Ir al contenido principal

1803 ALMANAQUE MUNDIAL Doppler

Christian Doppler

El 29 de noviembre de 1803 nace Christian Doppler; fue el matemático y físico austríaco que formuló el principio que se conoce como efecto Doppler


El 29 de noviembre de 1803 nació Christian Andreas Doppler. Fue un matemático y físico austríaco. Formuló el principio (ahora conocido como efecto Doppler) de que la frecuencia observada de una onda depende de la velocidad relativa de la fuente y del observador.
Nació en Salzburgo en 1803. Fue el segundo hijo de Johann Evangelist Doppler y Theresia Seeleuthner. Su padre era albañil de tercera generación en Salzburgo. Cuando era niño, Doppler se mostró prometedor para el oficio de su familia. Pero debido a su mala salud, su padre lo animó a seguir una carrera en los negocios.
Comenzó la educación primaria a la edad de 13 años. Una vez finalizada, pasó a la educación secundaria en una escuela de Linz. Su competencia en matemáticas fue descubierta por Sion Stampfer, un matemático de Salzburgo. Por su recomendación, Doppler se tomó un descanso de la escuela secundaria para asistir al Instituto Politécnico de Viena en 1822.
Regresó a Salzburgo en 1825 para terminar su educación secundaria. Luego de terminar la secundaria, estudió filosofía en Salzburgo y matemáticas y física en la Universidad de Viena y en el Instituto Politécnico Imperial-Real.
En 1829, fue elegido para un puesto asistente del profesor Adam Von Burg en el Instituto Politécnico de Viena, donde siguió sus estudios. En 1835, decidió emigrar a los Estados Unidos para ocupar un puesto en el mundo académico. Antes de partir le ofrecieron un puesto de profesor en una escuela secundaria estatal en Praga, lo que lo convenció de quedarse en Europa.
En 1837 fue nombrado profesor asociado de matemáticas y geometría en el Instituto Politécnico de Praga. Recibió un puesto de profesor titular en 1841.[2]
Antes, en 1836 se había casado con Mathilde Sturm, hija del orfebre Franz Sturm. Con Mathilde tuvieron cinco hijos juntos. Su primera hija fue Mathilde, que nació en 1837. El segundo hijo, Ludwig, nació en 1838. Dos años más tarde, en 1840, nació Adolf. La cuarta hija, Bertha Doppler, nació en 1843 y el último, Hermann, en 1845.
En 1842, a los 38 años, ofreció una conferencia en la Real Sociedad Bohemia de Ciencias y posteriormente publicó "Sobre la luz coloreada de las estrellas binarias y algunas otras estrellas de los cielos". En este trabajo postuló su principio (más tarde llamado efecto Doppler) de que la frecuencia observada de una onda depende de la velocidad relativa de la fuente y el observador, y luego intentó usar este concepto para explicar los colores visibles de las estrellas binarias. (Más tarde se demostró que esta hipótesis era errónea).
Doppler también creía incorrectamente que, si una estrella superara los 136.000 kilómetros por segundo en velocidad radial, entonces no sería visible para el ojo humano.
Siguió trabajando como profesor en el Politécnico de Praga, publicando más de 50 artículos sobre matemáticas, física y astronomía, pero en 1847 dejó Praga para ocupar la cátedra de matemáticas, física y mecánica en la Academia de Minas y Bosques en Selmecbánya (entonces Reino de Hungría, ahora Banská Štiavnica Eslovaquia).
Su investigación fue interrumpida por la Revolución Húngara de 1848. En 1849 huyó a Viena y en 1850 fue nombrado director del Instituto de Física Experimental de la Universidad de Viena. Mientras estuvo allí, junto con Franz Unger, influyó en el desarrollo del joven Gregor Mendel, el padre fundador de la genética, que fue estudiante en la Universidad de Viena de 1851 a 1853.
Murió el 17 de marzo de 1853 a los 49 años a causa de una enfermedad pulmonar en Venecia (que en ese momento era parte del Imperio austríaco). Su tumba está en el cementerio de San Michele en la isla veneciana de San Michele.
Hay una confusión sobre el nombre completo de Doppler. Él se refería a sí mismo como Christian Doppler. Los registros de su nacimiento y bautismo afirman Christian Andreas Doppler. El segundo nombre de Doppler lo comparte su tatarabuelo Andreas Doppler. Cuarenta años después de su muerte, el astrónomo Julius Scheiner introdujo el nombre inapropiado de Johann Christian Doppler. Desde entonces, muchos han copiado el error de Scheiner.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Entradas populares de este blog

AÑORALGIAS Santiago querido

La Secco Somera lista (a completar), de lo que hay todavía en la ciudad mágica habitada por los santiagueños, sus sueños y saudades Algunas cosas que antes sabía haber en Santiago y no hay más, se perdieron para siempre, consignadas en este sitio para que al menos quede su recuerdo. Esta lista la publiqué hace algunos años en Feibu y los amigos la completaron. 1 Helados “Kay”, más ricos no hay. 2 El auto Unión, (con motor de dos tiempos, como la Zanella). 3 Las heladeras Vol-Suar. 4 Las prohibidas del Renzi (¡Coca!, cuánto amor). 5 La bilz de Secco (la de ahora no es lo mismo, qué va a ser). 6 El Santa Ana, El Águila, empresa Robert, el Manso llegando desde el fondo del saladillo. 7 Cheto´s bar. 8 El peinado batido de las mujeres. 9 El jopo (ha vuelto, pero como mariconada). 10 La nueva ola y los nuevaoleros. 11 El Tuco Bono. 12 El departamento Matará. 13 Panchito Ovejero vendiendo billetes de lotería. 14 La Porota Alonso. 15 La Gorda de Anelli. 16 Tala Pozo. 17 Mi tata. 18 Panadería L

LEYENDA El remís con chofer sin cabeza

Imagen de Facebook de David Bukret Un misterioso auto circula por las calles de Santiago y La Banda: un caso que está dando que hablar en todos lados Un hombre detiene su motocicleta en el parque Aguirre, lleva una mujer atrás, son las 3 de la mañana. Se apean debajo de un eucalipto, justo cuando empiezan a besarse aparece un auto, un remís que los encandila y se queda parado, como esperando algo. Ella pega un grito: “¡Mi marido!”, suben de nuevo a la moto y se van. Antes de irse, el hombre observa que en el remís no hay nadie, parece vacío, pero ya ha acelerado, a toda velocidad y no se va a detener. Ha pasado varias veces, según cuentan los parroquianos en el café con nombre y apellido, en una historia que va pasando de mesa en mesa, repitiéndose todos los días con más detalles. Las mentas hablan de un remís que aparece de manera impensada, no solamente cuando detecta traiciones amorosas, sino que asustó a varios muchachos que andaban trabajando de noche en casas que no eran las suya

EVOCACIÓN El triste final de la Dama de Hierro

Mercedes Marina Aragonés El recuerdo para quien el autor de esta nota llama Dama de Hierro, algunas anécdotas y la apreciación sobre una personalidad controvertida Por Alfredo Peláez No fue el final que posiblemente soñó en sus años de poder y esplendor. Cuando el nombre Nina paralizaba hasta el más taimao. Se fue en silencio, casi en puntas de pie, como vivió sus últimos años. Muy pocos lloraron a Marina Mercedes Aragonés de Juárez, la dama que supo ser de hierro, en tiempos idos. Seguramente coqueteó en esos años con un funeral al estilo Evita, con su féretro en el salón principal de la Casa de Gobierno, o en el Teatro 25 de Mayo, y largas colas de santiagueños para darle el último adiós. Pero solo fueron sueños de diva. Nada de eso ocurrió. Los diarios santiagueños apenas se hicieron eco de su fallecimiento. Al fin y al cabo, más importante eran los 470 años del pago que ella intento domesticar a rienda corta y chicote. Quedarán miles de anécdotas que la tuvieron como protagonista.