Ir al contenido principal

2011 ALMANAQUE MUNDIAL Gueiler

Lidia Gueiler Tejada

El 9 de mayo del 2011 muere Lidia Gueiler Tejada; destacada figura política y contadora boliviana


El 9 de mayo del 2011 murió Lidia Gueiler Tejada, en La Paz, Bolivia. Fue una destacada figura política y contadora boliviana, nacida el 28 de agosto de 1921 en Cochabamba. Su legado se erige sobre la base de su lucha por las causas políticas y sociales, y por su firme defensa de la paz. Pasó a la historia como la primera mujer en presidir Bolivia, durante su mandato desde 1979 hasta 1980, un hito que la situó como la segunda mujer en Hispanoamérica en asumir la presidencia de un país, después de María Estela Martínez de Perón en la Argentina.
Desde temprana edad mostró una determinación excepcional. Criada por su madre, Raquel Tejada Albornoz, después de que su padre falleciera a los dos años de su nacimiento, recibió una educación que valoraba la fortaleza y la independencia. Su madre, con una mentalidad progresista, le inculcó desde pequeña la idea de que el llanto era una muestra de debilidad que debía erradicarse. Este principio marcó su infancia y contribuyó a forjar su carácter resiliente y decidido. Un dato de color es que era prima hermana de la actriz Raquel Welch (nacida Raquel Tejada).
Fue una de las pocas mujeres de su época que accedió a la educación superior, graduándose como contadora general del Instituto Americano de Cochabamba. Además de destacarse en sus estudios, mostró un talento innato para el deporte, especialmente en el tenis. Durante la guerra del Chaco, periodo tumultuoso en la historia de Bolivia, dedicó parte de su tiempo a escribir cartas para mujeres analfabetas cuyos familiares estaban en el frente de batalla, demostrando así su compromiso con la solidaridad y el apoyo a los afectados por el conflicto.
Su vida personal estuvo marcada por acontecimientos significativos, como su matrimonio a los 19 años con el capitán Mareirian Pérez-Ramírez, oficial paraguayo. Sin embargo, este matrimonio no perduró, y Lidia regresó a Bolivia con su hija María Teresa. A pesar de las dificultades personales, se centró en su carrera política y en la defensa de sus ideales.
Tuvo una trayectoria política notable. Se involucró activamente en el Movimiento Nacionalista Revolucionario a partir de 1948, cuando desempeñó un papel fundamental en la organización de grupos de apoyo que jugarían un papel crucial en la Revolución boliviana de 1952. Su compromiso con la causa del Movimiento la llevó a participar en diversas acciones, incluida una huelga de hambre en el Palacio de Justicia de La Paz en 1951, en protesta por la detención y el exilio de líderes del partido.
Durante la revolución de 1952 demostró su valentía al asistir a los heridos y distribuir armas a los revolucionarios. Sin embargo, su activismo político también atrajo la atención de las autoridades, y en 1953 fue acusada de conspirar para asesinar al presidente Víctor Paz Estenssoro. A pesar de estas acusaciones, su dedicación y compromiso fueron reconocidos, y fue designada para papeles diplomáticos, sirviendo como secretaria del Consulado General de Bolivia en Hamburgo y posteriormente como agregada civil en la misión diplomática en Bonn, antes de ser nombrada embajadora.
A lo largo de su carrera mantuvo su compromiso con la causa de la izquierda nacionalista, participando en la fundación del Partido Revolucionario de la Izquierda Nacionalista en 1963. Sin embargo, su afiliación política no fue estática, y en 1978 se unió al Frente Revolucionario de Izquierda antes de regresar al Movimiento Nacionalista Revolucionario al año siguiente, cuando fue elegida diputada por el departamento de La Paz y posteriormente presidente de la Cámara de Diputados.
Su liderazgo y dedicación la llevaron a representar a Bolivia en acontecimientos internacionales, como la Reunión de Técnicas y Dirigentes de las Oficinas del Trabajo de la Mujer en México en 1957, cuando destacó su compromiso con los derechos de las mujeres y su participación en la política.
Sin embargo, el punto culminante de su carrera política llegó en 1979, cuando fue elegida presidente interina de Bolivia en medio de una crisis política. Tras el derrocamiento del gobierno interino de Walter Guevara Arze por el general Alberto Natusch Busch, ella asumió la presidencia como una figura de consenso para dirigir al país hacia la estabilidad y la democracia. Su breve mandato estuvo marcado por la resistencia popular contra el régimen militar y los intentos de golpe de Estado, incluido un atentado en su contra por un coronel del regimiento de la escolta presidencial.
A pesar de sus esfuerzos por restaurar el orden democrático, su mandato fue interrumpido por un nuevo golpe de Estado en 1980, liderado por Luis García Meza, con el apoyo de las Fuerzas Armadas argentinas. Este golpe puso fin a su presidencia y la obligó a exiliarse.
Después de dejar la presidencia continuó sirviendo a su país como embajadora en Colombia y Venezuela, antes de retirarse de la vida pública.
Publicó obras como "La mujer y la revolución" y su autobiografía "Mi pasión de lideresa", y fue responsable de instituir el 11 de octubre como el Día de la Mujer Boliviana en honor a la escritora Adela Zamudio.
A pesar de los desafíos y obstáculos que enfrentó a lo largo de su vida, nunca renunció a sus principios ni a su lucha por una Bolivia más justa y democrática. Hoy se la recuerda como mujer valiente, perseverante y con un gran compromiso en la búsqueda de un mundo mejor.
Juan Manuel Aragón
©Ramírez de Velasco

Comentarios

Entradas populares (últimos siete días)

RAÍCES Yo vi crecer a Santiago del Estero

Olaechea y Catamarca Bajo mi sombra se tejen historias, amores y memorias de un pueblo que me olvida y no me canta Cuando nacieron los santiagueños que hoy caminan por las calles de la ciudad o del entero mundo, yo ya era. De los 470 y pico de años que tiene la ciudad, al menos 122 estuve aquí, en el mismo lugar. Fui plantado con mis hermanos en lo que entonces era un brazo muerto del río, el 9 de agosto de 1903. Nadie me cantó, no se hicieron leyendas con mi vida: en una sociedad que ha ideado ficciones hasta para el cura que se acuesta con una feligresa o un compadre con una comadre, a mí no me han inventado nada. En cada ventolera que se arma voy perdiendo ramas. Apenas corre viento, los vecinos, que caminan bajo mi sombra, corren a sus casas. A pesar de mi aspecto soy quebradizo, quién lo diría, ¿no? Y no sirvo como leña para el asado, pues me quemo, papelito en el fogón. Pero nadie me quería por duro o fuerte, sino por mi sed: necesito de mucha agua para crecer. Con eso sequé el p...

ARCHIVO La firma perdida

Ilustración nomás Entre actas provinciales y papeles antiguos, un hombre descubre señales que lo vinculan con hechos improbables de otro tiempo (Cuento) Anselmo Díaz lo halló buscando otra cosa en lo que había sido el tallercito de su padre, en el fondo de la casa. Debajo de un cajón viejo que ocultaba un cuadro de bicicleta oxidado apareció un folio suelto, escrito en una caligrafía que repetía la suya. Detallaba con minucia una sesión de la Cámara de Diputados de la Provincia del 23 de octubre de 1897, el día en que sancionaron el Código Rural de la provincia, según consignaba. El problema era que el folio, de tamaño más grande que lo normal, estaba fechado en 1723 y anticipaba cada palabra dicha en aquella sesión, cada voto emitido. Hombre de rutinas bien marcadas, en ese momento Díaz intuyó que el tiempo no era una línea, sino tal vez un círculo, quizás un espiral. Copió el papel y ocultó el original en un viejo escritorio sin uso, después del traspatio de las pajareras. Luego busc...

HISTORIA De Jauretche a Homo Argentum

Arturo Jauretche Una misma paradoja: lo que se intenta acallar, censurar o ridiculizar termina creciendo, fortalecido por sus adversarios Esta crónica lo va a llevar de un lado al otro para explicarle algo simple: no siempre las cosas salen como uno quiere. Mejor dicho, a veces, al hablar mal de alguien, en vez de perjudicarlo, se beneficia. O, si quiere más sencillo: la crítica o represión, al final, terminan fortaleciendo lo que buscan debilitar. No se deje marear por el estilo “montaña rusa” del escrito y, a pesar de que es medio largo, sígalo, no lo va a defraudar. Después de la caída del régimen de Juan Domingo Perón, en 1955, Arturo Jauretche dijo: “Al peronismo lo desperonizó Perón y lo peronizaron los antiperonistas”. Qué quiso decir. En poco menos de diez años en el poder, el gobierno de Perón estaba desgastado por la crisis económica, pues cayeron los precios de las exportaciones agrarias, había inflación y escasez de divisas. Por otra parte, crecieron las tensiones sociales ...

ALBA El susurro de las palabras

Una mañana cualquiera comenzará todo de nuevo Cuando las máquinas callaron, la voz humana despertó, tejiendo diálogos que, como hilos de luz, devolvieron al mundo su latido primigenio y eterno Un día dejaron de funcionar. Nadie supo si fue por los alambres que se cortaron, quizás sucedió debido a que los depósitos, que estaban hasta el borde, empezaron a derramarse o simplemente porque el sistema se hizo tan inmenso que colapsó. Alguien dijo que había sido un bote cargado con gente hasta arriba, no aguantaba el agregado de un alfiler y de repente se sumó un gordo. Los besos y los abrazos que antes se mandaban escritos en el aire del día, los resúmenes de la cuenta del banco, los saludos de cumpleaños, los “te espero, vení urgente”, dejaron de tener sentido y hubo que decirlos de viva voz y cuerpo presente. Los viejos chirimbolos que habían sido los antecesores de las modernidades más estrafalarias, no se usaban más, existían solamente en unas pocas casas. Se habían muerto hasta las com...

CHONGO Del revolcadero al diccionario

Susana Giménez y Carlos Monzón Curioso origen de una palabra que viene adquiriendo significados cada vez más escabrosos desde que nació En un artículo de la revista Gente del 15 de julio de 1985, Moria Casán confesó: “Mi ´chongo´ secreto no es famoso, pero me hace feliz”. Esta nota no analizará la vida sexual o la capacidad amatoria de esa mujer, sino el origen de ´chongo´, el curioso vocablo que emplea para referirse al caballero que la satisfacía sexualmente en aquel tiempo. El Diccionario del Lunfardo de José Gobello define: “chongo: m. y f. Amante ocasional, pareja de relación pasajera o sin compromiso afectivo, generalmente asociada con encuentros sexuales esporádicos. Uso coloquial, frecuente en el habla porteña”. Usted seguramente la ha sentido en la televisión, en los programas que involucran sobre prostitutas y prostitutos de toda calaña y ralea. Olvídese de esa gente, y elévese para desentrañar el origen de una palabra que viene adquiriendo distintos significados en un recurr...