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1949 ALMANAQUE MUNDIAL Pepo

Condorito

El 6 de agosto de 1949, Pepo, publicó en Chile la primera tira de Condorito, historietas cómicas que marcaron un hito en la cultura popular hispanoamericana

El 6 de agosto de 1949, en Chile, René Ríos Boettiger, conocido como Pepo, publicó la primera tira de Condorito, serie de historietas cómicas que marcó un hito en la cultura popular hispanoamericana. Surgida en la revista Okey, presentó a un cóndor antropomórfico, ingenioso y pícaro, que reflejaba el humor y las costumbres de la región. Inspirada en personajes de la vida cotidiana y en la sátira social, la historieta se convirtió en un fenómeno de masas, distribuida en múltiples países y traducida a varios idiomas.
Nacido en Concepción en 1911, René Ríos estudió Bellas Artes y trabajó como caricaturista en diversas publicaciones chilenas. Su seudónimo, Pepo, lo adoptó desde joven, inspirado en un apodo familiar. Antes de Condorito, colaboró en revistas como Topaze, donde desarrolló un estilo crítico y humorístico. Su experiencia en el dibujo y la sátira política lo preparó para crear una obra que combinara humor accesible con observaciones agudas sobre la sociedad.
La idea de Condorito surgió como respuesta a la influencia de personajes extranjeros en la cultura chilena. En particular, Pepo se inspiró en el corto animado Saludos Amigos de Disney, donde un cóndor representaba a Chile. Decidió transformar esa imagen en un personaje propio, un cóndor humanoide que vivía en el ficticio pueblo de Pelotillehue. Este lugar, inspirado en pequeños pueblos chilenos, fue el escenario perfecto para las aventuras de Condorito.
La primera tira, publicada en la revista Okey de la editorial Zig-Zag, mostró a Condorito como un personaje astuto, algo torpe, pero siempre optimista. Sus historias, de una o dos páginas, presentaban gags rápidos con un remate final, a menudo acompañado de la onomatopeya “¡Plop!”. Este recurso, que expresaba sorpresa o caída, se volvió característico de la serie y un sello reconocible para los lectores.
Los personajes secundarios enriquecieron rápidamente la historieta. Yayita, la eterna novia de Condorito, representaba la belleza y el carácter fuerte de la mujer americana. Otros como Don Chuma, Garganta de Lata y Huevoduro aportaron matices al humor, reflejando arquetipos sociales de la época. Cada personaje tenía una personalidad definida, lo que permitió a Pepo explorar diversas facetas del humor cotidiano.
La elección del cóndor como protagonista no fue casual. En Chile, este animal es un símbolo nacional, asociado con la majestuosidad de los Andes. Pepo lo humanizó para hacerlo relato, dotándolo de defectos y virtudes que resonaban con el público. Condorito era un antihéroe: no siempre triunfaba, pero su ingenio lo sacaba de apuros.
El humor de la serie se basaba en lo simple y en lo universal. Las tiras abordaban temas como el amor, la amistad, el trabajo y las pequeñas miserias diarias, siempre con un toque de ironía. Aunque inicialmente dirigida a adultos, su estilo visual y sus chistes accesibles atrajeron a lectores de todas las edades.
En sus primeros años, Condorito se consolidó en Chile y comenzó a expandirse a otros países de América Latina. La editorial Zig-Zag, que publicaba Okey, apostó por la serie, lanzando números especiales dedicados exclusivamente al personaje. Este éxito llevó a la creación de una revista propia en 1955, hito que marcó su popularidad creciente.
El estilo artístico de Pepo destacaba por su trazo limpio y expresivo. Sus dibujos, de líneas claras y colores vivos, hacían que los personajes fueran fácilmente reconocibles. La estética, combinada con diálogos ágiles, facilitó la identificación del público con las historias de Pelotillehue.
Para 1949, Condorito ya era un reflejo de la identidad chilena e hispanoamericana. Su capacidad para retratar lo cotidiano con humor y crítica social lo convirtió en un fenómeno cultural.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®

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