![]() |
Nagasaki destruída |
El 5 de agosto de 1985 se quita la vida, Paul Bregman, tripulante de un B-29 que participó en el bombardeo atómico de Nagasaki
El 5 de agosto de 1985, Paul Bregman, tripulante de un B-29 que participó en el bombardeo atómico de Nagasaki el 9 de agosto de 1945, se quitó la vida en su apartamento de Los Ángeles, California, a los 60 años. Su muerte, en vísperas del 40 aniversario del ataque nuclear, estuvo marcada por su desánimo ante el recuerdo del acontecimiento y problemas de salud.En 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, se desempeñó como navegante en una misión aérea en el Pacífico. Aunque su hermana, Vivian Nash, afirmó que formó parte de un B-29 que acompañó al Bockscar, el avión que lanzó la bomba atómica “Fat Man” sobre Nagasaki, los registros militares no confirman su presencia en la 509th Composite Group, encargada de la operación. Fue asignado al 39th Bomb Group en Guam, con un historial activo en otras misiones en el Pacífico.El 9 de agosto de 1945, el Bockscar, escoltado por otros B-29, arrojó la bomba atómica sobre Nagasaki, matando a unas 40.000 personas ahí nomás y dejando 35.000 heridos. La misión, complicada por mal tiempo y problemas de combustible, tuvo como blanco secundario a Nagasaki tras no poder atacar Kokura. La explosión devastó la ciudad, construida principalmente de madera, intensificando el impacto destructivo.
Tras la guerra, regresó a la vida civil en Los Ángeles, y trabajó como contador. Su vida profesional transcurrió sin mayor notoriedad, pero enfrentó problemas de salud, como diabetes, que afectaron su bienestar físico y emocional. La carga psicológica de su participación en la guerra, aunque no plenamente documentada, se manifestó en los años previos a su muerte.
El 5 de agosto de 1985, Vivian Nash lo encontró sin vida en el apartamento que compartían en el distrito de Van Nuys, colgado cerca de una escalera. La policía determinó que se había quitado la vida, sin dejar nota. Según Nash, su hermano estaba profundamente afectado por el 40 aniversario del bombardeo de Nagasaki, lo que agravó su depresión y problemas de salud.
La controversia sobre su papel en Nagasaki surgió tras su fallecimiento. Mientras Nash afirmó que fue navegante en un B-29 de apoyo, historiadores y registros de la Fuerza Aérea, como los del Maxwell Air Force Base, no hallaron evidencia de su participación en la misión. Charles Levy, bombardero e historiador del grupo, negó que estuviera en alguno de los aviones involucrados.
El bombardeo de Nagasaki marcó un hito en la historia. La explosión, con un rendimiento de 21 kilotones de TNT, ocurrió tres días después del ataque a Hiroshima, acelerando la rendición de Japón el 15 de agosto. Los efectos a largo plazo, como leucemia y cáncer entre los sobrevivientes, conocidos como hibakusha, evidenciaron la magnitud de la tragedia.
La vida de Bregman reflejó las secuelas psicológicas que enfrentaron algunos veteranos de la Segunda Guerra Mundial. Su decisión de quitarse la vida coincidió con un momento de reflexión global sobre las consecuencias de las armas nucleares, especialmente entre los hibakusha y los tripulantes de las misiones atómicas.
La investigación policial no halló pruebas definitivas de su papel exacto en Nagasaki, pero las declaraciones de su hermana destacaron el impacto emocional de aquel acontecimiento. Su muerte, en un contexto de introspección personal, subrayó las cicatrices invisibles de la guerra, incluso décadas después.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
A los que han ordenado lanzar las bombas atómicas, ni la tos les habrá dado.
ResponderEliminar