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LUDOPATÍA Solo se trata de vencer la adicción

El juego compulsivo reviste gravedad en la provincia

Un drama acuciante en la provincia son los problemas que causan quienes juegan compulsivamente: cómo afrontarlo

Dedicado a los escolaseros de Santiago o a quienes tienen un pariente metido en el problema, porque saben lo que se sufre

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La ley 6330, de la ciudad de Buenos Aires, prohíbe el funcionamiento de cajeros automáticos y máquinas expendedoras de dinero en el interior de las salas de juego, y en un radio de 200 metros alrededor de estas. Una norma como esta, si bien no terminaría con la ludopatía en Santiago del Estero, ayudaría muchísimo a erradicar el mal que se hacen cientos de miles de jugadores, todos los días, a sí mismos y a sus familias y allegados. Lo que busca esta ley es reducir la disponibilidad inmediata de dinero en efectivo cerca de las salas de juego, limitando la capacidad de los jugadores para continuar apostando sin restricciones.
Quien quiera apostar en Santiago, lo tiene prácticamente a la mano, si no lo hace en los numerosos casinos y salas de juego que hay en el centro de la ciudad, ahí están las agencias de tómbola distribuidas en toda la provincia, con cinco jugadas por día, que en el imaginario aumentan las posibilidades de ganar y en la realidad llevan a muchos a perder no solamente hasta los calzoncillos, sino familia, amigos, trabajo.
Se ha estudiado que la disponibilidad influye directamente en el juego. Cuantos más casinos, bingos, salas de apuestas, agencias de tómbola y de loterías existan, mayor es la probabilidad de que aumente el número de jugadores problemáticos. La facilidad de acceso aumenta la exposición y la tentación, especialmente en gente con predisposición a la adicción.

Decreto
Conocedor del problema, en septiembre del 2024, el gobernador Gerardo Zamora promulgó un decreto (1.263/2024), que estableció el “Programa provincial de concientización y prevención de la ludopatía y control del consumo problemático digital”. Tiene por objeto principal proteger a la población, especialmente a niños y adolescentes, promoviendo el uso responsable y seguro de la tecnología digital.
Aunque no es una ley formal, representa una acción gubernamental concreta para abordar el problema de la ludopatía en la provincia. Se busca sensibilizar a la sociedad sobre los riesgos asociados al juego patológico y al consumo problemático de plataformas digitales, poniendo en marcha estrategias de prevención y ofreciendo recursos para el tratamiento y apoyo a las personas afectadas.

Doce pasos
Jugadores Anónimos tiene un programa basado en los Doce Pasos, similar al de Alcohólicos Anónimos, adaptado para tratar la adicción al juego. La estructura es muy parecida, pero se enfoca en el juego compulsivo en lugar del alcohol. La idea central es aceptar que se tiene un problema, buscar ayuda y trabajar en la recuperación paso a paso.
Los Doce Pasos de Jugadores Anónimos son:
1 Admitir que somos impotentes ante el juego, que nuestras vidas se han vuelto ingobernables.
2 Creer que un Poder Superior puede devolvernos la cordura.
3 Decidir entregar nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de ese Poder Superior, según nuestra comprensión.
4 Hacer un inventario moral profundo y valiente de nosotros mismos.
5 Admitir ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano la naturaleza exacta de nuestros errores.
6 Estar totalmente listos para que Dios elimine todos estos defectos de carácter.
7 Pedir a Dios con humildad que nos libere de nuestras fallas.
8 Hacer una lista de todas las personas a quienes hemos hecho daño y estar dispuestos a repararlos.
9 Reparar directamente los daños a esas personas, siempre que sea posible, excepto cuando hacerlo les pueda perjudicar.
10 Continuar haciendo un inventario personal y admitir rápidamente cuando nos equivocamos.
11 Buscar a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, pidiendo sólo conocimiento de Su voluntad y fuerza para cumplirla.
12 Habiendo experimentado un despertar espiritual gracias a estos pasos, tratar de llevar este mensaje a otros jugadores compulsivos y practicar estos principios en todos nuestros asuntos.
Lo mismo que en Alcohólicos Anónimos, la espiritualidad no necesariamente significa religión; en este caso cada persona debe entender “Poder Superior” de acuerdo con sus creencias. personales.

Un día a la vez
También, como los alcohólicos, los ludópatas tienen un programa, “Un día a la vez” para dejar de jugar. Y es lo siguiente.
1. Enfocarse solo en hoy
No te preocupes por lo que pueda pasar mañana ni te castigues por lo que ocurrió ayer.
Objetivo diario: no jugar hoy, sin pensar en las próximas semanas o meses.
Ejemplo: Si pasas por una agencia de tómbola, evitá apostar y concentrate solamente en terminar el día sin jugar.
2. Establecer rutinas seguras
Planificá actividades que reemplacen el juego: deportes, caminatas, lectura, hobbies.
Cada actividad es un pequeño logro que refuerza la decisión de no jugar.
3. Llevar un registro diario
Anotá cómo te has sentido cada día, los momentos de tentación y cómo los has superado.
Esto ayuda a reconocer patrones y a celebrar pequeñas victorias.
4. Pedir apoyo “un día a la vez”
Comunicate con amigos, familiares o grupos de apoyo todos los días.
No pienses en cambiar toda tu vida de golpe, el acompañamiento diario hace que la recuperación sea más sólida.
5. Recompensarse sin juego
Celebra cada día que logras pasar sin apostar, con algo saludable o placentero.
Ejemplo: una película, un paseo, un café con amigos.
6. Practicar la atención plena
Cuando sientas la urgencia de jugar, detenete, respirá y céntrate en el momento presente.
Preguntate: “¿Qué puedo hacer ahora para cuidar de mí hoy?”
Juan Manuel Aragón
A 17 de octubre del 2025, en la Solís y Costanera. Mirando el río.
Ramírez de Velasco


LA YAPA
Aumenta el riesgo de suicidio

La ludopatía puede aumentar el riesgo de suicidio, aunque no todas las personas con adicción al juego desarrollan pensamientos suicidas. La relación se da principalmente por el estrés emocional, la desesperación financiera y la culpa asociada con la conducta compulsiva.
Los problemas financieros graves, como el endeudamiento excesivo, la pérdida de ahorros o la venta de bienes, generan una sensación de imposibilidad de salir adelante, lo que puede conducir a la desesperanza. Además, el impacto emocional y psicológico es notable: ansiedad, depresión, insomnio y culpa crónica por las pérdidas y engaños aumentan la angustia y la desesperación. El deterioro de las relaciones personales, con conflictos familiares, rupturas y aislamiento social, eleva aún más el riesgo al generar soledad y rechazo social. Muchas veces la ludopatía se combina con alcoholismo, consumo de drogas o depresión clínica, lo que multiplica el riesgo de suicidio.
Hay estudios internacionales que indican que entre el 15 y el 20 por ciento de los jugadores patológicos han considerado seriamente el suicidio, y un porcentaje menor ha intentado suicidarse. La adicción al juego se asocia con un riesgo de suicidio comparable o incluso superior al de otras adicciones debido a la combinación de factores financieros, sociales y emocionales.
La prevención y la ayuda son fundamentales. Es crucial buscar asistencia profesional ante pensamientos suicidas. Los grupos de apoyo, como Jugadores Anónimos, ofrecen acompañamiento diario. Tener un plan de seguridad, identificando señales de alerta, personas de confianza y medidas concretas para prevenir una crisis, puede marcar la diferencia. La ludopatía no solo es una adicción financiera o de tiempo; es un riesgo serio para la salud mental y puede llevar a situaciones extremas si no se busca ayuda a tiempo.
JMA
RdV®

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