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Mambrú |
El 11 de septiembre de 1709 se libra la batalla de Malplaquet, en el norte de Francia, durante la Guerra de Sucesión Española
El 11 de septiembre de 1709 se libró la batalla de Malplaquet, en el norte de Francia, durante la Guerra de Sucesión Española, cuando las fuerzas aliadas lideradas por el duque de Marlborough y el príncipe Eugenio de Saboya derrotaron al ejército francés bajo el mando del mariscal Villars, en un enfrentamiento sangriento que marcó un punto crítico en el conflicto, inspirando la canción Mambrú se fue a la guerra.La Guerra de Sucesión Española (1701-1714) buscaba resolver la disputa por el trono español tras la muerte de Carlos II sin herederos. Los aliados, entre ellos Gran Bretaña, los Países Bajos y el Sacro Imperio, apoyaban al archiduque Carlos de Austria, mientras Francia y España respaldaban a Felipe V, nieto de Luis XIV. Malplaquet, cerca de la frontera con los Países Bajos, fue un enfrentamiento clave para romper las defensas francesas.El ejército aliado, con unos 86.000 hombres, llevaba británicos, holandeses, austriacos y prusianos. Enfrentaron a unos 80.000 soldados franceses liderados por Claude Louis Hector de Villars y el mariscal Louis François de Boufflers. La batalla se desarrolló en un terreno boscoso y pantanoso, cerca de Mons, en la actual Bélgica, entonces parte de los Países Bajos españoles.
A las 7 de la mañana, los aliados iniciaron el ataque. El ala izquierda, bajo el mando del príncipe de Orange, avanzó contra las posiciones francesas en el bosque de Sars. Los franceses, atrincherados, resistieron con artillería pesada. El combate fue feroz, con intensos enfrentamientos cuerpo a cuerpo en los bosques de Taisnières y Laer.
El centro aliado, liderado por Marlborough, enfrentó dificultades debido a las fortificaciones francesas. Eugenio de Saboya atacó el flanco derecho, logrando avances tras horas de lucha. A mediodía, un asalto coordinado rompió las líneas francesas, forzando a Villars, herido en la rodilla, a ceder el mando a Boufflers.
La canción origial en hispanoamérica
Malplaquet permitió a los aliados capturar Mons el 20 de octubre de 1709, pero no lograron un avance decisivo. La resistencia francesa fortaleció la posición de Luis XIV en las negociaciones de paz. El Tratado de Utrecht, firmado en 1713, consolidó a Felipe V como rey de España.
La canción Mambrú se fue a la guerra surgió tras la batalla, inspirada en un rumor francés de que John Churchill, duque de Marlborough, había muerto. La pieza original, Marlbrough s’en va-t-en guerre, se cantó en Francia como burla al líder británico. El nombre “Mambrú” derivó de una adaptación fonética de “Marlborough”.
Según el escritor François-René de Chateaubriand, la melodía podría tener raíces árabes, traída por cruzados en el siglo XIII. El libro Notes pour l’histoire de la chanson de V. Lespy (1861) sugiere un origen en una tonada sobre “Mambrou”, aunque sin pruebas concluyentes. La melodía se popularizó rápidamente en Francia.
En el reinado de Luis XVI, una nodriza cantó la canción al delfín en Versalles, extendiéndola a la corte y al pueblo. Su tono satírico y su ritmo pegajoso la hicieron un éxito. Se dice que Napoleón la tarareó durante su campaña rusa de 1812.
Con la llegada de los Borbones a España, la canción cruzó los Pirineos como Mambrú se fue a la guerra. Se adaptó al español, transformando “Marlborough” en “Mambrú”. En España, se popularizó entre niñas, acompañando juegos como la rayuela.
En América Latina, la canción llegó durante la época colonial. En la Argentina, María Elena Walsh la revitalizó en los años 60 y 70, integrándola al repertorio infantil. La letra narra la partida de Mambrú a la guerra, su posible retorno en Pascua o la Trinidad, y su muerte, con un pájaro cantando sobre su tumba.
La versión hispana incluye estribillos como “qué dolor, qué dolor, qué pena” y “do re mi, do re fa”. En México y Bolivia, se añaden versos como “chivirín chivirín chin chin” y en la Argentina es “chirivín, chirivín, chin, chín”. En Bolivia y la Argentina, un pajarillo canta “pío pío pa”. Estas variaciones reflejan adaptaciones culturales.
La melodía inspiró otras obras. Beethoven la usó en La victoria de Wellington (1813) para representar a los franceses. Fernando Sor creó variaciones para guitarra. En la cultura popular, aparece en Los Simpson, Shrek (versión en español) y Los cuentos de la calle Broca.
En el siglo XX, la canción se consolidó como un clásico infantil en el mundo hispanohablante. Grabaciones de artistas como Canti Rondas (1998) y Øyen (2019) están disponibles en plataformas como Spotify. Su simplicidad y tono agridulce la mantienen vigente en escuelas y jardines de infantes.
Ramírez de Velasco®
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