Ir al contenido principal

LEYENDA Cómo hizo el cuervo para ganar plata

Versión de Andrés Chazarreta

Versión corregida, aumentada y desvirtuada, de una vieja danza santiagueña en quichua overo


Diz que el cuervo había sabido tener un boliche de mucha fama y conocimiento en el pago. Muy farrista, eso sí, como casi todos los santiagueños, la pulpería no le daba ni para comer. Cada nada se armaba un baile, invitaba a los animales del bosque y hacían chupandinas de varios días, truco, taba y hasta una que otra pelea a cuchillo, por pura diversión.
La mujer lo tenía loco, por qué no trabajas, tus hijos no tienen para comer y vos le prestas plata a tus amigos, esos vagos, igual que vos, para que gasten en mujeres y diversión, dedicate a algo productivo, esos no te van a agradecer nunca, conchabate de zafrero siquiera, así traes plata como otros hombres.
Pero a él le gustaba la joda con toda el alma. Abría el boliche a las 7 de la tarde y siempre había uno en la puerta, esperando para fiarle le primera ginebra, coca con ferné (98 y 2 pedían los malandras, 98 por ciento ferné y un susto de Cocacola), un vino y a veces hasta iba gente importante de la ciudad, pero tomaba igual que los pobres, la única diferencia era que pagaban. Pero igual la plata no le alcanzaba.
Cansado de ser pobre, un día pensó en hacerle caso a la mujer y conseguir un trabajo. Pidió consejo a los amigos, el sapo le avisó que el cuñado necesitaba un ayudante en el taller mecánico. Pero el cuervo no sabía nada de mecánica, decía destornillador y se le trababa la lengua, imagínese. La chuña le ofreció laburar en un supermercado, pero que no se acerque a la sección “Vidrios”, porque ahí estaban los vinos, otro laburo imposible. La lagartija le dijo que tenía un amigo político y le podía dar un laburo en la Municipalidad, no tenía que hacer nada, pero debía marcar la tarjeta tempranito, imposible. Y así todos.
Entonces un día se le ocurrió una idea genial, formaría una orquesta con los amigos. El ututu estaría encargado de la guitarra y todos tendrían una función. Una tarde los reunió para ver si empezaban a hacer música, estuvieron un buen rato y no se les ocurría nada. Hasta que uno de ellos los empezó a nombra uno por uno. Le salió una canción muy lida, viera.
Después el cuervo se fue a la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (Sadaic que le dicen), la registró. Y al tiempito nomás era un éxito mundial. Y autorizó a la señora a que vaya a cobrar los derechos de autor. La música que hicieron se llama Pala pala, que es cuervo, en quichua. Figuran sus amigos más íntimos. Oiga qué lindo suena

El Pala pala
Pala pala pulpero,
pala pala pulpero,
pala pala pulpero,
chuña soltero,
chuña soltero.

Ampatu cajonero,
Ampatu cajonero,
Ampatu cajonero,
utu guitarrero,
utu guitarrero.

Icacu tacanero,
Icacu tacanero,
Icacu tacanero,
hualu flautero,
hualu flautero.

Caray puca tucumano,
Caray puca tucumano,
Caray puca tucumano,
huiñi salteño,
uiñi salteño.

Trala lará larala lará
larala lará lará

¿Quiere saber qué fue de la vida del cuervo? No se compone, sigue de baile en baile, los hijos se hicieron grandes y son buena gente, no como él. La señora dice que se va a divorciar, pero nunca cumple con la amenaza.
©Juan Manuel Aragón
Otro sí digo. Para la traducción, véase el “Diccionario Quichua-santiagueño Castellano”, de Domingo Antonio Bravo.
Otro sí más digo. O busque e Google.

Comentarios

  1. Me encanto, ese hombre no tiene cura.un beso

    ResponderEliminar
  2. Jajajajaja! Muy buena la historia! A la mayoría de los bichos le reconocemos el nombre, porque hay gente que todavía los llama así. Aplausos para la creatividad!!!

    ResponderEliminar
  3. QUE BIEN JUAN MANUEL, ME ENCANTÓ, AL TEMA YA LO CONOCIA PERO, NO CON ESTA CREACION, TE FELICITO

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.