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Mostrando las entradas etiquetadas como Trapos

PELO El corte de los hombres

Moderno corte Los peluqueros de varones hoy deben ser más preparados que los de las mujeres por las nuevas exigencias que tienen algunos En la remota antigüedad del siglo pasado el corte de pelo de los hombres era una cuestión bastante sencilla. Usted iba, se sentaba, le ponían esos trapos que le protegían la ropa del pelambre que caía y le preguntaban: “¿Cómo va a querer el pelo?”. La respuesta era casi siempre escueta, a saber: a), bien cortito, b), ni tan corto ni tan largo o c), retocalo un poco nomás. Listo, el peluquero sabía qué hacer. En las mujeres el asunto era más complicado. Los peluqueros debían saber qué largo querían, qué tipo de cabello tenían, cuál era la forma de la cara de cada una y el color que llevaban o al que querían llegar. Además, debían tener en cuenta si se había ido a cortar el cabello porque acababa de dejar con el novio y andaba en la búsqueda de otro, si estaban bien con el marido y solamente querían conservarlo, si pretendían un corte y un peinado para

CONCEPTOS Viejo sí, verde ni en pedo

Gaucho viejo “En algunos casos la palabra tiene un dejo despectivo, que no llega al agravio, aunque expresa un cierto desdeño o un menosprecio algo atenuado” Una mala noticia para los que no quieren envejecer: van a perder la carrera contra el tiempo, así que mejor háganse a la idea. Si tienen suerte van a llegar a viejos, pero al final se van a morir, igual que todos, es decir dejando de respirar y con el cuerpo pudriéndose. Y no, amigo, no venga con eso de los 20 años en un rincón del corazón, porque no es verdad. La edad es una cuestión relativa, pero no depende de uno sino de los años que van pasando entre el momento de su nacimiento y el día de hoy o con qué o con quién se compare. El que le diga otra cosa, seguro que le quiere vender algo. Porque es el comercio, necesitado de juventud compradora, el que inventó eso de que no hay viejos, porque la vejez es un estado del alma, viejos son los trapos, hay que mirar la vida con optimismo, y todo ese blablablá para veteranos que, por a