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Lluvia en Tijuana, Méjico |
El 4 de octubre del 2021 vuelve a llover en Tijuana, Baja California, Méjico, luego de 24 años de sequía extrema
El 4 de octubre del 2021 volvió a llover en Tijuana, Baja California, Méjico, luego de 24 años de sequía extrema, lo que marcó un hito del clima en la región. Las precipitaciones, asociadas a un sistema de baja presión, alcanzaron 25.5 milímetros en el mes, con dos días de lluvia, según datos históricos. La ciudad, conocida por su clima árido, experimentó un cambio inusual que afectó la vida diaria, el tráfico y las actividades al aire libre. Este fenómeno, debido a patrones climáticos atípicos, resaltó la variabilidad del clima en la región y su impacto en una población poco acostumbrada a tales condiciones. Los detalles reflejan un momento significativo en la historia meteorológica de Tijuana.Esta ciudad mejicana, en la frontera con Estados Unidos, se caracteriza por un clima semiárido, con precipitaciones anuales promedio de 215 milímetros, concentradas principalmente en invierno. Entre 1997 y el 2021, la ciudad enfrentó una sequía prolongada, con registros de lluvia mínimos, especialmente en octubre, mes que suele acumular solo 12 milímetros en promedio. La ausencia de precipitaciones significativas durante 24 años convirtió a Tijuana en una región dependiente de sistemas de agua importada.El 4 de octubre del 2021, un sistema de baja presión proveniente del Pacífico alteró las condiciones habituales. Los registros del Aeropuerto Internacional de Tijuana informaron de lluvias ligeras pero constantes, con una acumulación diaria estimada en 5 milímetros. La temperatura ese día osciló entre 16 y 23 grados centígrados, con una humedad relativa del 76 por ciento%, condiciones que favorecieron la formación de nubes y precipitaciones. Este acontecimiento formó parte de un octubre con 25 milímetros y medio de lluvia, el más húmedo en décadas.
La lluvia sorprendió a los vecinos, que no estaban preparados. Calles como el Bulevar 2000 y la Vía Rápida registraron encharcamientos menores, afectando el tráfico en horas pico. Las autoridades activaron protocolos de limpieza de alcantarillas, aunque no hubo inundaciones graves. La población, poco acostumbrada a días lluviosos, adaptó sus actividades, con una disminución notable en el uso de espacios públicos como parques y playas.
Datos históricos muestran que octubre del 2021 fue anómalo frente a los promedios de la región. Entre el 2009 y el 2020, las precipitaciones en octubre variaron de 0.1 milímetros a 50,4, siendo 2010 el año más lluvioso con tres días de lluvia. En el 2021, los dos días de precipitaciones marcaron un cambio significativo respecto a los años anteriores, pues octubre solía ser seco. La influencia de un patrón climático neutro, según expertos, contribuyó a este aumento.
La vegetación local, adaptada a la aridez, mostró signos de recuperación en áreas periféricas. Regiones como el Parque Morelos y el Cañón de los Laureles registraron un leve reverdecimiento, aunque insuficiente para alterar el ecosistema a largo plazo. Los cuerpos de agua cercanos, como la presa Abelardo L. Rodríguez, no informaron un aumento significativo en sus niveles debido a la limitada duración de las lluvias.
El sector agrícola, afectado por la sequía previa, recibió un impacto positivo limitado. Los cultivos de vid y olivo en el Valle de Guadalupe, a 30 kilómetros de Tijuana, se beneficiaron con la humedad, pero los agricultores señalaron que una sola lluvia no compensaba años de déficit hídrico. Las autoridades recomendaron optimizar el uso del agua ante la incertidumbre de futuras precipitaciones.
El acontecimiento fue cubierto por medios locales, que destacaron la rareza de la lluvia en Tijuana. Las redes sociales reflejaron la sorpresa de la gente, con publicaciones mostrando calles mojadas y cielos nublados. Algunos usuarios compararon este suceso con las lluvias de 1997, cuando se registraron 30 milímetros en octubre, el último año con precipitaciones significativas.
La comunidad científica atribuyó el fenómeno a cambios en los patrones del Pacífico, posiblemente influidos por una fase neutra tras años de La Niña. Los meteorólogos señalaron que, aunque inusual, la lluvia no indicaba un cambio permanente en el clima de Tijuana. Los modelos climáticos preveían un retorno a condiciones secas en los meses siguientes.
De todas maneras, el 4 de octubre de 2021 quedó registrado como un día de ruptura en la historia del clima de esta ciudad. Las lluvias, aunque moderadas, alteraron la dinámica de una ciudad acostumbrada a la aridez, destacando la imprevisibilidad del clima.
Ramírez de Velasco®
Empezando por el título, y luego todo lo que sigue, la crónica está plagada de contradicciones.
ResponderEliminarEn primer lugar, si no llueve "significativamente" por 24 años, entonces la sequía "es" el clima de Tijuana y no algo inusual. Lo inusual es que hubiera llovido fuerte, en vez de los 24 años anteriores sin lluvia, lo que por otro lado es también una particularidad de los climas desérticos. O sea que hasta aquí, nada raro.
Aparentemente la "sequía" no fue tal, ya que la crónica menciona que hubo precipitaciones no significativas, y se menciona que tuvieron lluvias menores durante esos años. Otro dato que indica que la falta de lluvia es lo usual es que la población no hubiera estado acostumbrada a la lluvia y que "el cambio inusual afectó la vida diaria, el tráfico y las actividades al aire libre".
Tampoco el evento puede considerarse como "un día de ruptura en la historia del clima de esta ciudad", ya que los registros de ese país no pasan de los 100 años de antigüedad, o menos, por lo que nadie puede aseverar que esa condición no se hubiera repetido antes...... seguramente se repitió muchas veces.
La crónica sólo busca plantear como extraordinario un fenómeno aparentemente normal, usando una serie de términos sensacionalistas que atraigan la atención del lector desprevenido. En resumen, una noticia sobre ausencia de noticias.