Ir al contenido principal

DEPORTE Sangre en el reñidero

Imagen ilustrativa nomás

Relato


De Finca de Ramos Taboada, en La Banda, venía un negro con fama de volador, muy bueno, sin ninguna perdida. Igualamos peso y me tocó con ese. Era de un hombre de apellido Ramírez, no sé si lo ubica. Al mío, después de ese domingo lo iba a dejar para que saque cría. Bueno me lo había salido, pero ya estaba bien, había demostrado lo que valía, su temple, su ánimo, su raza.
Dicen que es una actividad sangrienta, capaz que sí, ¿no?, pero más sangre se come en una cuarta de morcilla y nadie se queja, eso que no suele faltar en los asados. La patrona rezonga porque los huevos de las gallinas finas son más chicos y los pollos tienen poca carne.
—¿Por qué no criamos pavonas?— pregunta a veces.
—Dejame aunque sea que tenga un vicio— le contesto.
Ella se junta los sábados a la tarde con las amigas a jugar a la pandorga, al loco y nunca le digo nada. Pero uno también tiene derecho a gastar unos pesitos en una diversión, ¿no le parece?, para algo trabaja y se desloma de lunes a sábado.
Algunos quieren prohibirlos, ¡ahá!, digamé cómo van a hacer, si hay pueblos en que todos se dedican a la cría: los policías, los ladrones los maestros, los alumnos, los comerciantes, los clientes, el carnicero, el panadero, el cura, los feligreses, los empleados, los patrones, los albañiles desde el capachero hasta el maestro mayor de obra, el intendente, el que recoge la basura, el que barre la calle, el que está sentado en la oficina tinquiándose el coto. Pobres y ricos los crían. Y el que no, aunque sea va a mosquetear un sábado, a ver qué pasa, a cambiar figuritas de los últimos chismes que andan dando vueltas en la villa.
El blanco me salió bueno, lo hice topar en el Misqui Mayu, en Santiago, en el Aibe y en Clodomira. Hasta Las Termas no llegué nunca, ahí tallan los tucumanos, gente peleadora, vuelta a vuelta hacen relucir las facas, dicen. Pero uno sale a distraerse un rato más que nada, ver cómo topan los animales, tomar un buen vino, comer unas empanadas quizás, saludar a los amigos y aprender de los que saben.
Siempre tengo dos o tres, como para despuntar el vicio. El mío tiene cuatro ganadas y una tabla: me la pidió un doctor de la ciudad, porque lo iba llevando mal. Después del baño, nada más que para protegerlo al mío se la entregué. Antes le pedí:
—Setenta y treinta.
Eso quiere decir que yo llevaba el 70 por ciento de la parada y él, el 30 restante. Primero reculó, pero el blanco le tiró un puazo en el ojo y como le iba a quedar tuerto, aceptó. En su lugar hubiera hecho lo mismo, amigo. Muchos son brasileros, animales de primera que traen en avión y todo. Los de nosotros, el pobrerío, son de aquí nomás, cruzas que hacemos a la criolla, no le digo a la bartola, pero en muchos casos cerca le anda.
Dicen que en la ciudad la gente hace otras cosas, se junta en los cafés, va al cine, sale a comer algo, en este pago no tenemos nada de eso: muy de vez en cuando hay cuadrera y después está la fiesta de la Virgencita que hacen todos los años. Es triste la vida por aquí, la tierra es salitrosa, un año no llueve y al siguiente tampoco.
A cualquier cristiano le puede salir un buen animal, sea rico, sea pobre. Todo el amor del mundo les damos, los alimentamos bien, les hacemos volidos de cien en cien para que aprendan, les cortamos las plumas, les pasamos limón en las patas, les hablamos para hacerlos corajudos. Lo único malo para ellos es que no tienen cómo elegir el dueño.
Los jugadores piensan que del último peso se puede volver a juntar una fortuna. Los he visto en las truqueadas que se arman a veces, apuestan hasta el último centavito que les va quedando en el fondo del bolsillo y, cuando ya no tienen nada a veces piden prestado. Cuando me ofrecieron tablas no fue por jugador, sino porque había tomado unos vinos de más que no agarré viaje. ¿Ha visto cómo el alcohol lo pone de bravo al cristiano zonzo? Ese día estaba punteado alto, por puro orgullo no lo levanté al mío y dejé que se batiera hasta el final, sabiendo que lo perdería, pobre bicho. Ciego, ensangrentado, sin fuerzas, sin embargo, seguía tirando con un atrevimiento que le llegaba desde el fondo de los tiempos. Cuando el otro le hizo esa cortada en el pescuezo, empezó a sangrar de más, a chorros. Entonces lo levanté, no tenía sentido dejarlo expuesto a la vergüenza. Pero seguía tirando y tirando, le hablé despacito, se calmó un poco, hasta que después de un temblor en todo el cuerpo, como que quiso cantar y se aflojó entero.
Murió en mis brazos, pobrecito.
No creo que alguna vez vuelva a ser dueño de uno igual.
Pero, así es el deporte de los gallos, mi amigo.
Dicen que el próximo fin de semana echan riña en Pozo Hondo, ¿será?
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Entradas populares (últimos siete días)

BALCEDO Otro país crecía a su alrededor

Bobadal hoy, visto desde el satélite Brevísima historia de un hombre que forjó un pueblo lejano desde un almacén a trasmano del mundo El hombre se llamaba Balcedo Santillán. Era el dueño del almacén “El luchador”, en el lejanísimo Bobadal, pueblo que estuvo mucho tiempo a trasmano del tren, de las principales rutas y caminos, de los ríos y arroyos, con decir que ni los aviones surcaban su cielo. Nada pasaba por ahí, salvo camiones llevando leña, el ómnibus de la empresa Piedrabuena, carros cañeros, los sulkys en que se manejaban los vecinos y algún viajero que caía por ahí rumbo a otra parte. Alguien dijo alguna vez que los vecinos vivían tras los ancochis, protegiéndose de las inmensas nubes de tierra que dejaban los vehículos de cuatro ruedas. Que honraban su nombre muy bien puesto: “bobadal”, tierra suelta. Balcedo estaba ahí desde mucho antes de que el gobierno loteara el lugar y trazara las calles, algunas de forma arbitraria, pues cruzaban por el medio del patio de algunas casas....

LIBRO Magui Montero partió su alma

Magui Montero al centro, a la izquierda Manuel Rivas, a la derecha, Marcela Elías La presentación de un libro de poesías convocó a un nutrido grupo de amigos y admiradores Por Juan Gómez Fue el miércoles a la caída del sol. Café-Librería “Bellas alas”. Magui Montero presentó su libro “Hasta partir el alma”. De pronto las mesas se cubrieron de flores multicolores (mujeres) que ofrecieron alegría y ruido. Lluvias de ideas entrelazadas entre sí: “Interpela / herida social / mar de la vida / ternura extraviada / intento de reparar / la fuerza de la esperanza / la poesía una forma de escuchar que empieza con la palabra / el papel me reclama que escriba / habla una parte del alma”. La idea de la presentación de su obra literaria, Maqui quiso que tomáramos nota que está en contacto con su alma. Un refrán francés dice que “la gratitud es la memoria del corazón”. Tras sus palabras uno comprende que la vida apura y no tiene tiempo. Quiere encontrar lo extraordinario en lo cotidiano. Escogió es...

ALTO EL FUEGO Cuando el odio es un negocio

El mundo civilizado apoya lo incivil A muchos no les gusta lo que está sucediendo en estos momentos en el Oriente Cercano, Israel y Gaza, vea por qué Por Natalio Steiner desde Raanana, Israel Se logró el acuerdo. El fuego se detuvo. Y de golpe, silencio. Ni marchas, ni carteles, ni lágrimas de alivio. La paz llegó… y a muchos parece que no les gustó. “Habría esperado que las calles de Europa y los campus del mundo estallaran de alegría por el fin de lo que durante meses llamaron ‘genocidio’”, dijo Naftali Bennett, ex ministro israelí. Pero no pasó. Porque su causa nunca fue la vida de los palestinos. Fue el odio a Israel. La oportunidad de sentirse moralmente superiores sin entender nada. Durante meses repitieron lo que les dictaban desde los bunkers ideológicos, sin una idea propia, sin un dato, sin contexto. Ahora que el fuego se apaga, se apaga también su utilidad. Ya no hay cámaras, ni trending topics, ni víctimas que mostrar. Y sin eso, no hay negocio. La paz los deja sin discurso...

María Corina Machado obtiene el Nobel de la Paz

María Corina Machado Una luchadora incansable por la libertad y la justicia en un país bajo la opresión del socialismo En un mundo en que la oscuridad del autoritarismo se extiende como una sombra implacable, la noticia de que María Corina Machado ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025 ilumina el horizonte con esperanza renovada. Anunciado hace un rato en Oslo por el Comité Noruego del Nobel, el galardón reconoce su incansable labor por promover los derechos democráticos del pueblo venezolano y su lucha por una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia. Nacida en Caracas en 1967, Machado, ingeniera industrial de formación, ha transformado su herencia de liderazgo en un faro de resistencia civil ante la opresión del socialismo. Desde sus inicios en la política, ha encarnado la valentía frente a la opresión. Fundadora del partido Vente Venezuela en 2012, unió fuerzas opositoras en la alianza Soy Venezuela, demostrando que la unidad es el arma más poderos...

VIDALA Retumban ecos perdidos

Rosas en un billete de 20 pesos Lo que alguna vez fue un sueño regresa en silencio, como si el tiempo no hubiera pasado sobre aquellas noches Cuando llegaba la noche, le venía a la memoria una antigua vidala que cantaba despacito para no despertar alucinaciones pasadas. No recuerdo la letra, sólo sé que nombraba a una mujer, pero casi todas las vidalas llaman un amor que desertó. A esa hora ya estaba en marca la revolución que soñábamos. Habíamos designado ministros, teníamos firmados los decretos que anticipaban la aurora que se vendría y planeábamos algunos pequeños gustos que nos daríamos cuando estuviéramos instalados en la cima del poder, como salir a tomar café al mismo bar de siempre o mandar a comprar sánguches de milanesa en el mercado Armonía —porque gobernaríamos desde Santiago— y convidar a todo el mundo durante una deliberación de gabinete. Al llegar la fortuita, incierta hora en que la reunión estaba tan linda que uno no sabía si acostarse para luego levantarse baleado o ...