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Mostrando las entradas etiquetadas como Ser

DI LULLO El folklore y la identidad nacional

Orestes Di Lullo Breve análisis de la obra del polígrafo para desmentir cierta cultura izquierdista que le pretenden endilgar *Por Edgardo Atilio Moreno No es tarea de poca monta la del folklorólogo. No al menos como la concibió Orestes Di Lullo; para quien estudiar nuestro folklore formó parte de una voluntad de autoconocimiento y autoafirmación del Ser, que puede considerarse propiamente como una actitud filosófica. Di Lullo, como pensador enrolado en esa corriente política y cultural que se dio a llamar el nacionalismo católico, se interesó por nuestro ser nacional, es decir por nuestra identidad; pero a diferencia de muchos contemporáneos, no concibió a ese Ser como algo que se construye, que muta y que deviene dialécticamente; por el contrario, entendió conforme a la sana filosofía realista, que se trataba de algo dado, de algo esencial, de algo que permanece a pesar de los cambios y que nos hace ser lo que somos y no otra cosa. En consecuencia, para develar cual era nuestra ident

OBVIEDADES Las mujeres son mujeres y los hombres, hombres

Solamente las mujeres pueden parir Decir “personas gestantes” para referirse a las mujeres, únicas que pueden parir hijos, no es tan inocente como llamar “agua mineral con gas”, a la soda Hay que acostumbrarse a repetir lo obvio, aunque sea internamente, para no caer en las trampas que ofrece el moderno lenguaje a cada paso. Repita, las únicas que pueden ser madres son las mujeres, son las mujeres, son las mujeres, ese privilegio está negado a los hombres, ellos no tienen manera de ser madres. Decir “personas gestantes” no es tan inocente como cambiar “soda”, por “agua mineral con gas” o “profesional del arte de curar”, por “médico”. Es aceptar que alguien más, además de las mujeres, tiene capacidad de gestar otro ser humano. Y no, amigo, es imposible que alguien que no sea mujer lo haga, de la misma manera que el toro no parirá terneros, el lobo lobeznos o el caballo potrillos, esa función la naturaleza la ha reservado a la vaca, la loba, la yegua. Y así hasta el último animal del mu