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Entrando al desecho |
Un camino que viene siendo usado desde el tiempo de los indios no puede ser arreglado Vialidad Nacional
Las imágenes fueron proporcionadas por Walter Antonio Santillán
Se contará aquí nuevamente la historia de los viejos carreros santiagueños que, cuando una senda se descomponía, les resultaba más fácil hacer un “desecho”, un camino al lado, que arreglarlo. Bueno, es la solución que ofrece Vialidad Nacional, yendo de aquí 200 metros antes de la entrada a Garmendia, a los automovilistas y camioneros que transitan la Ruta 34, un camino de ripio alternativo porque se rompió un puente y no quiere, no sabe o no puede repararlo.El “Desecho de la Ruta 34”, como conocen los lugareños a ese lugar, permanece en ese sitio desde hace más de 10 años, sin que, hasta el momento, la bolsada de ingenieros que dicen que trabajan en Vialidad Nacional haya encontrado una solución al problema. El pasto que ha crecido sobre el pavimento es una prueba de los años que lleva el puente sin ser reparado.El drama es que, si llueve, y uno de estos años va a volver llover lindo, Vialidad hallará que la solución es instalar un puente precario, como hizo en el pasado y organizará el cruce de un vehículo a la vez, formando una fila de cientos de iracundos conductores que tirarán no precisamente flores a quienes tengan a su cargo el trabajo de hacerlos circular.
Cuando se construyó esta ruta, ya pasaba por el lugar el viejo cauce de un río de verano, de los tantos que hay en una provincia llana como Santiago del Estero. Ese río comenzó a cruzar por ahí cada muchos años, en tiempos en que sólo grandes mamíferos, hoy extinguidos, vivían en la región, calcule que son al menos mil años.
La traza de la Ruta 34 fue quizás el camino que eligieron los hombres de la Primera Entrada, es decir los restos de la expedición de Diego de Rojas, cuando fracasaron en su intento de fundar una ciudad estable en esta parte y se volvieron al Perú. ¿Por qué volvieron por ahí? Porque, justamente, siempre hallarían agua, fundamental para viajar en tiempos en que se andaba a la hoy increíble velocidad de 30 kilómetros por día, andando bien y rápido.
Después fue muy usada por los comerciantes de mulas: las criaban en el norte de Santa Fe, sur de Santiago y las vendían en Potosí, Bolivia, pues eran usadas en sus minas para acarrear plata desde el fondo de la montaña.
Durante muchísimos años, siendo nacional, la ruta fue paralela a las vías del tren, hasta que, en la década del 90, se corrigió un poco la traza y, cumpliendo un viejo anhelo de miles de santiagueños y gente de todo el país, fue asfaltada, ¡aleluia!
A quienes viajan a Salta y Jujuy, les ahorra unos buenos kilómetros y los salva de cruzar Las Termas y San Miguel de Tucumán. Pero, justo ahí, donde pasaba el río que algunos viejos mapas nombran como Tajamar, hicieron un puente después de que el agua pasó por sobre el camino.
Al tiempo, hace unos diez años, el puente se rompió.
Y no lo arreglaron más.
En vez de eso, los ingenieros y técnicos de Vialidad Nacional, eligieron hacer un desecho, y mostrar al mundo entero el fracaso rotundo de la ingeniería en el país. Mientras en esta misma provincia, los ingenieros del pasado han levantado obras monumentales como el dique de Las Termas, los actuales no saben cómo arreglar un puente y cientos de miles de viajeros son testigos, todos los días y a toda hora, de su más rotunda y concluyente inutilidad.
Juan Manuel Aragón
A 3 de mayo del 2025, en Isla Mota. Comiendo un quirquincho.
Ramírez de Velasco®
Cuando se construyó esta ruta, ya pasaba por el lugar el viejo cauce de un río de verano, de los tantos que hay en una provincia llana como Santiago del Estero. Ese río comenzó a cruzar por ahí cada muchos años, en tiempos en que sólo grandes mamíferos, hoy extinguidos, vivían en la región, calcule que son al menos mil años.
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El puente roto |
Después fue muy usada por los comerciantes de mulas: las criaban en el norte de Santa Fe, sur de Santiago y las vendían en Potosí, Bolivia, pues eran usadas en sus minas para acarrear plata desde el fondo de la montaña.
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Años de desidia |
A quienes viajan a Salta y Jujuy, les ahorra unos buenos kilómetros y los salva de cruzar Las Termas y San Miguel de Tucumán. Pero, justo ahí, donde pasaba el río que algunos viejos mapas nombran como Tajamar, hicieron un puente después de que el agua pasó por sobre el camino.
Al tiempo, hace unos diez años, el puente se rompió.
Y no lo arreglaron más.
En vez de eso, los ingenieros y técnicos de Vialidad Nacional, eligieron hacer un desecho, y mostrar al mundo entero el fracaso rotundo de la ingeniería en el país. Mientras en esta misma provincia, los ingenieros del pasado han levantado obras monumentales como el dique de Las Termas, los actuales no saben cómo arreglar un puente y cientos de miles de viajeros son testigos, todos los días y a toda hora, de su más rotunda y concluyente inutilidad.
Juan Manuel Aragón
A 3 de mayo del 2025, en Isla Mota. Comiendo un quirquincho.
Ramírez de Velasco®
Si solucionan, les pagan. Si no solucionan, también.
ResponderEliminares decir,casas mas,casas menos,igualito a mi Santiago?
EliminarTal vez el artículo debería comenzar planteando cómo puede colapsar un puente nuevo, construido sobre un cauce que, aún en crecidas, no pasa de ser un arrolló de poca significancia.
ResponderEliminarVarias señales son alarmantes, según el relato.
Que después de construida la ruta se den cuenta de que por ahí pasa el agua, da idea de un muy mal nivel de estudios previos.
Si al puente se lo llevó el agua, evidencia que tampoco los estudios para fundaciones se hicieron debidamente.
Finalmente, lo que suele suceder en estos casos es que quien diseña la ruta se busca en la computadora algún plano de puenten"tipo", que udó antes en un camino de El Chaco, y que más o menos calza en ese punto, sin tener en cuenta las condiciones particulares del caudal, erosion y suelo locales.
Se debe saber además que la norma de diseño de puentes al momento de esa construcción era obsoleta, deficiente e incompleta, por lo que los ingenieros con experiencia usaban las de otros países para sus obras.
Dejo para el final la reflexión sobre la capacidad del estado para administrar y gestionar. En La Argentina se pretende que todo lo maneje el estado, y hasta cuando ocurre algún problema la gente reclama "el estado tiene que hacer algo!!!!"
Yo confío en que alguna vez se den cuenta de que cuanto menos se meta el estado, mejor funcionarán las cosas.
si? Siempre el Estado,este ya tiene dueño y hay que ser inteligente para adeñuarse de el,pero habria que preguntarle a los ingeneros ingleses que construyeron las vias del ferrocarril,se inunda todo,menos el lugar por donde pasan ellas.¿no sera que los igenieros Argentinos pasaron de grado haciendo un boquete en la pared?
ResponderEliminarSe paga peaje privado.Y a pesar de eso la ruta esta peor,con Estado y sin Estado
ResponderEliminarY si no la paga el Estado... quién? Los usuarios...? Ya le pagan a las Empresas privadas de los peajes...? Y ...?
ResponderEliminar¿Y QUE? NO REPARAN NI ACA NADIE,TODO ESTA ROTO Y ABANDONADO¡¡¡
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