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Fray Mocho |
El 23 de agosto de 1903 muere Fray Mocho, destacado escritor y periodista, fundador de la revista Caras y Caretas en 1889
El 23 de agosto de 1903 murió José Sixto Álvarez, conocido como “Fray Mocho”, en Buenos Aires. Había nacido el 26 de agosto de 1858 en Gualeguaychú, Entre Ríos. Fue un destacado escritor y periodista, fundador de la revista Caras y Caretas en 1889. Escribió para diarios como El Nacional y La Razón, y revistas como Fray Gerundio. Sus obras, como En el Mar Austral y Memorias de un Vigilante, retratan costumbres argentinas con humor y realismo. También desempeñó el cargo de comisario de investigaciones durante la presidencia de Juárez Celman.Hijo de Dorina Escalada Baldez y Desiderio Álvarez Gadea, creció en una familia de origen oriental. Estudió en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay, en el que se inició como periodista. Su infancia en Entre Ríos influyó en sus escritos, que capturan la esencia de la vida rural y urbana argentina.En 1876, viajó por primera vez a Buenos Aires, y en 1879 se estableció permanentemente en la ciudad a los 21 años. Adoptó el seudónimo "Fray Mocho", combinando el apodo "Mocho" (por su franqueza) con "Fray", alusivo a un fraile católico. Este nombre se convirtió en su marca distintiva.
Trabajó como periodista en varios diarios, entre ellos La Pampa, La Patria Argentina y El Diario. Sus crónicas policiales en La Nación destacaron por su estilo literario, reflejando la vida de Buenos Aires en el siglo XIX. También colaboró en revistas como El Ateneo y La Colmena Artística.
En 1889, fundó Caras y Caretas, una revista que combinaba caricaturas, literatura y notas de interés general. Publicó allí cuentos que luego se recopilaron en Cuentos de Fray Mocho. La revista tuvo colaboraciones de escritores como Horacio Quiroga y José Ingenieros.
Publicó ensayos y libros que retratan la sociedad argentina, como Esmeraldas y Cuentos Mundanos. Su obra La vida de los ladrones célebres de Buenos Aires y sus maneras de robar detalla el submundo porteño con precisión y humor. Utilizó el lunfardo, el argot de Buenos Aires, en sus textos.
En 1898, publicó En el Mar Austral, una novela documental sobre un viaje en un barco ballenero por Tierra del Fuego. Basada en testimonios de marineros, describe con detalle los paisajes y la vida en el sur. Nunca visitó la región, pero sus descripciones son notablemente precisas.
Durante la presidencia de Juárez Celman, fue nombrado comisario de investigaciones, un cargo obtenido por recomendación política. Su experiencia policial inspiró Memorias de un Vigilante, en el que relata anécdotas con autenticidad y humor, como un incidente en que él mismo fue sorprendido jugando a la taba.
Casado con Silvia Martínez en 1882, no tuvo hijos. Vivió una vida agitada en las redacciones de diarios, enfrentando intrigas políticas y problemas de salud. Su enfermedad, que lo aquejó durante años, lo llevó a la muerte a los 44 años, tres días antes de su cumpleaños.
Fue enterrado en el cementerio de la Recoleta en Buenos Aires. En 1953, sus restos fueron trasladados a Gualeguaychú, su ciudad natal, con motivo del quincuagésimo aniversario de su fallecimiento.
Ramírez de Velasco®
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