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Escudo de la Confederación Argentina |
El 11 de septiembre de 1852, una revolución en Buenos Aires origina la separación de la provincia de la Confederación Argentina
El 11 de septiembre de 1852, una revolución en Buenos Aires marcó la separación de la provincia de la Confederación Argentina, dando origen al Estado de Buenos Aires, que se mantuvo independiente hasta 1861. Tras la derrota de Juan Manuel de Rosas en la Batalla de Caseros, Justo José de Urquiza asumió el control, pero las tensiones con los porteños llevaron al rechazo del Acuerdo de San Nicolás. La revolución, liderada por figuras como Valentín Alsina y Bartolomé Mitre, resultó en la creación de una constitución propia en 1854. El conflicto con la Confederación continuó, culminando en batallas como Cepeda y Pavón, hasta la reunificación.Tras la Batalla de Caseros el 3 de febrero de 1852, Urquiza derrotó a Rosas, iniciando la etapa de Organización Nacional. Las provincias acordaron redactar una constitución federal. Buenos Aires, sin embargo, buscó mantener su preeminencia económica y política. El Acuerdo de San Nicolás, firmado el 31 de mayo, designó a Urquiza como Director Provisorio y convocó un Congreso Constituyente en Santa Fe, lo que generó resistencia entre los porteños.La madrugada del 11 de septiembre estalló la revolución en Buenos Aires. Militares y civiles, opuestos a Urquiza, tomaron el control. El gobernador delegado, José Miguel Galán, no pudo contener el levantamiento y abandonó la provincia. La Legislatura, disuelta por Urquiza, se reunió nuevamente y nombró a Guillermo Pinto como gobernador interino.
El mismo día, se proclamó la separación de Buenos Aires de la Confederación Argentina. La Sala de Representantes exigió el regreso de sus diputados del Congreso en Santa Fe. Un comunicado oficial anunció la intención de extender el movimiento a otras provincias, sin especificar medios militares, pero con disposición a defenderlo con armas.
En octubre, se envió al general José María Paz a Córdoba para explicar la posición porteña. El gobernador de Santa Fe impidió su paso, frustrando la misión. Paz asumió el mando militar en el norte de Buenos Aires, con base en San Nicolás. La provincia comenzó a organizarse como un estado autónomo.
En 1854, se sancionó la Constitución del Estado de Buenos Aires. Estableció un régimen republicano, con un período gubernativo de cuatro años, diferente a los seis de la Confederación. Reconoció al catolicismo como religión oficial, a diferencia del compromiso menor de la Confederación. La elección del gobernador recaía en la Sala de Representantes.
El Estado de Buenos Aires prosperó gracias al control de la Aduana. Recibió préstamos extranjeros, desarrolló bancos y el primer ferrocarril. La Confederación, con capital en Paraná, enfrentó problemas económicos. Las tensiones persistieron, con intentos fallidos de invasión a Buenos Aires por líderes federales como Jerónimo Costa.
En 1859, la Batalla de Cepeda enfrentó a Urquiza y Mitre. La derrota porteña llevó al Pacto de San José de Flores, que comprometió a Buenos Aires a integrarse a la Confederación, aceptando la Constitución de 1853 con reformas. Las negociaciones fueron mediadas por Paraguay.
Las diferencias continuaron, y en 1861, la Batalla de Pavón resultó en la victoria de Mitre. Esto marcó la disolución del gobierno de la Confederación. Mitre asumió el poder nacional como presidente provisional, iniciando la reunificación.
El Estado de Buenos Aires mantuvo su autonomía hasta el 17 de septiembre de 1861. La victoria en Pavón consolidó la preeminencia porteña en la organización nacional, logrando los objetivos de los líderes revolucionarios de 1852.
Ramírez de Velasco®
El Acuerdo de San Nicolás y el Pacto de San José de Flores son a los que nuestro preámbulo se refiere en su texto "......en cumplimiento de pactos preexistentes....."
ResponderEliminarLamentablemente BsAs nunca fue un buen cumplidor de pactos relacionados con los intereses provinciales....hasta nuestros días.
Pesé a ello en Santiago seguimos celebrando el "día de la autonomía provincial", algo que ojalá alguna vez logremos que sea una realidad.