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Los campeones y sus colaboradores |
La culpa es del mismo fútbol, dicen algunos, para otros el responsable es el sexo
Una periodista norteamericana preguntó, en una nota, por qué no hay negros en la Selección Argentina de Fútbol. Hubo tímidas respuestas de comentaristas de algunos diarios, dándole la razón a medias o prometiendo estudiar el asunto.También se podría haber preguntado, con esa manía racista de los progres, por qué no tienen blancos las selecciones nacionales de Senegal o Marruecos. Pero no importa, le preguntó a la Argentina.La respuesta es fácil, la culpa de que no haya negros en la selección argentina, por un lado, es del sexo y por otro, del fútbol mismo. Después hay que entender algo fácil, aquí no hubo grandes plantaciones de algodón o de otro cultivo que necesitara una mano de obra numerosa, bajo la promesa de su manumisión muchos murieron en las batallas por la independencia y una fenomenal inmigración, mayormente europea, terminó la tarea de mezclarnos los unos con los otros.Como se sabe, el de los progres es un pensamiento cruel, pues divide a la gente según lo que hace en la cama y le pone motes muy específicos a cada uno. En vez de decir “gente”, “people”, “cristianos”, prefiere dividirlos en heterosexuales, homosexuales, gais, transformistas, bisexuales, lesbianas y otras doscientas formas conocidas hasta el momento de practicar algo que a nadie le interesa.
Llega a tal punto esta obsesiva manía, que piden “cupos” de trabajo para discriminar según la preferencia sexual. Como si al patrón de una tornería le importara lo que hacen en la cama sus empleados. Quieren que los dueños de tiendas pregunten, uno por uno, a los postulantes a un puesto de vendedor, cómo, y con quién hace qué en la cama. Y cuando llegue a uno que le diga: “Me llamo Ramón y de noche juego a la gallinita tomando agua con mi novio”, lo tome al instante, descartando a otro que traiga pruebas de que es un trabajador de primera.
Dicen que los progres son la mayoría gritona del pensamiento políticamente correcto norteamericano, me explico mejor: son la minoría que más hace bulla. Quizás porque siente vergüenza de su propia historia. En Ese país, Estados Unidos de Norte América, había baños para negros y baños para blancos y escuelas para negros y escuelas para blancos en todas partes. No hace dos siglos, sino hasta unos 60 años atrás. Si tienen complejos con lo que hacían sus padres con la gente de distinto color de piel, háganse cargo, resuélvanlo, no sé, discútanlo entre ustedes, no vengan a joder aquí con un drama que no tenemos.
Ah, el sexo. Hablando de eso, a una gran mayoría de argentinos les gustan las mujeres, a una enorme mayoría de argentinas les gustan los hombres. Salvo a dos o tres tilingos, que siempre hay, pues no existe la perfección, pocos se fijan en el color de piel a la hora de enamorarse o practicar sexo sin amor. Porque el amor es algo que nos surge espontáneamente diría, con temor a parecer cursi. Somos el resultado del amor de nuestros padres, nuestros abuelos y bisabuelos y así hasta llegar al primer indio que pisó estas tierras. Como será, que no hay un solo santiagueño que pueda demostrar, con papeles en la mano, que desciende de indios o pueblos originarios, como los discriminan ahora.
Qué levante la mano el argentino que no tiene un ascendiente español, italiano, judío, árabe, indio, japonés o que no desciende por ahí de algún africano. ¿Sabe por qué?, porque gracias a Dios nuestros abuelitos a la hora de fornicar, en lo único que se fijaban o lo principal a tener en cuenta —y perdone si lo ofendo con esto— es que fuera mujer. Y a nuestras abuelitas, que fuera hombre. Después, el color de piel no era ni siquiera una condición secundaria a tener en cuenta para echar hijos al mundo.
Y por eso, entre otras causas, no hay tantos negros en la Argentina.
La culpa de que la Selección no tenga negros es también del fútbol. Si hubiera uno o muchos que jugaran bien a la pelota, no dude de que estarían ahí, como Héctor Rodolfo Baley, a quien le decían “Chocolate”, justamente por el color de su piel. Pero era tan parecido a cualquiera de nosotros, que nunca nadie lo molestó por sus antepasados africanos. Tampoco es que el periodismo deportivo se abstuvo de mentarle su condición de morocho, es que nadie lo notaba, amigos. Diego Armando Maradona era descendiente de negros esclavos y es solamente un dato de color en su vida, no un hecho esencial.
¿Por qué no hay futbolistas negros en el seleccionado argentino de fútbol? Será porque no hay ninguno que se destaque hasta el momento. El día que haya uno será idolatrado igual que los de la selección actual.
Ya va a ver.
©Juan Manuel Aragón
Muy bueno.
ResponderEliminarMuy clara la "aclaración". Aunque demasiado para la imbécil del New York Times que escribió la nota, con el único propósito que tienen estos postmodernistas (porque ese, y no "progre" es el verdadero nombre de su religión), que es mostrar al mundo su virtuosismo de palabra a través de los medios.
ResponderEliminarEl New York Times está en franca decadencia, ha perdido toda su clientela y se debate dando sus últimos estertores antes del colapso final. En adición al normal ocaso por el que están pasando los medios escritos debido a las redes sociales, el NYT ha adoptado una posición postmodernista-socialista procurando con ello sobrevivir a costa de redoblar la apuesta de la discordia y la polémica en sus notas.
A esa periodista ni le interesa la respuesta a su pregunta. Su único fin es darse notoriedad, crear polémica derramarse virtuosismo sobre ella misma. Esmpor ello que digo que es mucha respuesta para su patético artículo. Tal vez cabía contestarle con otra pregunta; "Cómo puede ser usted tan ignorante sobre La Argentina, sobre el fútbol y sobre el triunfalismo que nos caracteriza?"
Y dejarle a ella la tarea de investigar sobre las tres cosas, para enterarse de que si en el proceso de selección apareciera un jugador negro que la rompe, no sólo estaría primero en la lista de convocados sino que lo convertiríamos en nuestro nuevo dios y pasaría a ser el personaje insignia de la vida de los argentinos. Más o menos como sucedió en otra escala en las provincias cuando contrataban jugadores negros en los clubes de basquet.
ACLARACIÖN
EliminarEn mi comentario anterior cometí el error de asignar la publicación de un periódico en USA al New York Times. En realidad la publicación fue del Washington Post. Toda la descripción sobre la forma en que opera este periódico es aplicable sin cambios.
Pues porque en nuestro país no se necesitaba de mano de obra esclava masiva como en el resto de América, salvo Chile. Ello por el tipo de explotación , predominantemente agrícola ganadera. Sencilla explicación, ...y en los países europeos hay negros porque inmigraron desde el África, por las mejores condiciones de vida,y mucho devienen futbolistas. Cuestión estadística.
ResponderEliminarEl planteo no fué "por qué no hay negros en La Argentina". El cuestionamiento fue "por qué no hay jugadores negros en la selección". La respuesta es simplemente Están los que juegan mejor, no hay cupos ni cuotas raciales que cubrir. Se selecciona al que juega mejor, para lo que se requiere habilidad, discernimiento e intelecto, que son virtudes que caracterizan a los seres humanos. No se incluyen en los reglamentos de la AFA características como el color de la piel, que en cualquiera de sus tonos, desde el blanco al azabache, son solo propiedades de todos los seres del reino animal. La institución no degrada a los humanos seleccionándolos para el juego dándole relevancia o preponderancia a sus propiedades de especie biológica.
ResponderEliminarAplausos para la excelente nota de Juan Manuel y mi reconocimiento al aporte y respuestas del señor Horacio Ibarra. Ciertas veces una palabra bien dicha, en el momento adecuado también merecen aplausos.
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