Vacunarse para no morir |
Muestra, en una pequeña dosis, de la manera de pensar de muchos en la Argentina
¿Sabe qué somos los argentinos? Le cuento, nos dijeron que intentemos pasar las fiestas con la menor cantidad posible de gente, para que no se desparrame el coronavirus, ¿vio? Entonces nos amuchamos en reuniones familiares interminables y nos besamos y abrazamos con amigos, suegros, cuñados, primos, nueras, sobrinos, tíos, yernos, abuelos, conocidos, vecinos, gente que pasaba por la calle. Qué voy a creer que nos contagiemos en una fiesta, pensamos.
Al tiempo nos advirtieron que no estuviéramos en reuniones multitudinarias. Fuimos a todas las que pudimos, sin faltar ni a una sola. Asistimos a partidos de fútbol, de básquet, a bailes, veladas, cerveceadas, recepciones, juntadas, confiterías, restaurantes, galas, fiestas de quince, kermeses, riñas de gallos, saraos, té infantiles orgías de todo tipo, estuvimos en el el cine y el teatro cuanta más gente había, mejor. Total, nunca pasa nada, te amenazan con las peores catástrofes para meter miedo, de puro maulas que son.
Después dijeron que no le aflojáramos y siguiéramos lavándonos las manos y echándonos alcohol cada vez que llegáramos de la calle o para entrar a cualquier parte, porque el bicho no se ha ido, sigue entre nosotros. Pero pensamos que es una exageración, che. Nos piden que nos quedemos en casa y ejerzamos nuestra responsabilidad, de puro malvados que son. Mirá si me voy a morir por no lavarme las manos, nos rebelamos. Y decidimos que no era necesario porque somos omnipotentes. Y todo lo que pasa, les pasa a los otros.
Ya que no van a hacer caso de todo lo anterior, por lo menos vacúnense, nos pidieron por favor. Pero oiga, no nos ocupamos de poner una sola vacuna del calendario a nuestros hijos, mire si vamos a inocularnos contra el coronavirus. Además, en este país todos hemos estudiado sobre las vacunas, sus componentes activos, sus antígenos, adyuvantes, conservantes, estabilizantes. Son conceptos que tenemos en la punta de la lengua, porque la bioquímica es una materia facilísima y en esta bendita argentina no hay quien no sepa sobre eso, mire si nos van a embromar con la rusa, la china, la Pfizer, la Moderna. la AstraZéneca, las tenemos manyadas a todas.
Entonces siguieron insistiendo: Miren que si se vacunan hay menos posibilidades de que terminen en una cama de hospital o en el cementerio. Entonces hallamos un artículo perdido en internet, escrito por no sé quién, que es médico de no sé dónde, afirmando que los vacunados se enferman peor que los no vacunados. Cómo le explico: algo así como que, la culpa de que haya chicos con sarampión es porque están vacunados. ¿En serio me dice?, es la purita verdad, se lo juro por esta. ¡Ah!, pero si hay un artículo de internet avalando todo lo que pienso, entonces no me vacuno, aunque vengan degollando.
Ahora, si preguntan quién firma el artículo, qué entidad médica seria lo avala, de dónde sacó los números, con qué organismos responsables los contrastó, responderemos que eso no importa, porque confirma lo que sabíamos y es que todo esto del coronavirus es una gran mentira. Porque somos dueños de hacer de nuestra vida lo que nos da la regalada gana. Y nadie va a obligarnos con una vacuna ni con nada.
Desde los organismos responsables nos dicen que si no nos vacunamos desperdigamos la enfermedad por todas partes. Respondemos: No me interesa lo que le pasa al vecino, si pudiera mataría a mi cuñado, le pegaría con un palo a mi suegra, ahogaría en un pozo a mi mujer, mire si me va importar andar diseminando el virus en el colectivo, el laburo o por la calle. Que se haga agua el helado, qué me importa.
¿Sabe qué? Eso somos los argentinos. Y algo mucho peor también. Después nos quejamos porque nos va como nos va. Pero, no se preocupe, cuando nos llegue el agua al cuello, ya hallaremos a quién echarle la culpa de todo, porque para eso somos expertos.
©Juan Manuel Aragón
Ya que no van a hacer caso de todo lo anterior, por lo menos vacúnense, nos pidieron por favor. Pero oiga, no nos ocupamos de poner una sola vacuna del calendario a nuestros hijos, mire si vamos a inocularnos contra el coronavirus. Además, en este país todos hemos estudiado sobre las vacunas, sus componentes activos, sus antígenos, adyuvantes, conservantes, estabilizantes. Son conceptos que tenemos en la punta de la lengua, porque la bioquímica es una materia facilísima y en esta bendita argentina no hay quien no sepa sobre eso, mire si nos van a embromar con la rusa, la china, la Pfizer, la Moderna. la AstraZéneca, las tenemos manyadas a todas.
Entonces siguieron insistiendo: Miren que si se vacunan hay menos posibilidades de que terminen en una cama de hospital o en el cementerio. Entonces hallamos un artículo perdido en internet, escrito por no sé quién, que es médico de no sé dónde, afirmando que los vacunados se enferman peor que los no vacunados. Cómo le explico: algo así como que, la culpa de que haya chicos con sarampión es porque están vacunados. ¿En serio me dice?, es la purita verdad, se lo juro por esta. ¡Ah!, pero si hay un artículo de internet avalando todo lo que pienso, entonces no me vacuno, aunque vengan degollando.
Ahora, si preguntan quién firma el artículo, qué entidad médica seria lo avala, de dónde sacó los números, con qué organismos responsables los contrastó, responderemos que eso no importa, porque confirma lo que sabíamos y es que todo esto del coronavirus es una gran mentira. Porque somos dueños de hacer de nuestra vida lo que nos da la regalada gana. Y nadie va a obligarnos con una vacuna ni con nada.
Desde los organismos responsables nos dicen que si no nos vacunamos desperdigamos la enfermedad por todas partes. Respondemos: No me interesa lo que le pasa al vecino, si pudiera mataría a mi cuñado, le pegaría con un palo a mi suegra, ahogaría en un pozo a mi mujer, mire si me va importar andar diseminando el virus en el colectivo, el laburo o por la calle. Que se haga agua el helado, qué me importa.
¿Sabe qué? Eso somos los argentinos. Y algo mucho peor también. Después nos quejamos porque nos va como nos va. Pero, no se preocupe, cuando nos llegue el agua al cuello, ya hallaremos a quién echarle la culpa de todo, porque para eso somos expertos.
©Juan Manuel Aragón
Muy bueno el artículo! Tan atinado para expresar lo que casi todos pensamos!! Merecido aplauso!!!
ResponderEliminarHola Juan Manuel, no hace falta ser un experto, la "va cuna" no tiene la 3a fase, vos lo dijiste: son años de ensayos hasta que determinan que no tiene efectos secundarios. Aprecio tu voluntad de aplicarse junto a otros patriotas una inyección experimental, a mí no me da el sentido común!!!
ResponderEliminarMe gustó como siempre
ResponderEliminarDebemos vacunarnos. Por uno mismo y por los demás. Que no se puede obligar ?. Perfecto, pero sin carnet sanitario no entras ni al almacén de la esquina. Fácil....
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