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| Soldados en Afganistán |
El 21 de noviembre del 2001, la Argentina anuncia que enviará tropas a Afganistán para apoyar a Estados Unidos
El 21 de noviembre del 2001, la Argentina anunció el envío de un contingente de fuerzas armadas a Afganistán para apoyar la coalición internacional liderada por Estados Unidos luego de los atentados del 11 de septiembre. La decisión, comunicada por el gobierno de Fernando de la Rúa, era de 50 militares para tareas logísticas y humanitarias, sin combate directo. Era por solidaridad con la OTAN y la ONU. La crisis económica interna generó críticas desde la oposición. El Congreso debatió la autorización. Se coordinó con aliados y se planificó el despliegue. La medida buscaba reforzar la reconstrucción afgana. Los riesgos y la logística se evaluaron minuciosamente. La prensa cubrió ampliamente el anuncio. La decisión reflejó un compromiso con la comunidad internacional.Los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington dejaron cerca de 3.000 muertos. Al Qaeda, liderada por Osama bin Laden, reivindicó los ataques. Estados Unidos señaló a los talibanes en Afganistán como sus protectores. El 7 de octubre comenzó la Operación Libertad Duradera con bombardeos. La coalición, con Reino Unido y aliados de la OTAN, buscó derrocar a los talibanes. Kabul cayó el 13 de noviembre. La Alianza del Norte avanzó con apoyo aéreo. Bin Laden huyó a las montañas. Miles de talibanes se replegaron. La ONU respaldó la acción militar.La Resolución 1368 de la ONU condenó los atentados y avaló la autodefensa. La OTAN activó el Artículo 5, considerando el ataque como un agravio colectivo. Más de 40 países se unieron a la coalición. Europa aportó aviones y tropas. Australia envió fuerzas especiales. La Argentina optó por apoyo logístico. Bases en Uzbekistán y Kirguistán facilitaron operaciones. La Conferencia de Bonn planificó un gobierno interino. La ISAF se creó para estabilizar Kabul. La coalición coordinó esfuerzos multilaterales.
La Argentina enfrentaba una crisis económica severa desde 1998. La convertibilidad peso-dólar limitaba la competitividad. La deuda externa superaba los 130.000 millones de dólares. El desempleo alcanzaba el 15 por ciento. De la Rúa buscaba apoyo del FMI. Las protestas sociales crecían en Buenos Aires. La relación con Estados Unidos era prioritaria. Domingo Cavallo gestionaba la economía. El gobierno vio en el despliegue una oportunidad diplomática. La solidaridad internacional se presentó como estrategia clave.
El canciller Adalberto Rodríguez Giavarini anunció el envío desde la Casa Rosada. El contingente sería de 50 efectivos del Ejército y la Fuerza Aérea. Las tareas se centraron en logística para la ISAF. El despliegue se planificó por seis meses. Se coordinó con la embajada de Estados Unidos. El Ministerio de Defensa financió la operación. Se enfatizó el compromiso con las víctimas del 11-S. La medida buscaba fortalecer la imagen global de Argentina. Se evitaron papeles de combate. El anuncio se transmitió por Cadena Nacional.
La oposición peronista cuestionó la decisión en el Congreso. Se argumentó que los recursos debían destinarse a la crisis interna. Partidos de izquierda señalaron presiones del FMI. Se debatió la neutralidad histórica del país. Expertos alertaron sobre riesgos en Medio Oriente. El Senado pidió detalles operativos. El proyecto de autorización se discutió en tres sesiones. Precedentes como la Guerra del Golfo se citaron. Algunos militares apoyaron la misión. La prensa reflejó el debate intenso.
El contingente se formó con oficiales experimentados en misiones de paz. Irían ingenieros y médicos militares. Se prepararon aviones Hércules C-130 en Ezeiza. Los entrenamientos se realizaron en Campo de Mayo. Se evaluaron amenazas talibanes. Se asignaron vehículos blindados livianos. Se firmaron acuerdos de inmunidad con Estados Unidos. Las rotaciones se planearon cada tres meses. El despliegue se programó para diciembre.
En Afganistán, Kandahar cayó el 7 de noviembre y Bin Laden escapó hacia Pakistán. La Conferencia de Bonn designó a Hamid Karzai como líder interino. La ISAF, autorizada el 20 de diciembre, desplegó 4.500 efectivos. Alemania y Turquía asumieron el mando inicial. Se priorizó el desarme de milicias. La coalición controlaba las principales ciudades. Los talibanes se reorganizaron en regiones rurales. La reconstrucción afgana comenzaba. La ONU supervisó el proceso político.
En la región, Brasil y Chile apoyaron diplomáticamente sin enviar tropas. México condenó los atentados en la OEA. La Argentina buscaba destacarse en el escenario global. Observadores se enviaron a la ONU. Clarín y La Nación cubrieron el anuncio en portadas. De la Rúa defendió la medida en entrevistas. La Casa Blanca expresó apoyo. Analistas vincularon el envío a negociaciones económicas.
El 21 de noviembre, Buenos Aires amaneció lluviosa. Rodríguez Giavarini leyó el comunicado a las 11. Se nombraron comandantes del contingente. La Cancillería recibió mensajes de aliados. Un vuelo inaugural se preparó para diciembre. Los militares fueron informados en el Edificio Libertador. Las familias recibieron garantías. Los medios opositores publicaron críticas. El dólar se mantuvo a 1 peso. En Tora Bora, la coalición buscaba a Bin Laden.
Ramírez de Velasco®



Hoy los Afganos viven re bien y nosotros les tendríamos que pedir que nos tiren unos mangos...
ResponderEliminarCosas de la vida que le dicen...