Los venezolanos deciden su destino |
La represión tuvo condimentos macabros, como la detención del yerno de Edmundo González Urrutia
A 72 horas de la investidura presidencial, Venezuela navega en un mar de tensión palpable, con el chavismo desplegando una intensa campaña de represión e intimidación que ha marcado el ambiente político y social del país. Desde la madrugada del martes, hay un aumento significativo en las detenciones de opositores, activistas y hasta ciudadanos extranjeros, en lo que parece ser una estrategia del gobierno de Nicolás Maduro para consolidar su poder antes de la investidura del próximo viernes.La represión tuvo condimentos macabros, como la detención del yerno de Edmundo González Urrutia, el candidato opositor que ganó las elecciones del pasado 28 de julio según observadores internacionales. Este acto de intimidación se ha extendido con el uso de drones sobrevolando la casa de la madre de María Corina Machado, líder opositora, y cortes selectivos de electricidad en regiones estratégicas. Además, se han visto agentes encapuchados apostados en las puertas de las viviendas de disidentes, aumentando la sensación de vigilancia y temor entre la población.En medio de esta atmósfera, la pregunta sobre quién será reconocido como el legítimo presidente de Venezuela ha dividido a la comunidad internacional. Mientras el gobierno de Nicolás Maduro insiste en su victoria electoral, Edmundo González Urrutia, respaldado por la oposición, afirma que asumirá la presidencia el viernes, a pesar de las amenazas de detención en cuanto pise suelo venezolano. La lista de países que reconocen a uno u otro líder es crucial para entender la dimensión internacional de la crisis venezolana:
Edmundo González Urrutia ha recibido reconocimiento de Estados Unidos, España, Canadá, y varios países de América Hispana como Colombia, Brasil, Argentina, y Chile. Estos países han expresado su apoyo a la oposición, alegando que las elecciones fueron fraudulentas y que González Urrutia es el verdadero ganador.
Nicolás Maduro aún mantiene el reconocimiento de aliados tradicionales como Cuba, Rusia, China, Turquía, e Irán. Estos países, junto con algunos otros de menor influencia, continúan apoyando su administración, considerando su reelección como legítima, a pesar de las denuncias de fraude y las evidencias de irregularidades.
Esta división internacional no solo refleja la polarización interna de Venezuela sino también las alianzas geopolíticas en juego. La comunidad internacional observa con preocupación y expectativa los acontecimientos venideros, sabiendo que la investidura del viernes podría ser un punto de inflexión decisivo para el país.
En respuesta a esta tensión, la oposición venezolana ha organizado una movilización nacional para mañana, un día antes de la investidura. El comando ConVZla ha revelado puntos de concentración en cada estado del país, buscando demostrar fuerza y unidad frente a lo que consideran una usurpación del poder de Maduro. La convocatoria es para una protesta pacífica pero firme, con la intención de que los venezolanos se manifiesten en contra de la represión y en apoyo al reconocimiento internacional de González Urrutia como presidente electo. Esta movilización es vista tanto como un acto de resistencia civil como una estrategia para presionar en el orden nacional e internacional por una transición democrática.
Estas acciones revelan una Venezuela al borde de un posible cambio, marcada por una represión que busca silenciar el descontento y asegurar el control político. Sin embargo, la resistencia de la oposición y la presión internacional podrían ser factores decisivos en los días venideros. La pregunta que se cierne sobre el país no es solo quién gobernará, sino cómo saldrá Venezuela de este ciclo de confrontación y encontrar un camino hacia la estabilidad y la democracia.
La situación no solo es un reflejo de las luchas internas por el poder, sino también un espejo de las tensiones globales, cuando cada país y organización internacional está posicionándose según sus intereses y principios. La comunidad internacional espera con atención y preocupación, sabiendo que la resolución de esta crisis podría sentar un precedente significativo para otras naciones en situaciones similares.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
Con 7.7 millones de venezolanos exiliados (el 25% de la población), será muy difícil que el país se pueda liberar del gobierno actual. Al igual que en Cuba, con el éxodo de gente el regimen se ha librado de la oposición, por lo que no hay fuerza civil que les pueda hacer frente.
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