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Luis XVII |
El 19 de abril del 2000 se confirma que el corazón conservado en la basílica de Saint-Denis era de Luis XVII, hijo de Luis XVI y María Antonieta
El 19 de abril del 2000, los científicos Jean-Jacques Cassiman, profesor de genética de la Universidad de Lovaina en Bélgica, y Ernst Brinckmann, de la Universidad de Münster en Alemania, presentaron los resultados de un análisis de ADN que confirmó que el corazón conservado en la basílica de Saint-Denis pertenecía a Luis XVII, hijo de Luis XVI y María Antonieta.
Este niño, nacido el 27 de marzo de 1785 en Versalles como Luis Carlos de Borbón, fue el segundo hijo de la pareja real. Tras la muerte de su hermano mayor, Luis José, en 1789, se convirtió en delfín de Francia a los cuatro años, coincidiendo con el inicio de la Revolución Francesa.Después de la abolición de la monarquía en 1792 y la ejecución de sus padres en 1793 —Luis XVI el 21 de enero y María Antonieta el 16 de octubre —el pequeño fue encarcelado en la prisión del Temple en París, bajo la custodia de Antoine Simon, un zapatero jacobino.Luis XVII murió oficialmente el 8 de junio de 1795 a los diez años, según los registros, debido a tuberculosis, tras dos años de confinamiento en condiciones deplorables. Sin embargo, tras su muerte, surgieron dudas y rumores sobre su destino.
El cuerpo fue enterrado en una fosa común en el cementerio de Sainte-Marguerite, pero el médico que realizó la autopsia, Philippe-Jean Pelletan, extrajo su corazón, lo envolvió en un pañuelo y lo conservó en alcohol. Este órgano tuvo un recorrido complejo: fue robado por un estudiante de Pelletan, devuelto años después y, tras el rechazo de Luis XVIII en 1815, quedó bajo custodia del arzobispo de París hasta que, en 1830, fue trasladado a la basílica de Saint-Denis, donde se guardó en una urna de cristal.
El análisis de ADN comenzó a finales de 1999, impulsado por el historiador Philippe Delorme, que buscaba resolver el misterio de si el niño muerto era realmente Luis XVII o si había sido sustituido, como afirmaban algunas teorías que sugerían su escape.
El 15 de diciembre de 1999, en una ceremonia en París, se extrajeron dos fragmentos del corazón momificado —uno de la punta y otro de la aorta— que fueron enviados a los laboratorios de Cassiman y Brinckmann para un estudio independiente. Los científicos analizaron el ADN mitocondrial, que se transmite por línea materna, y lo compararon con muestras de cabello de María Antonieta, conservadas desde antes de su ejecución, así como con las de dos de sus hermanas y dos descendientes vivos de los Habsburgo, Ana de Rumanía y su hermano André de Bourbon-Parme.
Los resultados, anunciados el 19 de abril del 2000, mostraron que la secuencia de ADN del corazón coincidía exactamente con la de las muestras maternas, confirmando que pertenecía a un hijo de María Antonieta. Cassiman destacó que, pese al mal estado del órgano tras más de dos siglos, se obtuvo suficiente material genético para la identificación.
El 8 de junio del 2004, el corazón fue depositado oficialmente en Saint-Denis tras un funeral de estado, cerrando un capítulo de especulaciones históricas.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
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