos ley, respectivamente. Esta medida buscaba minimizar los costos de impresión iniciales mientras se diseñaban y producían los nuevos billetes.
Entró en circulación como parte de un programa económico que intentaba estabilizar la moneda nacional. Sin embargo, la estabilidad esperada se vio rápidamente amenazada por un aumento continuo en la inflación, que se intensificó de manera significativa con los años.
Un acontecimiento clave en su historia fue el Rodrigazo de 1975, durante el tercer gobierno peronista, encabezado por María Estela Martínez de Perón. Los ajustes económicos, que puso en marcha el ministro de Economía Celestino Rodrigo, tuvieron fuertes devaluaciones y aumentos de tarifas, lo que provocó un descontrol en los precios y salarios. La inflación, que ya era elevada, se disparó a tres dígitos, marcando un hito en la historia económica argentina.
A raíz de este contexto, el poder adquisitivo de los salarios cayó drásticamente. En noviembre de 1975, un salario que en junio tenía un índice de 100 había descendido a 48,04, y en diciembre del mismo año bajó aún más, alcanzando 40,05. La pérdida del salario real impactó duramente en la población, generando una crisis social y económica que agravó la desconfianza en la moneda.
Tato Bores explica la historia del peso

En los años 80, el problema de la inflación se volvió aún más crítico. Durante el gobierno militar iniciado en 1976, las políticas económicas no lograron contener el fenómeno, y en 1981 la inflación alcanzó niveles preocupantes, con aumentos diarios del 1 por ciento. Para intentar cubrir el déficit presupuestario, el gobierno intensificó la emisión de moneda, lo que agravó aún más el problema inflacionario.
En un intento desesperado por adaptar la moneda a las cifras astronómicas que requerían las transacciones diarias, se introdujeron billetes de 100.000, 500.000 y, finalmente, 1.000.000 de Pesos Ley. El billete de 1.000.000, que inicialmente equivalía a 89 dólares, fue emblemático tanto por su valor nominal como por los problemas asociados a su emisión.
La impresión del billete de 1.000.000 de Pesos Ley fue un episodio peculiar en la historia económica argentina. Originalmente, el diseño previsto incluía una representación del Embalse de Salto Grande, en la provincia de Entre Ríos. Sin embargo, un error en los grabados colocó una imagen del lado uruguayo de la represa, lo que llevó a la destrucción de 16 millones de billetes ya impresos. Finalmente, el diseño definitivo presentó el rostro del general José de San Martín en el anverso y una reproducción del cuadro El pueblo quiere saber de qué se trata de Ceferino Carnacini en el reverso, obra que ya había sido utilizada en billetes de denominaciones anteriores.
El lanzamiento de este billete fue costoso, con un gasto de 800.000 dólares, y llegó a simbolizar tanto la decadencia de la economía como la ironía de la situación: muchos argentinos bromearon con sentirse "millonarios". No obstante, el billete tuvo una vida corta, ya que la inflación descontrolada hizo que su valor real se evaporara rápidamente.
Para 1983, la situación era insostenible. La inflación acumulada había destruido la confianza en el Peso Ley, y la necesidad de una reforma monetaria se hizo evidente. Así, mediante el decreto-Ley 22.707, el Peso Ley fue reemplazado por el Peso Argentino , que establecía una equivalencia de 10.000 pesos ley igual a un peso argentino .
La transición al Peso Argentino marcó el final de una etapa caótica en la historia económica argentina, pero no resolvió los problemas de fondo que continuaron afectando al país durante los años siguientes.
El período de vigencia del Peso Ley fue testigo de una combinación de políticas económicas fallidas, crisis internacionales y problemas estructurales que contribuyeron al deterioro de la economía argentina. El aumento de la inflación afectó a todos los sectores de la sociedad, erosionando los ahorros y desestabilizando el mercado interno.
El impacto fue especialmente duro para las clases trabajadoras, que vieron cómo sus salarios perdían valor día a día. Al mismo tiempo, los intentos del gobierno de contener la inflación mediante controles de precios y ajustes fiscales resultaron insuficientes y, en muchos casos, contraproducentes.
El peso Ley es recordado como un símbolo de la inestabilidad económica y de los desafíos que enfrentó la Argentina durante la década de 1970 y principios de los 80. Su historia refleja la complejidad de manejar una economía marcada por la inflación crónica, las devaluaciones recurrentes y la falta de confianza en las instituciones monetarias.
Aunque el peso Ley dejó de circular hace más de 40 años, su historia permanece como una lección sobre los riesgos de políticas económicas inconsistentes y la importancia de mantener la confianza en la moneda nacional.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®

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