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Quisieron matarla |
El 1 de septiembre de 2022 hay un intento de asesinato contra la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, en Buenos Aires
El 1 de septiembre de 2022 hubo un intento de asesinato contra la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, en Buenos Aires. Fue cuando Fernando André Sabag Montiel gatilló dos veces en su rostro con una pistola Bersa calibre 7.65 milímetros que se atascó, sin disparar. El atentado ocurrió en la puerta de su casa en el barrio de Recoleta, mientras saludaba a simpatizantes. La investigación posterior reveló detalles sobre el atacante, el arma y el contexto del hecho, que conmovió al país. Se detuvo a Sabag Montiel y a su pareja, Brenda Uliarte, como principales sospechosos. El caso, tramitado en la justicia federal, generó un amplio despliegue policial y judicial.La noche del 1 de septiembre, Cristina Fernández de Kirchner llegaba a su departamento en la calle Juncal, Recoleta, tras una jornada política. Decenas de personas se congregaban allí, como era habitual, para mostrarle apoyo en medio de una causa judicial en su contra. Alrededor de las 9 de la noche, mientras saludaba a la multitud, un hombre se acercó entre la gente. Se trataba de Fernando André Sabag Montiel, de 35 años, quien apuntó una pistola a pocos centímetros de su rostro.El arma, una Bersa Thunder 32, calibre 7.65 milímetros, estaba cargada con cinco balas. Sabag Montiel apretó el gatillo dos veces, pero el arma falló. Testigos relataron que se escuchó un clic, pero no hubo disparos. La rápida reacción de los presentes permitió reducir al atacante en el lugar. Simpatizantes y seguridad privada lo inmovilizaron hasta la llegada de la Policía Federal.
La investigación quedó a cargo de la jueza federal María Eugenia Capuchetti. Se determinó que Sabag Montiel, de nacionalidad brasileña pero radicado en la Argentina desde niño, actuó con premeditación. En su celular se encontraron mensajes que sugerían planificación. Además, se identificó a Brenda Uliarte, su pareja, como posible cómplice. Ambos fueron detenidos esa misma noche.
El arma utilizada, una pistola semiautomática, estaba registrada a nombre de un tercero, pero Sabag Montiel la portaba ilegalmente. Pericias confirmaron que, aunque operativa, el mecanismo falló por un atascamiento en el momento del ataque. Se hallaron también indicios de que el atacante había estudiado los movimientos de la vicepresidente días antes.
El hecho ocurrió en un contexto de alta tensión política. Cristina Fernández enfrentaba un juicio por presuntas irregularidades en la obra pública durante su presidencia. Las manifestaciones a su favor se habían intensificado frente a su domicilio. El intento de asesinato generó repudio unánime de la clase política, desde el oficialismo hasta la oposición.
La Policía Federal reforzó la seguridad en Recoleta tras el incidente. Se instalaron vallas y se restringió el acceso al domicilio de la vicepresidente. Las fuerzas de seguridad realizaron allanamientos en los domicilios de Sabag Montiel y Uliarte, en busca de pruebas. Se secuestraron celulares, computadoras y otros elementos relevantes.
El caso fue caratulado como tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. La justicia ordenó la prisión preventiva de los acusados. Durante los interrogatorios, Sabag Montiel se negó a declarar, mientras que Uliarte negó su participación. La investigación continuó para determinar si hubo más involucrados.
El impacto del hecho resonó en los medios nacionales e internacionales. Las imágenes del ataque, captadas por cámaras de seguridad y celulares, se difundieron rápidamente. Mostraban el momento en que Sabag Montiel apuntaba a la vicepresidente, generando conmoción en la opinión pública.
El 1 de septiembre de 2022 quedó marcado como un día de extrema gravedad para la democracia argentina. El intento de asesinato, frustrado por el fallo del arma, expuso la vulnerabilidad de las figuras políticas en un clima de polarización. La justicia avanzó para aclarar el caso, que mantuvo en vilo al país.
Ramírez de Velasco®
La pistola no es como el revolver, si gatillas una vez y falla no puedes volver a gatillar, salvo que la remontes. Para mí era un "sacha" sicario, contratado pur le galerie. O sea simular un intento de magnicidio,
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