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Los Jeep norteamericanos venían con el volante a la izquierda |
El 10 de junio de 1945, en la Argentina, los autos dejan de transitar por la izquierda, como era tradición británica, para hacerlo por la derecha
El 10 de junio de 1945, en la Argentina, los automóviles dejaron de transitar por la izquierda, como era tradición británica, para hacerlo por la derecha, alineándose con la mayoría de los países americanos.
Esta transición, que marcó un hito en la estructura y la cultura vial del país, no fue un simple ajuste técnico, sino una decisión influida por factores comerciales, geopolíticos y prácticos, en los que la guerra comercial entre Estados Unidos y el Reino Unido jugó un papel central.Desde principios del siglo XX, la Argentina fue un escenario clave para la competencia económica entre estas dos potencias, y el cambio de mano reflejó el creciente predominio norteamericano en la región, especialmente luego de la Segunda Guerra Mundial.Durante las primeras décadas del siglo XX, el Reino Unido había sido el principal socio comercial e inversor del país, dominando sectores como los ferrocarriles, los bancos y los frigoríficos. Su influencia se extendía incluso a las normas viales, ya que la circulación por la izquierda era un legado británico. Sin embargo, tras la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos comenzó a disputar esa hegemonía. El mercado automotriz fue uno de los campos de batalla más evidentes.
Los fabricantes norteamericanos, como Ford, lideraban la producción y exportación de vehículos, que estaban diseñados para circular por la derecha. Adaptar estos autos al sistema argentino implicaba costos adicionales, lo que incentivó a los importadores y fabricantes a presionar por un cambio en las reglas de circulación.
Entre 1914 y 1940, la importación de automóviles norteamericanos creció exponencialmente, consolidando su dominio en el mercado argentino y debilitando la presencia de los vehículos británicos.
La guerra comercial entre ambas potencias se intensificó con el comercio triangular que emergió en la década de 1910. La Argentina exportaba carne y granos al Reino Unido, obteniendo libras esterlinas que luego utilizaba para importar bienes industriales, principalmente automóviles, desde Estados Unidos. Este esquema fortaleció la influencia norteamericana, que para 1939 ya superaba a la británica en términos de inversión y comercio.
El Pacto Roca-Runciman de 1933, firmado para proteger las exportaciones argentinas al Reino Unido, generó tensiones con Estados Unidos al limitar sus importaciones. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial marcó un punto de inflexión. La neutralidad argentina hasta 1944 incomodó a Estados Unidos, que presionaba por su alineación con los Aliados. En este contexto, el Automóvil Club Argentino impulsó en 1944 una campaña para cambiar el sentido de circulación, una medida que coincidió con el debilitamiento del Reino Unido y el fortalecimiento del poderío comercial norteamericano.
En abril de 1945, la Argentina firmó el Acta de Chapultepec y declaró la guerra a Alemania y Japón, cediendo a las presiones norteamericanas. El cambio de mano, puesto en marcha poco después, puede interpretarse como un gesto simbólico y práctico para consolidar las relaciones con Estados Unidos, además de una respuesta a la necesidad de uniformar la circulación con países vecinos como Brasil, que ya conducían por la derecha. Esto era especialmente relevante para el comercio transfronterizo, considerando la próxima inauguración del puente internacional Paso de los Libres-Uruguayana en octubre de 1945.
La transición fue un proceso complejo, liderado por Vialidad Nacional con el apoyo de entidades como el Touring Club Argentino y empresas como Ford, que financiaron campañas publicitarias para educar a la población. Se modificaron señales viales, se reorganizaron calles y se capacitó a los conductores, todo en un esfuerzo coordinado que reflejó los intereses comerciales y geopolíticos en juego.
La medida no solo simplificó la importación de vehículos norteamericanos y la integración regional, sino que también simbolizó la reorientación de Argentina hacia la órbita de influencia estadounidense, en detrimento de la histórica hegemonía británica. Este episodio, aparentemente técnico, encapsuló las dinámicas de poder de una época marcada por la competencia global y la reconfiguración de las alianzas internacionales.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
Curiosamente, el gobierno durante el cual los autos dejan de transitar por la izquierda para hacerlo por la derecha es el que hace posible que el país deje de transitar por la derecha para hacerlo por la izquierda. Ironías de la vida.
ResponderEliminarPero las presiones de la postguerra y nuestra declaración de guerra al eje (de mentirita) no fueron las únicas causas en el caso de la dirección de circulación. El 5 de Octubre de 1925 (instituido Día del Camino), había tenido lugar el Primer Congreso Panamericano de Carreteras, que se realizó en Buenos Aires, que sentó las bases del desarrollo vial integrado de Latinoamérica. Como consecuencia de ello, en 1932 se creó la Dirección Nacional de Vialidad y se decidió adoptar el modelo de caminos y la organización de la red con el modelo del Bureau of Public Roads (BPR), hoy Departamento de Transporte (DOT) de USA, por la similitud de condiciones de ciudades separadas por largas distancias. Para ello en 1936 y 37 se enviaron delegaciones de ingenieros de la DNV a visitar el BPR y traer todo el conocimiento de diseño y gestión vial. La adopción del sistema de ordenamiento del tránsito y circulación vial fue una lógica consecuencia de esa visión.
Mas bien en los últimos años, por razones ideológicas más que políticas, La Argentina se ha alejado de ese modelo para incorporar visiones de diseño y gestión de paises "progresistas", lo que se ha reflejado en el estancamiento tecnológico, el abandono de criterios de diseño modernos con contenido de seguridad vial y la adopción de sistemas de gestión ineficientes. Los resultados estan a la vista.