Ir al contenido principal

LEYENDA Crisis inmobiliaria

Quebracho colorado

Qué pasó el día que todas las plantas del bosque se quedaron sin cobijo, a quién recurrieron y qué soluciones les ofreció


Una vez hubo una crisis inmobiliaria tremenda, las plantas no conseguían casa para ir a vivir con seguridad. Era más o menos este tiempo, principios de marzo y sabían que, si no hallaban una solución a mano, más adelante, cuando llegara el invierno su situación sería desesperada, se iban a morir de frío a la intemperie.
Churquis, mistoles, talas, algarrobos, tuscas, afatas, cachiyuyos, todos andaban muy afligidos. Los inviernos de antes solían ser muy duros, no como ahora que se han convertido en una sopa tibia y malsana. A esta altura del año las noches eran más bien frías y las plantas tenían miedo de quedarse secas para cuando llegaran las heladas. Si llega a haber más de 50 días con temperatura bajo cero, no sé qué va a ser de nosotros, decían casi a coro. No nos va a quedar una sola hojita, después no vamos a florecer y es posible que al final quedemos todos muertos.
Esto fue antes de que llegara la moda de los campos sembrados con filas parejitas, interminables y derechas, de soja, maíz, sorgo o vaya a saber qué.
¿No le han contado? El bosque santiagueño estaba formado por un exquisito entramado de plantas y animales, viviendo uno de lo que el otro dejaba caer o directamente del otro: había bichos que no llegaban ni al tamaño del próximo punto de esta nota y otros más grandes, todos viviendo no vamos a decir en armonía, porque eso no era armónico, pero sí complementario.
No éramos un bosque milenario, oiga, cuando llegaron los españoles no habíamos formado la floresta que después fuimos. No hay registros que señalen que hayan venido macheteando en medio del bosque: más bien aquí había grandes pastizales con manchones de bosques ralos. La vaca, los caballos, las cabras, contribuyeron a nuestra grandeza, aunque no lo crea. Ellos aceleraron un proceso que ya venía dándose de a poco, es decir ayudaron a la expansión de nuestro imperio.
Después cubrimos todo el paisaje, nos hicimos un cuerpo enorme abarcando—con Santiago en el centro —varias provincias y la yapa. En medio de todo ese bosque, por ahí se levantaban caseríos dispersos, unos más grandes, otros más pequeños, algunos de dos o tres viviendas humildes, que dieron origen a una cultura forjada por el quichua, pero a la que nosotros, el bosque, le dio su carácter, una trinchera de acción y su impronta.
Lo que pasó fue que, en aquellos momentos, cuando estábamos en plena expansión, no dejábamos de tener entre nosotros, las tensiones propias del crecimiento. Ya nos concebíamos como lo que después llegamos a ser, un gran entramado de miles y miles de kilómetros cuadrados de vida, como si hubiéramos respirado al unísono, éramos un solo animal de vegetación.
Y llegó la crisis inmobiliaria.
En una reunión que hicimos en un abra de aquella inmensa espesura, decidimos confiarle la solución al mayor entre nosotros: el quebracho. Vos que sos duro, andá y negociá las condiciones con los propietarios, los ángeles del bosque, le dijimos.
Al volver dijo que no le habían dado ninguna solución, pero que ni ese invierno ni los restantes íbamos a tener problema, él tomaría sobre sus espaldas la tarea de entregarnos el cobijo necesario.
¿Ha notado que, en invierno, cuando todo el bosque estaba seco y mustio, el quebracho era el único que tenía follaje? Bueno, esa era su humilde contribución a la protección de las otras plantas, no tan altas del bosque. Por eso tiene un “páaj”, como un viento, un llanto que larga y enferma a los cristianos que se le acercan: los corre por ingratos, porque nunca supieron apreciar lo que era. 
Pero también el quebracho fue quizás el único de todos que entendió que la solución que daba al resto del bosque sería efímera. Hoy, a la altura de su copa y más bajo también, pasan los aviones fumigadores, terminando lo último de aquel gran acuerdo de vida que fue la selva santiagueña.
No quedan rastros de nosotros, de las criaturas que vivían bajo nuestra sombra, entre las raíces, el tronco, las ramas. Tampoco queda el registro de aquella gran crisis inmobiliaria que un buen día llevó al quebracho a ser el padre del monte.
©Juan Manuel Aragón
A 4 de marzo del 2024, en el barrio Libertad. Hondeando urpilas

Comentarios

Entradas populares (últimos siete días)

BALCEDO Otro país crecía a su alrededor

Bobadal hoy, visto desde el satélite Brevísima historia de un hombre que forjó un pueblo lejano desde un almacén a trasmano del mundo El hombre se llamaba Balcedo Santillán. Era el dueño del almacén “El luchador”, en el lejanísimo Bobadal, pueblo que estuvo mucho tiempo a trasmano del tren, de las principales rutas y caminos, de los ríos y arroyos, con decir que ni los aviones surcaban su cielo. Nada pasaba por ahí, salvo camiones llevando leña, el ómnibus de la empresa Piedrabuena, carros cañeros, los sulkys en que se manejaban los vecinos y algún viajero que caía por ahí rumbo a otra parte. Alguien dijo alguna vez que los vecinos vivían tras los ancochis, protegiéndose de las inmensas nubes de tierra que dejaban los vehículos de cuatro ruedas. Que honraban su nombre muy bien puesto: “bobadal”, tierra suelta. Balcedo estaba ahí desde mucho antes de que el gobierno loteara el lugar y trazara las calles, algunas de forma arbitraria, pues cruzaban por el medio del patio de algunas casas....

LIBRO Magui Montero partió su alma

Magui Montero al centro, a la izquierda Manuel Rivas, a la derecha, Marcela Elías La presentación de un libro de poesías convocó a un nutrido grupo de amigos y admiradores Por Juan Gómez Fue el miércoles a la caída del sol. Café-Librería “Bellas alas”. Magui Montero presentó su libro “Hasta partir el alma”. De pronto las mesas se cubrieron de flores multicolores (mujeres) que ofrecieron alegría y ruido. Lluvias de ideas entrelazadas entre sí: “Interpela / herida social / mar de la vida / ternura extraviada / intento de reparar / la fuerza de la esperanza / la poesía una forma de escuchar que empieza con la palabra / el papel me reclama que escriba / habla una parte del alma”. La idea de la presentación de su obra literaria, Maqui quiso que tomáramos nota que está en contacto con su alma. Un refrán francés dice que “la gratitud es la memoria del corazón”. Tras sus palabras uno comprende que la vida apura y no tiene tiempo. Quiere encontrar lo extraordinario en lo cotidiano. Escogió es...

ALTO EL FUEGO Cuando el odio es un negocio

El mundo civilizado apoya lo incivil A muchos no les gusta lo que está sucediendo en estos momentos en el Oriente Cercano, Israel y Gaza, vea por qué Por Natalio Steiner desde Raanana, Israel Se logró el acuerdo. El fuego se detuvo. Y de golpe, silencio. Ni marchas, ni carteles, ni lágrimas de alivio. La paz llegó… y a muchos parece que no les gustó. “Habría esperado que las calles de Europa y los campus del mundo estallaran de alegría por el fin de lo que durante meses llamaron ‘genocidio’”, dijo Naftali Bennett, ex ministro israelí. Pero no pasó. Porque su causa nunca fue la vida de los palestinos. Fue el odio a Israel. La oportunidad de sentirse moralmente superiores sin entender nada. Durante meses repitieron lo que les dictaban desde los bunkers ideológicos, sin una idea propia, sin un dato, sin contexto. Ahora que el fuego se apaga, se apaga también su utilidad. Ya no hay cámaras, ni trending topics, ni víctimas que mostrar. Y sin eso, no hay negocio. La paz los deja sin discurso...

María Corina Machado obtiene el Nobel de la Paz

María Corina Machado Una luchadora incansable por la libertad y la justicia en un país bajo la opresión del socialismo En un mundo en que la oscuridad del autoritarismo se extiende como una sombra implacable, la noticia de que María Corina Machado ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025 ilumina el horizonte con esperanza renovada. Anunciado hace un rato en Oslo por el Comité Noruego del Nobel, el galardón reconoce su incansable labor por promover los derechos democráticos del pueblo venezolano y su lucha por una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia. Nacida en Caracas en 1967, Machado, ingeniera industrial de formación, ha transformado su herencia de liderazgo en un faro de resistencia civil ante la opresión del socialismo. Desde sus inicios en la política, ha encarnado la valentía frente a la opresión. Fundadora del partido Vente Venezuela en 2012, unió fuerzas opositoras en la alianza Soy Venezuela, demostrando que la unidad es el arma más poderos...

VERANO El gustoso sufrimiento de una tradición

Perfil de Santiago a la siesta El santiagueño ama tanto el calor que es tema recurrente de todas sus conversaciones, cuando llega el tiempo La poliorcética es el arte y la técnica militar desarrollada en la Antigua Grecia para el asedio y la defensa de ciudades fortificadas. El término significa, justamente, "arte de atacar y defender plazas fuertes". Este conocimiento se derivaba de la estructura de las pólis (ciudades—estado griegas), que a menudo estaban amuralladas y requerían estrategias específicas para su protección o conquista, como el uso de máquinas de asedio, trincheras y tácticas de bloqueo. Los santiagueños se ven asediados todos los años, por un sordo rencor que los atormenta hasta límites insoportables, sobre todo cuando el tiempo regala días frescos de la noche a la mañana, y con mediodías de sol ma non tropo. Para no sufrir, se abrigan como si fueran al Polo Sur, y hasta se hacen los de tiritar en las paradas mientras esperan el colectivo. Desean con el alma ...