Ir al contenido principal

MANUEL La herencia de mi tata

Juan Carlos y Manuel Corvalán

Escrito para contar por qué Manuel Corvalán, que vivía en el barrio Ejército Argentino, fue uno de los hombres más interesantes que ha dado la provincia


De entre la herencia que recibí de mi tata, nada tan apreciado como algunos amigos que también han partido hacia el mundo del silencio, como Manuel Corvalán, el hombre que salvó el parque Sur para ciudad. Al frente del barrio Ejército Argentino había un espacio vacío que, entre un intendente y un gremialista, querían apropiárselo para levantar otro barrio. Corvalán y un grupo de vecinos se opusieron de manera vigorosa y lograron que un intendente posterior lo convirtiera en el Parque Sur. El gobierno actual lo transformó embelleciéndolo para llevarlo a una categoría superior de plazas, de paso le cambió el nombre y lo bautizó justamente “Mario Bonacina”, el jefe de la comuna que lo reintegró definitivamente a la ciudad.
Corvalán tuvo algunas ideas que no se llevaron adelante, pero con un florido lenguaje extraído de la burocracia, las exponía tan bien, que cualquiera se convencía de la posibilidad de su construcción y de que llevarlas adelante era algo provechoso. Usted podría haber criticado sus ideas por locas o impracticables, pero lo cierto es que en un momento de altísimo individualismo como que ya se vivía en ese tiempo, daba el ejemplo al pensar en el prójimo y en su bienestar.
Hombre inteligente, supo pedir trabajo a don Juan Carlos de Borbón su majestad, el rey de España. Lo hizo de una forma sencilla pero inteligentísima, de tal suerte, que el Jefe de Seguridad del Palacio, lo habló por teléfono para averiguar cómo había hecho para llegar tan cerca del monarca.
Fue a principios de la década del 90 cuando, en un número de la revista “¡Hola!”, observó que el Rey había tenido un accidente, por lo que debió ser internado en un hospital de Madrid. También consignaban el nombre de su médico personal, que conocía a su paciente prácticamente desde que amboseran chicos. Cortó la página de la revista, con un plan fabricado en la mente y volvió a su casa.
Luego se dio a la tarea de buscar el número de teléfono del hospital aquel. Lo consiguió en la vieja Telefónica y otro día, calculando que en España sería temprano en la mañana, discó el número. Lo atendió un guardia, pidió hablar con el médico del rey, le respondió que llegaba más tarde, y pasaba por la puerta donde estaba él. Debía hablar rápido y claro, porque una comunicación con la Madre Patria era carísima, le preguntó al guardia si trabajaba al día siguiente, y sí, también trabajaba. Entonces le dijo que le enviaría un fax para ser entregado al médico en mano propia, en cuanto llegara.
Al día siguiente, a la misma hora, envió el fax de una carta, de una carilla y escrito a mano, en que le explicaba que era de Santiago del Estero, la ciudad más antigua fundada por los españoles en la Argentina, le enumeraba en qué podía serle útil y le pedía trabajo.
Dicho y hecho, esa mañana, el Médico del Rey llego al Hospital y el Guardia le entregó el papel. Imagine, amigo, su estupefacción. Contaba Manuel que el otro volvió a su vehículo y se fue volando hasta el Palacio de la Zarzuela, donde vivía el Rey. Como hombre de confianza, llegó directamente al comedor donde desayunaba junto a su consorte, doña Sofía, y sus hijos.
Le entregó el fax diciéndole: “Mira, Juanito”, porque parece que así le dicen los amigo. Juanito, es decir el Rey, lo leyó y su rostro se cubrió de asombro. La familia real en pleno corrió hacia un planisferio que tenían en la pared, a buscar dónde quedaba esa misteriosa Santiago del Estero de la que hablaba el fax.
Corvalán había puesto su domicilio como remitente y el número de teléfono de la casa de un vecino, porque en su casa no tenía. En aquel tiempo el teléfono, concedido por la empresa a unas pocas familias, era un lujoso aparato que no se podía mover de su lugar, generalmente el comedor o el living. Se daba como número, el de un vecino de confianza para que lo llamasen en caso de apuro, urgencias, muertes, cosas así. La vecina corrió a avisarle a Manuel que lo hablaba uno, parecía un gallego.
Era el Jefe de la Guardia Personal del Rey, el capo di tutti gli capi de sus guardaespaldas. Le averiguó cómo había hecho para comunicarse con don Juan Carlos —sus colaboradores no lo tratan de Rey ni le dicen su Alteza o Señor Monarca sino don Juan Carlos nomás— porque había eludido todas las normas Iso9000 de la seguridad de allá para ponerse en contacto. Manuel le explicó su plan con lujo de detalles, en una conversación en que prácticamente fue interrogado por el policía español aquel.
Al día siguiente a la misma hora, la siesta de aquí y la nochecita de allá, ¡otra llamada! Era el Médico del Rey, le contó que el otro estaba vivamente impresionado por la forma en que se había comunicado y le avisó que quería un hombre así, inteligente y perspicaz para que trabajase con él.
“No sé si creer o no todo lo que pasó”, contaba después Corvalán. Porque con el atentado de Atocha, se trancaron todos los pedidos de residencia en España, al menos por un tiempo. Los gallegos quedaron con miedo al terrorismo y no iba a ser bien visto que, justamente el Rey, tomara un argentino a su servicio. Después el asunto se enfrió y la Corona Española se perdió a un gran tipo, que mucho podría haberlos ayudado, sobre todo en tiempos en que la gente piensa mal de los reyes en general, habla mal de ellos, de sus riquezas, su pompa, su brillo, su esplendidez.
Yo se la cuento como me la contó Manuel Corvalán, que antes había sido amigo de mi tata y recibí en preciosa herencia, cultivada en cientos de horas sentados en una plaza del barrio Ejército Argentino, donde vivía y por cuyas calles caminaba como si hubieran sido suyas, propias.
Esto ya lo publiqué en otra parte, pero el otro día anduve por su barrio y lo recordé, entonces me propuse brindarle un homenaje haciendo lo único que aprendí en la vida, aunque no tan bien como quisiera, redactando estas líneas. Nunca se lo dije, pero en los ojos de Manuel veía revelados, como en un túnel del tiempo, los de mi tata.
Los sigo extrañando.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. Un genio tu la oportunidad de charlar

    ResponderEliminar
  2. Es una historia emocionante y muy creible.

    ResponderEliminar
  3. Yo lo conocí y en reiteradas oportunidades hablé con el, pues como yo trabajaba en el IPVU y Manuel siempre estaba gestionando ayuda social ( módulos habitacionales, etc) para gente de su barrio. Buena persona, muy tratable. Época de Carlos Arturo.

    ResponderEliminar
  4. Yo fuí testigo de su tozudes por lograr que el Parque Sur fuera lo que hoy es.
    Una siesta de verano pasé por la esquina de la calle 59 y Av. belgrano y Manuel Corvalan estaba sólo picando ladrillos con una maza y me puse a conversar con él y me dijo: Aquí va a ser el Parque Sur y obvio cómo otros tantos que lo escucharon decir lo mismo me dije: está loco!!!
    He contado con su honorable amistad, el mismo Manuel Alonso Corvalan llevó al Ejército Argentino (único barrio de ésa zona por la época) el teléfono y el gas.
    Una calle de ése barrio debería llevar su nombre.
    Un hombre nacido para gestionar.

    ResponderEliminar
  5. Tuve la oportunidad de conocerlo y por muchos años recorrió los pasillos del ipvu y otras reparticiones. Entre sus logros está la famosa pasarela de la Av. Belgrano, frente a su barrio, fue en la época de la intervención federal del año 1993.

    ResponderEliminar
  6. Me encantó el relato. Felicitaciones!!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

CARABAJAL Los hermanos no son unidos

La nota en El Liberal La historia al parecer no es como se quiso que apareciera en el diario El Liberal, hay un trasfondo que debe salir a la luz Por Alfredo Peláez, Fredy "Los hermanos sean unidos / porque ésa es la ley primera, / tengan unión verdadera, / en cualquier tiempo que sea, / porque si entre ellos se pelean / los devoran los de ajuera". Los célebres versos del Martín Fierro. Esta nota va a costar escribirla. Porque se trata de dos entrañables amigos. De dos hermanos de la vida. Kali y Musha. Musha y Kali Carabajal. No tenemos la misma sangre, pero es como si la tuviéramos. Amigos de años. Pasajeros del tiempo. Marcelo Jozami publicó hoy en El Libera “LosCarabajal inicia una etapa con nuevos integrantes”, además de la inclusión de instrumentos de percusión y de viento en el afán de volver a una sonoridad de raíz. El cambio más notorio se da en uno de sus tradicionales integrantes, Mario Rolando Carabajal, ”Musha”, quien atraviesa por una delicada situación de salu...

EXCLUSIVO Kali, el que faltaba hablar

Kali Carabajal La voz que faltaba para completar la historia de los Carabajal dijo su verdad en una entrevista que brindó al corresponsal en Mar del Plata Alfredo Peláez, Fredy En el periodismo aprendí a moverme con cautela. A no ir más allá de lo que la circunstancia merece, y no pasar jamás sobre los otros. Nobleza obliga. No podía darle voz al querido amigo Musha y silenciar al otro querido hermano de la vida, Kali, el eterno Carabajal, como alguna vez supe bautizarlo. es el más antiguo del grupo, de la época del mítico Agustín, el fundador. Ya estaba en el baile y no quedaba otra que bailar. Con más dudas que certezas lo llamé a Kali. Al teléfono me respondió: —Hola hermano querido. A vos no te puedo mentir. Musha, mi querido hermano, no se portó bien con el grupo. Mas que Mario, su esposa Miriam. Después de actuar en Cosquín, fuimos a Recreo, Musha ya estaba enfermo y no viajó. Al retornar le dimos su parte. Como correspondía. Como por su enfermedad no podía hablar, nos comunicamo...

1942 AGENDA PROVINCIAL Zurita

Carlos Zurita, y detrás Gilda Roldán y Francisco Santucho El 31 de marzo de 1942 nace Carlos Zurita, sociólogo, poeta, escritor y académico que combina las ciencias sociales con la creación literaria El 31 de marzo de 1942 nació Carlos Virgilio Zurita en Santiago del Estero. Sociólogo, poeta, escritor y académico, tiene una trayectoria que combina el rigor de las ciencias sociales con la sensibilidad de la creación literaria. En Santiago ha dejado una marca significativa en el ámbito intelectual como en el cultural. Su formación académica y su labor profesional lo han convertido en una figura destacada de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, en la que ocupó papeles clave y ha contribuido a la institucionalización de las ciencias sociales en la región. Es licenciado en Sociología y obtuvo su doctorado en esta disciplina por la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires. Completó su formación con estudios de posgrado en la Comisión Económica para...

LEYENDA El hornero

Hornero, por Jorge Llugdar Según cuentan, era el ave más bella del monte, pero un día eligió ser obrero de la construcción: por qué lo hizo El hornero no siempre tuvo esa pintita color tierra, de afiliado al gremio de los obreros de la construcción. En los tiempos de antes era la más bella ave del monte, más hermosa que un pavo real o que esos papagayos que aparecen en las láminas de los libros de lectura. Además, cantaba que era una maravilla. Con decirle que los animales cesaban en su mutua persecución cuando el hornero ofrecía un concierto. El puma dejaba de acosar a las cabras, el cuervo no revoloteaba las osamentas, la hormiga no comía las plantas de la gente, la abeja no libaba néctar de las flores. Todos estaban en paz cuando entonaba sus canciones, porque oírlo era una maravilla. Sin embargo, era un bichito sencillo. No se creía más que nadie porque Dios le hubiera dado ese don: unos nacen para ser abogados, otros para empleados públicos, maestras, martilleros, contadores, bomb...

¡SORPRESA! Los docentes de Santiago del Estero son los mejores pagos del país

Celebración del día del Maestro en Santiago Un especialista en educación y economía hizo un análisis de los sueldos de los maestros de todas las jurisdicciones De un informe de Data Clave En un hilo de tuits el economista Alejandro Morduchowicz, experto además en financiamiento educativo, desarrolló un análisis sobre los salarios de los maestros en cada distrito de la Argentina. Y dejó varios datos sorprendentes. El especialista explicó que, en la ciudad de Buenos Aires, el distrito más rico del país, los maestros “ganan un 36,4 por ciento menos que en Santiago, una de las provincias más pobres. Está en el lugar 14”. Del mismo modo, en la provincia de Santa Fe, otra de las más ricas, los maestros cobran 39,5 por ciento menos que sus colegas santiagueños, por lo que se ubican en el lugar 16. Y en otras provincias con suficientes recursos económicos, como Mendoza, los maestros perciban un 46,4 por ciento menos que los de Santiago, por lo que se encuentran en el lugar 20. Y en la provinci...