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Las salidas de emergencia abiertas |
El 24 de agosto de 2001, el vuelo 236 de Air Transat, planea sin motores durante 30 minutos, cubriendo 120 kilómetros: los detalles
El 24 de agosto de 2001, el vuelo 236 de Air Transat, un Airbus A330-243 en ruta de Toronto a Lisboa, perdió todo su combustible por una fuga en el motor derecho, forzando un desvío al aeropuerto de Lajes, en las Azores. Pilotado por el capitán Robert Piché y el primer oficial Dirk DeJager, el avión planeó sin motores durante 30 minutos, cubriendo 120 kilómetros, el planeo más largo de un avión comercial en la historia. Aterrizó de emergencia en la pista 33, salvando a los 306 ocupantes, con 16 heridos leves y 2 graves. La causa fue un error de mantenimiento.Despegó de Toronto a las 20:52 hora local, con 293 pasajeros y 13 tripulantes, incluyendo 46.9 toneladas de combustible, 4.5 toneladas más de lo requerido. A las 4:38, tras casi cuatro horas de vuelo, una fuga en la línea de combustible del motor derecho comenzó debido a un componente mal instalado durante un mantenimiento en Montreal.A las 5:03, los pilotos detectaron baja temperatura y alta presión de aceite en el motor número 2. Creyendo que era una falsa alarma, contactaron al centro de mantenimiento de Air Transat. A las 05:36, un desbalance de combustible alertó a la tripulación, que transfirió combustible del tanque izquierdo al derecho, sin saber que esto alimentaba la fuga.
A las 5:45, con el combustible por debajo del mínimo para llegar a Lisboa, se decidió desviar a Lajes, a 150 millas náuticas. Tres minutos después, se declaró emergencia de combustible a Santa María Control Oceánico. El avión volaba a 39,000 pies cuando el motor derecho se apagó por falta de combustible a las 06:13 UTC.
Piché ordenó un descenso a 33.000 pies, la altitud óptima para un solo motor. Diez minutos después, se envió un mayday. A las 6:26, a 65 millas náuticas de Lajes, el motor izquierdo también se apagó. Sin potencia, el avión se convirtió en un planeador, dependiendo de la turbina de aire de emergencia para los instrumentos y controles hidráulicos.
A las 6:31, las máscaras de oxígeno se desplegaron en la cabina de pasajeros. Los controladores militares de Lajes guiaron el avión con radar. Descendía a 2.000 pies por minuto, con 15 a 20 minutos antes de un posible amerizaje en el Atlántico, que habría sido fatal debido a las olas y la oscuridad.
Piché ejecutó un giro de 360 grados y maniobras en “S” para perder altitud. A las 06:45, el avión tocó la pista 33 a 200 nudos, 30 nudos por encima de lo recomendado. Rebotó una vez, aterrizó a 2.800 pies del umbral y se detuvo tras recorrer 7.600 pies de la pista de 10,000 pies.
Ocho neumáticos estallaron por el frenado de emergencia. La evacuación dejó 14 pasajeros y dos tripulantes con heridas leves, y dos pasajeros con lesiones graves. El avión sufrió daños en el tren de aterrizaje y el fuselaje inferior por el impacto y escombros.
La investigación, liderada por el Gabinete de Prevenção e Investigação de Acidentes com Aeronaves portugués con apoyo canadiense y francés, determinó que el mantenimiento incorrecto causó la fuga. Un componente hidráulico mal instalado rozó la línea de combustible, provocando la ruptura. Air Transat fue multada con 250.000 dólares canadienses.
Fue reparado y volvió al servicio en diciembre de 2001, apodado “Azores Glider”. Permaneció con Air Transat hasta marzo del 2020, cuando fue almacenado por la pandemia de COVID-19. En octubre del 2021, fue devuelto a AerCap y almacenado en Pinal Airpark.
Ramírez de Velasco®
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