Sedientos de sangre En el Ejército Revolucionario del Pueblo pensaban que la pureza ideológica se alcanzaba con sangre y que solo la violencia purgaría el país Un pequeño gran genocidio preparaba Mario Roberto Santucho en caso de obtener, aunque fuera una mínima ventaja en la lucha revolucionaria que inició para tomar el poder a punta de pistola. En conversaciones informales, reconstruidas luego, le habría dicho a su hermano Oscar (Chicho):"Creo que para lograr la patria socialista vamos a tener que matar a no menos de un millón de personas". El dicho afirma que, si un gato tuviera el tamaño de un tigre, comería a sus dueños y, por las dudas, a todo el vecindario. Extrapolando el argumento se podría decir que, si un militante izquierdista de teléfono celular tuviera una ametralladora se cargaría a todos los que para él tuvieran cara de enemigos. Es una suerte que los padres, los abuelos de quienes hoy militan en organizaciones izquierdistas, no hayan accedido al poder. De hab...
Cuaderno de notas de Santiago del Estero