Ir al contenido principal

DISFRAZ Quiénes son los gauchos

Un gaucho ahijuna

A continuación, una serie de características distintivas de los gauchos y una idea somera de lo que no debe ser uno para considerarse tal


Gaucho es el que se conduele con el perdedor y le da una mano, tenga o no razón. El que echa una cuarta al que está en la banquina sin mirarle la cara ni preguntar razones. El que se va a tierra de indios porque no le gusta la civilización o porque ayudó a punta de cuchillo, a un matrero desconocido. Gaucho es el que defiende al pobre sin esperar premios, retribuciones o ditirambos superfluos. Es el que piensa primero en la patria, luego en la patria y por último en la patria. El que se pone botas, bombacha, sombrero y pañuelo al cuello puede ser gaucho o no serlo, el asunto no depende de la pilcha como quieren que creamos los salteños.
Gaucho es el que se queda con los amigos cuando la vida los dejó a la orilla del camino y comparte la intemperie con ellos. Es el que no se fija ni el currículum ni en la planilla de antecedentes policiales del prójimo. El que ofrece un mate sin aguardar ni las muchas gracias y sin enojarse porque no se las dan. El gaucho sabe que forma parte de una especial civilización, la de quienes han perdido todas las batallas y sin embargo siguen reivindicando su razón de ser, aunque no la tenga. El que sabe bailar una chacarera, zapatear un malambo, también puede serlo, cómo no, pero con eso solamente nadie saca patente de gaucho.
Gaucho es el Quijote de la Mancha que, lanza en mano se arroja al mundo a desfacer entuertos en nombre de una mujer imaginada y no teme embestir a los Gigantes, aunque luego tomen la forma de molinos de viento. Gaucho es José Hernández. Gaucho es Leopoldo Lugones, gaucho es Homero Manzi. Pero no lo es, en su homérica perfección de escritor de todos los Olimpos de este mundo, ese Jorge Luis Borges, por más que en algunos de sus magníficos cuentos y versos los mentara con falsa amistad, porque lo hacía desde una concepción extraña, fenicia, monetaria y burlona.
Gaucho es el que quiere la Argentina de la solidaridad y el empuje entre todos. Pero el gaucho sabe que esa Nación se perdió entre los pliegues del sucio dinero y las relaciones meramente comerciales entre puros hermanos. Es el que anda por la vida consiguiendo amigos sin fijarse si son de su círculo habitual de amistades o vienen de las profundidades de los barrios más humildes, o de más allá también. Es el que no ve en la necesidad del prójimo una oportunidad para hacer negocios, porque sabe que eso es pecado si antes no le tendió un
a mano. El que sabe mantenerse en un caballo chúcaro corcoveado un domingo de turistas en un festival cualquiera, es gaucho o no es gaucho, pero eso dependerá en todo caso de su crianza, su familia, la escuela, el barrio en que lo criaron, más que de su habilidad para mantenerse encima de un mancarrón.

Leer aquí cuando un gendarme le hizo una gauchada a un amigo del pago

El gaucho es un argentino que en cualquier lugar del mundo en que viva, pone primero sus ideales y después eso que llaman progreso, dinero, éxito. Es el que guarda un secreto, hasta el más terrible, porque sabe que eso es la esencia de su propia religión. Gaucho era Pedro, que negó a Jesucristo la madrugada de su calvario y después se arrepintió, es Tomás, que después de ver las heridas de Nuestro Señor, cree enteramente y se percata de su pequeñez como hombre, es Pablo cayéndose del caballo y es Juan acompañando a su amigo hasta la misma Cruz. No es, de ninguna manera Judas, el que prefirió cambiar su lealtad por treinta monedas, como enseña el liberalismo apátrida de todas las patrias, falaz, descreído y atroz. Por más que use espuelas, rastra y bombachas batarazas, será siempre Judas y su nombre seguirá siendo maldito.
Un gaucho es otra cosa.
Gaucho podría ser usted amigo, aunque odie el campo, no tome mate, tenga miedo de tocar una gallina, nunca se haya calzado un par de alpargatas, no le guste oir folklore y entre el Festival de Doma y Folklore de Jesús María y la bella Mar del Plata, elija Mar del Plata.
Juan Manuel Aragón
A 29 de agosto del 2024, en La Guarida. Cazando charatas.
Ramírez de Velasco®

Comentarios

  1. Completamente de acuerdo. Sí, señor.

    ResponderEliminar
  2. Muy romántico, pero nuestra patria se hizo grande y pujante, con la inmigración, pues nuestros gauchos, aquerenciados en alguna estancia, se dedicaban al cuidado del ganado vacuno y se reían de los gringos que trabajaban la tierra sembrando, desayunando y luego cosechando, y a mano. Los gauchos a la tardecita se ponían a jugar a la taba, mientras los gringos seguían con las tareas del campo.
    No aportaron mucho a la civilización y al progreso.

    ResponderEliminar
  3. Donde dice desayunando debe decir DESYUYANDO

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. si ya sabemos... los inmigrantes desayunaban los gauchos tomaban mate. los inmigrantes hacían negocios, los gauchos cambalacheaban alcohol, tabaco, vicios. los inmigrantes eran blancos y lindos, los gauchos eran morochos y mal entretenidos. los inmigrantes no luchaban en las guerras de la independencia, los bauchos eran mano de obra barata de los caudillos..... jajajajajajjakkakkajjajaj

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

1972. Negrita

María Lastenia Lascano de Atterbury Esta nota fue publicada el 17 de agosto de 1992 en el diario “El Liberal”, la imagen fue proporcionada por Carlos Atterbury a quien se agradece por su amabilidad Por Juan Manuel Aragón padre del autor de este blog Vivimos una época de liberación de la mujer. La mujer se cree tan libre que ni siquiera debe actuar como a la mujer le corresponde, sino que tiene la libertad de adoptar las conductas de los varones. Cuanto más varonil la mujer más liberada estará de su condición propia. ¿Qué es lo propio de la mujer? Apelando a una autoridad podemos oírlo a San Pedro: "vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, para que también los que no creen a la palabra sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa". La fe y la virtud parecen no ser suficientes, y el apóstol agrega: "añadid a vuestra fe virtud, a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio prop...

FRANCELLA El espejo de los argentinos

Un actor sin desperdicios Homo Argentum, película para mirar —y gozar— en familia, alabado por la crítica y recomendada por Ramírez de Velasco Redacción En Homo Argetum, el último film que protagoniza, Guillermo Francella habla con cada fibra de su ser mientras asume una galería de personajes distintos, caricaturas vivientes de lo que podría ser cualquiera por la calle, y logra transformar esos retratos en espejos que exhiben con ternura y una mordaz ironía nuestra identidad nacional. Ese virtuosismo sin estridencias es el corazón de la película, una obra que no existiría sin la versatilidad, la gracia y el compromiso interpretativo que solo él podría aportar. Convierte cada viñeta en un universo propio. En cuestión de minutos emerge un padre angustiado, un cura humilde, un arbolito callejero, un multimillonario arrogante o un director de cine excéntrico. Todos tan reconocibles como cotidianos, y todos atravesados por esa chispa de humanidad ambivalente que distingue al mejor humor pop...

CUARTIROLO El sabor que se esfumó

El recordado cuartirolo De las pizzas gruesas y contundentes de antes a las finitas de hoy, historia de un cambio que no tiene vuelta De viejo uno se viene a enterar de que en la Argentina no se fabrica más el queso cuartirolo de la infancia, el que traía maicena en la cáscara, con ese gustito tan rico que sabía tener. Resulta que es oriundo de la Lombardía, Italia, y tiene denominación de origen protegida desde 1996, que es más o menos el tiempo en que dejó de aparecer en los almacenes de este bendito país. Se lo produce desde el siglo X, cuando se elaboraba al final del verano con leche de vacas alimentadas con "erba quartirola", el pasto fresco que crecía luego del tercer o cuarto corte de heno, antes del invierno, en los valles prealpinos de Lombardía. Esta hierba, rica y aromática, confería a la leche un sabor distintivo que lo cubría, y de ahí su nombre. Aquí ha pasado a llamarse cremoso, para no embromar a los productores lombardos, en el entendimiento de que las amas ...

1905 AGENDA PROVINCIAL Rava

Horacio Germinal Rava El 15 de agosto de 1905 nace Horacio Germinal Rava, abogado, poeta, escritor, socialista, apasionado por la cultura El 15 de agosto de 1905 nació Horacio Germinal Rava en Santiago del Estero. Fue un abogado y escritor, cuya vida transcurrió en su ciudad natal hasta su muerte el 16 de junio de 1994. Su existencia estuvo marcada por una profunda dedicación tanto a su profesión jurídica como a su pasión por las letras y la cultura. Desde joven, mostró un interés notable por combinar su formación académica con un compromiso social que lo llevó a desempeñar papeles diversos, dejando una huella significativa en la sociedad santiagueña. Ejerció como abogado, pero su labor no se limitó al ámbito legal. También desarrolló una intensa actividad cultural y social que lo convirtió en una figura influyente en el norte argentino. Fue profesor de la Universidad Nacional de Tucumán y la Universidad Católica de Santiago del Estero, en las que transmitió su conocimiento y valores a...

DORMICIÓN El triunfo de la Madre de Dios

Asunta en cuerpo y alma Un misterio de fe que exalta la gloria celestial de la Virgen María, asumida en cuerpo y alma al Cielo, como signo de esperanza para la Iglesia En el corazón de la fe católica, la Dormición de la Virgen María ocupa un lugar de profunda reverencia y misterio, celebrando la culminación de la vida terrenal de la Madre de Dios y su tránsito glorioso al Cielo. Esta solemnidad, profundamente arraigada en la Tradición de la Iglesia, refleja la enseñanza católica más pura y tradicional sobre el papel singular de María en la historia de la salvación. La Dormición, celebrada el 15 de agosto como la Asunción de la Virgen María, proclama que María, al final de su vida terrena, fue llevada en cuerpo y alma al Cielo, un privilegio único otorgado por Dios a aquella que fue concebida sin pecado original y vivió plenamente para su Hijo, Jesucristo. Este dogma, definido por el Papa Pío XII en 1950 mediante la constitución apostólica Munificentissimus Deus , no es una invención mo...