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Mostrando las entradas etiquetadas como Recuerdos

ALUCINACIÓN Santiago escondido

Un Santiago que no regresa “Hay una desazón que enciende los recuerdos quizás en una esquina de la Francisco Viano, en un rincón perdido cerca de las Lomas Coloradas” Hay una ciudad escondida detrás de Santiago. Pocos la conocen, no es la de las peñas amanecidas, no tiene nada que ver con el vino de los recuerdos ni es un rincón escondido cerca de una placita añorada. Todos la hemos entrevisto algunas tardes, volviendo a casa en el ómnibus repleto mirando por la ventanilla un barrio en el que no hemos vivido ninguna historia, observando quizás una mujer que se apeaba en la Juncal y Belgrano o mirando sin mirar el rostro vagamente conocido de una chica que viaja con un niño en brazos, tres asientos más allá. En esas ocasiones hemos sentido la pasajera alucinación de que no era la misma ciudad de todos los días sino otra, que llevamos tal vez en la mochila de nuestro inconsciente o incrustada en el Ello (después de escribir esto pienso que debería borrarlo, porque quién soy para hablar

EDUCACIÓN Los padres decían “porque no” y chau

Familia extendida de no hace mucho "Hasta no hace mucho, el Rey Absoluto de la Casa se llamaba Padre  y la Reina de todas las Reinas llevaba por nombre Madre " Tengo recuerdos de ese tiempo en que a veces los mayores se divertían con las monerías de los chicos. Si uno hacía una macana, se tocaban por debajo de la mesa para observarlos con disimulo y reírse a las carcajadas. No había llegado la moda del Niño Rey que sostiene que su satisfacción hasta en sus más pequeños caprichos es ley de la vida, porque si no hacen un berrinche que te la voglio dire o se frustran y le cuentan todo a la psicóloga. Mirá si un viejo iba a decirte “hijo mío, hoy no vamos a tomar Cocacola porque es posible que te haga mal a los dientes y no nos gusta que consumas tanta azúcar a tu edad”. Uno los ve a los chicos de ahora oyendo esas explicaciones y observa el brillo de triunfo en sus ojos, porque saben que detrás de esas palabras hay una confirmación de la debilidad de los mayores, que acabarán co

HISTORIA Ni entorno ni contorno

La esposa del más nombrado de los innombrables Increíbles cuentos con que los abuelos sazonan la imaginación de los nietos Perdida en una nube de recuerdos difusos, quizás se le confunde entre la tarde que dijo “no tengo entorno ni contorno”, y el expatriado aquel, cuyo nombre estaba prohibido pronunciar en su país, y a quien las vueltas de la historia dejarían de nuevo en la Argentina, sólo para ver cómo se le iba de las manos la organización que había soñado perfecta 18 años atrás, pero hace cuarenta años ya era un amontonamiento de ideas desvencijadas.  Flotaba en el aire una pesadilla de entrar a la Casa Rosada, un día de esos, ametralladora en mano, rosa roja en la boca y habanos para festejar, a sentarse en el sillón de Iguiri—Iguiri, como llamaban en la televisión al general Cangallo. Dicen que sonríe cada vez que se acuerda del patán de patillas, oriundo de su misma provincia, que una vez cruzó el mar, desde su país, sólo para llevarle un enorme ramo de flores y tomarse una fot