Ir al contenido principal

1977 CALENDARIO NACIONAL Lucha

Luciana Aymar

El 10 de agosto de 1977 nace Luciana Aymar, considerada la mejor jugadora de hockey sobre césped de todos los tiempos

El 10 de agosto de 1977 nació Luciana Paula Aymar, “Lucha” en Rosario. Es una jugadora de hockey sobre césped, considerada la mejor de todos los tiempos. Se destacó por su habilidad, velocidad y dribbling, liderando a Las Leonas en múltiples títulos. Debutó en la selección nacional a los 16 años, ganó cuatro medallas olímpicas, dos mundiales, seis Champions Trophy y tres oros panamericanos. Fue elegida mejor jugadora del mundo ocho veces, jugó en clubes argentinos y europeos, y se retiró en 2014 tras una carrera legendaria.
Nació en Rosario, hija de René Aymar y Nilda Vicente, con tres hermanos: Cintia, Lucas y Fernando. A los siete años comenzó a jugar en el Club Atlético Fisherton, acompañando a su hermana mayor. A los 13 años pasó al Jockey Club de Rosario, donde perfeccionó su técnica. Su talento temprano la llevó a entrenar con la selección juvenil, viajando diariamente a Buenos Aires.
Debutó con la selección mayor en 1998, en el Mundial de Utrecht, cuando Argentina finalizó cuarta. A los 16 años, ya formaba parte de Las Leonas, nombre que adoptó el equipo en el 2000. Ese año, en los Juegos Olímpicos de Sídney, obtuvo su primera medalla de plata, marcando el inicio de una era dorada para el hockey argentino.
Participó en cuatro Juegos Olímpicos, logrando medallas en todos: plata en Sídney 2000 y Londres 2012, y bronce en Atenas 2004 y Pekín 2008. Disputó 28 partidos olímpicos y anotó 11 goles. En Londres 2012, fue la abanderada de la delegación argentina, la segunda jugadora de hockey en recibir este honor tras Marcelo Garraffo.
Ganó dos Copas del Mundo, en Perth 2002 y Rosario 2010, y bronce en Madrid 2006 y La Haya 2014. En 376 partidos con Las Leonas, anotó 162 goles. Su liderazgo como capitana desde 2009 consolidó al equipo como potencia mundial, acumulando 22 medallas internacionales durante su carrera.
Recibió el premio a la Mejor Jugadora del Mundo por la Federación Internacional de Hockey en ocho ocasiones: 2001, 2004, 2005, 2007-2010 y 2013, un récord único. En 2008, la Federación la declaró Leyenda del Hockey. En 2010, obtuvo el Premio Konex de Platino como la mejor jugadora de la década en Argentina.
Jugó principalmente en clubes argentinos, como Quilmes Atlético Club (2000-2007), donde fue subcampeona del Torneo Metropolitano en 2006, y GEBA (2008-2011), ganando la Liga Nacional y el Torneo Metropolitano en 2008 y 2009. En el extranjero, triunfó con Rot Weiss Köln (Alemania, 1998) y Real Club de Polo de Barcelona (España, 2004), conquistando la Liga Alemana y la Copa de la Reina, respectivamente.
Se retiró el 7 de diciembre de 2014, tras ganar el Champions Trophy en Mendoza, el sexto de su carrera (2001, 2008-2010, 2012, 2014). Fue elegida mejor jugadora del torneo en 2010, 2012 y 2014. Su último partido, contra Australia, culminó con una victoria por penales.
Tras su retiro, se dedicó a dar charlas motivacionales, trabajó como comentarista en ESPN Latinoamérica y colaboró en proyectos para promover el hockey femenino. En el 2016, se estrenó el documental Lucha, jugando con lo imposible, dirigido por Ana Quiroga, que narra su vida y carrera.
Su impacto trascendió el deporte, aumentando la popularidad del hockey en Argentina. Las afiliaciones a clubes crecieron tres veces tras su irrupción. En 2015, el estadio mundialista de Rosario fue renombrado Estadio Luciana Aymar en su honor. En 2010, el gobierno argentino emitió un sello postal con su imagen.
Firmó contratos publicitarios con marcas como Nike, Gatorade y Rexona, consolidándose como la deportista argentina con más patrocinios. Desde el 2017, está en pareja con el extenista chileno Fernando González, con quien tiene dos hijos, nacidos en 2019 y 2021. Su legado inspira a nuevas generaciones de jugadoras.
Ramírez de Velasco®



Comentarios

Entradas populares (últimos siete días)

EFEMÉRIDES SANTIAGUEÑAS Del 8 de julio

¿Mengele o Ascher? En 1985, el juez del crimen de La Banda empieza un expediente para dilucidar si un criminal nazi había vivido en esa ciudad El 8 de julio de 1985, el juez del crimen de La Banda Andrés Francisco Miotti inicia una investigación para saber si Gualterio o Walter Ascher era el criminal de guerra nazi José Mengele. Unos días antes, el diario El Liberal había publicado una sensacional historia, casi una confirmación de la leyenda urbana que sostenía que un criminal de guerra nazi, había vivido en La Banda con un nombre supuesto. Walter o Gualterio Ascher había vivido en La Banda entre fines de la década del 40 y principios del 50 y se sospechaba que podría haber sido un nazi prófugo de los tribunales de Núremberg. Para iniciar su investigación, el fotoperiodista Jesús del Carmen Martínez, conocido como “Chito”, amplió una fotografía de Mengele, tomada de un libro sobre la II Guerra Mundial y la mostró a quienes decían haber conocido a Ascher. Les preguntaba si sabían ...

FÁBULA Don León y el señor Corzuela (con vídeo de Jorge Llugdar)

Corzuela (captura de vídeo) Pasaron de ser íntimos amigos a enemigos, sólo porque el más poderoso se enojó en una fiesta: desde entonces uno es almuerzo del otro Aunque usté no crea, amigo, hubo un tiempo en que el león y la corzuela eran amigos. Se visitaban, mandaban a los hijos al mismo colegio, iban al mismo club, las mujeres salían de compras juntas e iban al mismo peluquero. Y sí, era raro, ¿no?, porque ya en ese tiempo se sabía que no había mejor almuerzo para un león que una buena corzuela. Pero, mire lo que son las cosas, en esa época era como que él no se daba cuenta de que ella podía ser comida para él y sus hijos. La corzuela entonces no era un animalito delicado como ahora, no andaba de salto en salto ni era movediza y rápida. Nada que ver: era un animal confianzudo, amistoso, sociable. Se daba con todos, conversaba con los demás padres en las reuniones de la escuela, iba a misa y se sentaba adelante, muy compuesta, con sus hijos y con el señor corzuela. Y nunca se aprovec...

FURIA Marcianos del micrófono y la banca

Comedor del Hotel de Inmigrantes, Buenos Aires, 1910 Creen saber lo que piensa el pueblo sólo porque lo nombran una y otra vez desde su atril, lejos del barro en que vive el resto Desde las olímpicas alturas de un micrófono hablan de “la gente”, como si fueran seres superiores, extraterrestres tal vez, reyes o princesas de sangre azul. Cualquier cosa que les pregunten, salen con que “la gente de aquí”, “la gente de allá”, “la gente esto”, “la gente estotro”. ¿Quiénes se creen para arrogarse la calidad de intérpretes de “la gente”? Periodistas y políticos, unos y otros, al parecer suponen que tienen una condición distinta, un estado tan sumo que, uf, quién osará tocarles el culo con una caña tacuara, si ni siquiera les alcanza. Usted, que está leyendo esto, es “la gente”. Su vecino es “la gente”. La señora de la otra cuadra es “la gente”. Y así podría nombrarse a todos y cada uno de los que forman parte de esa casta inferior a ellos, supuestamente abyecta y vil, hasta dar la vuelta al m...

SANTIAGO Un corazón hecho de cosas simples

El trencito Guara-Guara Repaso de lo que sostiene la vida cuando el ruido del mundo se apaga y solo queda la memoria de lo amado Me gustan las mujeres que hablan poco y miran lejos; las gambetas de Maradona; la nostalgia de los domingos a la tarde; el mercado Armonía los repletos sábados a la mañana; las madrugadas en el campo; la música de Atahualpa; el barrio Jorge Ñúbery; el río si viene crecido; el olor a tierra mojada cuando la lluvia es una esperanza de enero; los caballos criollos; las motos importadas y bien grandes; la poesía de Hamlet Lima Quintana; la dulce y patalca algarroba; la Cumparsita; la fiesta de San Gil; un recuerdo de Urundel y la imposible y redonda levedad de tus besos. También me encantan los besos de mis hijos; el ruido que hacen los autos con el pavimento mojado; el canto del quetuví a la mañana; el mate en bombilla sin azúcar; las cartas en sobre que traía el cartero, hasta que un día nunca más volvieron; pasear en bicicleta por los barrios del sur de la ciu...

CONTEXTO La inteligencia del mal negada por comodidad

Hitler hace el saludo romano Presentar a Hitler como enfermo es una fácil excusa que impide comprender cómo una visión organizada del mundo movió a millones hacia un proyecto criminal De vez en cuando aparecen noticias, cada una más estrafalaria que la anterior, que intentan explicar los horrores cometidos por Adolfo Hitler mediante alguna enfermedad, una supuesta adicción a drogas o un trastorno psicológico o psiquiátrico. Sus autores suelen presentarse como bien intencionados: buscan razones biológicas o mentales para comprender el origen del mal. Sin embargo, esas razones funcionan, en cierta forma, como un mecanismo involuntario o voluntario quizás, de exculpación. Si hubiese actuado bajo el dominio de una enfermedad que alteraba su discernimiento, los crímenes quedarían desplazados hacia la patología y ya no hacia la voluntad que los decidió y la convicción que los sostuvo. En el fondo, ese gesto recuerda otros, cotidianos y comprensibles. Ocurre con algunas madres cuando descubre...