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1867 ALMANAQUE MUNDIAL Rubén

Rubén Darío

El 18 de enero de 1867 nace Rubén Darío, poeta, periodista y diplomático nicaragüense, líder del modernismo, movimiento literario hispanoamericano de fines del siglo XIX


El 18 de enero de 1867 nació Félix Rubén García Sarmiento, “Rubén Darío”, en Metapa, Nicaragua. Fue un influyente poeta, periodista y diplomático nicaragüense. Como líder del modernismo, un movimiento literario hispanoamericano que floreció a finales del siglo XIX, revivió y modernizó la poesía en español a ambos lados del Atlántico a través de sus experimentos con el ritmo, la métrica y la imaginería. Desarrolló un estilo poético muy original que fundó una tradición.
Pecoz y prolífico, desde los 14 años puso el nombre de Rubén Darío a sus poemas e historias de amor, heroísmo y aventuras, que, aunque imitativas en la forma, mostraban una imaginación sorprendentemente viva. En 1886 abandonó Nicaragua, iniciando los viajes que continuaron durante toda su vida.
Se radicó por un tiempo en Chile, y allí en 1888 publicó su primera obra importante, Azul, una colección de cuentos, bocetos descriptivos y versos. Este volumen pronto fue reconocido en Europa y América Latina como el heraldo de una nueva era en la literatura hispanoamericana.
Se había familiarizado recientemente con la poesía parnasiana francesa, y Azul representa su intento de aplicar al español los principios de ese movimiento estilístico. En las obras en prosa de Azul descartó la tradicional estructura de oraciones españolas largas y gramaticalmente complejas, reemplazándola por un lenguaje simple y directo. Tanto la prosa como la poesía de este volumen se ocupan generalmente de la descripción objetiva y ambas tratan de temas exóticos, principalmente la mitología clásica, Francia y Asia. En su conjunto, el volumen muestra su preocupación por el “arte por el arte” y revela poco interés por la vida cotidiana.
Tras su regreso a Centroamérica en 1889 y dos breves matrimonios (el primero terminó con la muerte de su esposa y el otro por separación), partió para ocupar en 1893 un nombramiento como cónsul de Colombia en Buenos Aires, donde halló un estimulante ambiente cosmopolita. Los escritores jóvenes lo aclamaron como su líder y el movimiento modernista se organizó en torno a él. La siguiente obra significativa de Darío, Prosas profanas y otros poemas, de 1896, colección de versos, continuó las tendencias estilísticas innovadoras de Azul, pero trató sus escenas y personajes exóticos de una manera más simbólica que objetiva, por Fue influido por los poetas simbolistas franceses contemporáneos.
Viajó a Europa en 1898 como corresponsal del diario La Nación de Buenos Aires. Radicado en París y Mallorca, viajó extensamente por el continente europeo en misiones periodísticas y diplomáticas. Para entonces, los acontecimientos mundiales y el avance de su edad habían provocado un cambio profundo en su perspectiva de la vida. Se preocupó vitalmente por el mundo fuera del ámbito del arte: la posible amenaza del imperialismo norteamericano tras la derrota de España en 1898, la solidaridad de los pueblos de habla hispana, el futuro de la América española tras el colapso del imperio español en el Nuevo Mundo y los antiguos problemas de la existencia humana.
La colección que generalmente se considera su obra maestra, Cantos de vida y esperanza, de 1905, refleja estas preocupaciones y es la culminación de su experimentación técnica y su ingenio artístico.
Al estallar la Primera Guerra Mundial en 1914, abandonó Europa, enfermo y al borde de la pobreza. En un intento por aliviar sus dificultades económicas, inició una gira de conferencias por América del Norte, pero contrajo neumonía en Nueva York y murió, el 6 de febrero de 1916, poco después de regresar a su tierra natal.
Además de las tres colecciones principales en las que se basa su mayor fama, escribió unos 100 cuentos y varios volúmenes de poesía y crítica literaria penetrante, y los artículos periodísticos que aparecieron en La Nación y otros lugares.
Desde el punto de vista del ingenio artístico y la perfección técnica, es considerado por muchos como uno de los más grandes poetas que jamás hayan escrito en español. A lo largo de su carrera experimentó audazmente con muchas formas de verso y probablemente introdujo más innovaciones métricas que cualquier otro poeta de lengua española. La poesía de Darío se destaca por su notable música, gracia y sonoridad, con un dominio magistral de la rima y la estructura métrica.
Sus primeros poemas anecdóticos y descriptivos tratan lugares lejanos, mitología y otros temas exóticos con un rico lirismo, mientras que los poemas posteriores a Cantos de vida contienen una nota filosófica pronunciada y exhiben un sentido conmovedor y poderoso del lado trágico de la vida.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. Para muchos que no toleran el universo de opinadores distintos es conocer que sólo La cultura salva a los pueblos. Gran biografía de otro trotamundos de las letras que devoran anecdotas y vivencias para explicar la importante heterogeneidad mundial

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