![]() |
Leonardo Castellani joven |
El 27 de julio de 1918 Leonardo Castellani ingresa al noviciado jesuita en Córdoba y comienza dedicación al sacerdocio, la literatura y el pensamiento católico
El 27 de julio de 1918, Leonardo Castellani ingresó al noviciado jesuita en Córdoba. Fue el inicio de una vida dedicada al sacerdocio, la literatura y el pensamiento católico. Nacido en Reconquista, Santa Fe, el 16 de noviembre de 1899, destacó como sacerdote, teólogo, escritor, poeta y ensayista, dejando más de 60 obras que abarcan religión, filosofía, cuentos policiales y poesía. Su trayectoria, signada por conflictos con la Compañía de Jesús y un compromiso con la tradición, lo convirtió en un referente del nacionalismo católico argentino.Era hijo de Luis Héctor Castellani, periodista asesinado en 1906, y Catalina Contepomi. Perdió el ojo izquierdo en la infancia, reemplazado por uno de vidrio. Su formación comenzó en el Colegio de la Inmaculada en Santa Fe, en el que se recibió de bachiller en 1917.En 1918, a los 18 años, ingresó al noviciado jesuita en Córdoba. Estudió letras, filosofía y teología en Santa Fe y Buenos Aires. Enseñó en el Colegio del Salvador y en el Seminario de Villa Devoto, donde escribió las fábulas de Camperas: Bichos y personas, publicado en 1931 y elogiado por Hugo Wast.
En 1929 viajó a Roma para continuar su formación. Fue ordenado sacerdote el 27 de julio de 1930 en la iglesia de San Ignacio de Loyola. Estudió en la Universidad Gregoriana y, en 1932, se trasladó a París, donde obtuvo un diploma en Filosofía en la Sorbona. Regresó a la Argentina en 1935.
Reanudó su labor docente y periodística, escribiendo en La Nación, Criterio y Cabildo bajo seudónimos como Jerónimo del Rey. Publicó Historias del Norte Bravo (1936), Martita Ofelia (1939) y Las nueve muertes del Padre Metri (1942). Tradujo parte de la Suma Teológica de Santo Tomás.
En 1945 integró la lista de la Alianza Libertadora Nacionalista como candidato a diputado. Sus críticas a la Compañía de Jesús, expresadas en las cartas “Dic Ecclesiae”, generaron conflictos. En 1946 viajó a Roma para explicarse, pero fue confinado en Manresa, España, durante dos años.
En 1949 escapó de Manresa y regresó a la Argentina. El 18 de octubre de 1949 fue expulsado de la Compañía de Jesús y suspendido del ministerio sacerdotal. Se refugió en Salta, acogido por el obispo Roberto José Tavella, hasta 1952.
Continuó escribiendo, publicando El Evangelio de Jesucristo (1957) y El Apokalypsis de San Juan (1963). En 1961, un párroco le permitió celebrar misa en Santa Elisa. En 1966 se le restituyó el ministerio sacerdotal. En 1967 fundó la revista Jauja, que dirigió hasta 1970.
En 1971 rechazó la reintegración a los jesuitas por motivos de salud. En 1976, durante un almuerzo con Jorge Rafael Videla, pidió por la vida del escritor desaparecido Haroldo Conti. Publicó un estudio sobre Kierkegaard en 1978.
Murió el 15 de marzo de 1981 en Buenos Aires. Sus restos descansan en Reconquista desde el 2004. Su obra, reeditada por Vórtice, sigue inspirando a generaciones de argentinos que abrazaron el nacionalismo como forma de pensamiento que algún día ha de salvar a la patria.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
El cura Castellani fue un genio; incomprendido, profetico, y perseguido. Un gran escritor admirado por los nacionalistas (que muchas veces lo fastidiaban con sus torpezas) pero tambien respetado por los izquierdistas mas inteligentes y cultos
ResponderEliminar