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Mariano Rampolla |
El 3 de agosto de 1903, el emperador Francisco José veta la elección del cardenal Rampolla como Papa, tras lo cual los cardenales eligen a Giuseppe Sarto, que asume como Pío X
El 3 de agosto de 1903, el emperador austro-húngaro Francisco José vetó la elección del cardenal Mariano Rampolla como Papa durante el cónclave, tras lo cual los cardenales eligieron a Giuseppe Sarto, quien asumió como Pío X. Este veto, ejercido mediante el cardenal Jan Puzyna de Kosielsko, fue la última vez que se utilizó el jus exclusivae, un antiguo derecho de las monarquías católicas. La elección de Sarto, de perfil pastoral, cambió el rumbo del cónclave y culminó con la abolición de este veto por el nuevo Papa.El cónclave comenzó el 31 de julio de 1903, tras la muerte de León XIII el 20 de julio, luego de un pontificado de 25 años. Sesenta y dos de los 64 cardenales participaron en la Capilla Sixtina, en un contexto de tensiones entre la continuidad de las políticas diplomáticas de León XIII y la búsqueda de un Papa más pastoral. Rampolla, su secretario de Estado, era el principal candidato, respaldado por los cardenales franceses.La primera votación, el 1 de agosto, otorgó 24 votos a Rampolla, 12 a Girolamo Maria Gotti y 5 a Sarto, patriarca de Venecia. Por la tarde, Rampolla alcanzó 29 votos, Sarto 10 y Gotti 16, mostrando un apoyo significativo al siciliano. La necesidad de una mayoría de dos tercios, 42 votos, mantenía el cónclave en un punto muerto, con divisiones claras entre los cardenales.
El 2 de agosto, durante el tercer escrutinio, Jan Puzyna, arzobispo de Cracovia, anunció el veto de Francisco José contra Rampolla, invocando el jus exclusivae. El mensaje, leído en latín, expresó el deseo del emperador de excluir al cardenal, aunque no se especificaron razones públicas. La intervención provocó indignación entre los cardenales, que consideraron la injerencia secular un atentado contra la libertad de la Iglesia.
Las razones del veto se atribuyeron a la postura profrancesa de Rampolla y su apoyo a las aspiraciones eslavas en los Balcanes, contrarias a los intereses austro-húngaros. Algunos especularon sobre una supuesta afiliación masónica del cardenal, aunque no hay evidencia concluyente. El veto, más que bloquear directamente a Rampolla, reflejó su dificultad para alcanzar los 42 votos necesarios.
En la votación de la tarde del 2 de agosto, Rampolla ganó solo un voto más, llegando a 30, mientras Sarto obtuvo 24 y Gotti cayó a 3. La resistencia de Rampolla a retirar su candidatura, defendiendo la independencia del cónclave, no logró revertir la tendencia. Los cardenales franceses, frustrados, comenzaron a apoyar a Sarto, visto como un candidato pastoral y neutral.
El 3 de agosto, Sarto alcanzó 27 votos frente a los 24 de Rampolla, que perdió apoyo. El cardenal Ferrari, arzobispo de Milán, insistió en convencer a Sarto, que se resistía, alegando no sentirse apto. Sus palabras, pidiendo olvidar su nombre, no detuvieron el creciente respaldo hacia él, impulsado por la búsqueda de un Papa menos político.
El 4 de agosto, en el séptimo escrutinio, Sarto obtuvo 50 votos, superando ampliamente el umbral requerido, con Rampolla reducido a 10. Aceptó la elección, asumiendo el nombre de Pío X, y respondió con la frase: “Puesto que el cáliz no puede pasar, hágase la voluntad de Dios”. Su elección marcó un giro hacia un pontificado pastoral.
Una de las primeras medidas de Pío X fue abolir el jus exclusivae mediante la constitución apostólica Commissum Nobis el 20 de enero de 1904, garantizando la autonomía del cónclave. Nombró a Rafael Merry del Val como secretario de Estado, relegando a Rampolla a cargos menores, como prefecto de la Congregación para la Fábrica de San Pedro.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
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