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Octavia y Nerón |
El 9 de junio del año 53, se casan Nerón Claudio César Druso Germánico con Claudia Octavia, hija del emperador Claudio
El 9 de junio del año 53, se casaron Nerón Claudio César Druso Germánico, entonces conocido como Lucio Domicio Enobarbo, y Claudia Octavia, hija del emperador Claudio y su tercera esposa, Valeria Mesalina.Nerón, nacido el 15 de diciembre del 37 después de Cristo en Antium, era hijo de Agripina la Menor y Cneo Domicio Enobarbo. Octavia, nacida a finales del 39 o principios del 40 en Roma, era la hija mayor de Claudio y tenía un hermano menor, Británico, nacido el 12 de febrero del 41 d.C. El matrimonio, arreglado por Agripina, madre de Nerón y cuarta esposa de Claudio, consolidó la posición de Nerón como heredero al trono romano, en detrimento de Británico, el hijo biológico de Claudio.Octavia, nombrada en honor a su bisabuela Octavia la Menor, hermana de Augusto, había sido prometida previamente a Lucio Junio Silano Torcuato, un descendiente de Augusto, en el año 41, poco después de que Claudio asumiera el trono tras el asesinato de Calígula. Sin embargo, en el 48, Agripina, tras casarse con Claudio en el 49, maniobró para disolver este compromiso.
Silano fue acusado de incesto con su hermana, forzado a renunciar a su cargo de pretor y se suicidó el mismo día del matrimonio de Claudio y Agripina, según el historiador Suetonio. Agripina, sobrina de Claudio e hija del general Germánico, buscaba asegurar el ascenso de su hijo Nerón al trono. Para ello, Claudio adoptó a Nerón en el año 50, dándole el nombre de Claudio Nerón César Druso Germánico y nombrándolo heredero, a pesar de ser menor que Británico.
El matrimonio entre Nerón y Octavia enfrentó un obstáculo legal, ya que, tras la adopción de Nerón por Claudio, ambos eran legalmente hermanos. Para resolver esto, Octavia fue adoptada por otra familia patricia antes de la boda, una práctica común en Roma para sortear restricciones legales. La ceremonia fue en Roma, en un contexto de intrigas políticas y maniobras dinásticas dentro de la familia julio-claudia.
Nerón, de 16 años, y Octavia, de aproximadamente 13 o 14 años, se convirtieron en esposo y esposa en un acontecimiento que reforzó la influencia de Agripina en la corte imperial. En ese momento, Claudio, de 63 años, gobernaba el Imperio romano, y su salud comenzaba a debilitarse, lo que intensificaba las luchas por la sucesión.
La unión de Nerón y Octavia no modificó el estatus de Octavia, que siguió viviendo en la residencia imperial bajo la sombra de Agripina. Nerón, por su parte, participaba activamente en la vida pública, dando discursos en nombre de comunidades como los ilios, los apameos y los colonos de Bolonia entre los años 51 y 53, según registros históricos. El matrimonio marcó un paso crucial en la consolidación del poder de Nerón, que, tras la muerte de Claudio el 13 de octubre del 54, ascendió al trono a los 17 años con el apoyo de la Guardia Pretoriana y el Senado. Octavia se convirtió entonces en emperatriz consorte, aunque su papel fue eclipsado por la influencia de Agripina.
Fuentes históricas, como Tácito y Suetonio, indican que el matrimonio fue profundamente infeliz desde el inicio. Nerón, respaldado por sus asesores Séneca y Burro, mostró desinterés por Octavia, que, a pesar de su popularidad entre el pueblo romano, no logró influir en su esposo. La boda fue un acontecimiento político más que personal, diseñado para fortalecer la posición de Nerón en la sucesión imperial.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
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