Ir al contenido principal

1786 ALMANAQUE MUNDIAL Crockett

David Crockett

El 17 de agosto de 1786 nació Davy Crockett, más conocido por su sobrenombre de David Crockett, hombre de la frontera y político norteamericano


El 17 de agosto de 1786 nació Davy Crockett, héroe legendario norteamericano, más conocido por su sobrenombre de David Crockett, en el este de Tennessee, Estados Unidos. Murió el 6 de marzo de 1836 en San Antonio, Texas y fue un hombre de la frontera y un político norteamericano que se convirtió en una figura recordada en los libros de historia de aquel país.
Su padre, que tenía pocos recursos, lo alquiló a granjeros más prósperos de la zona rural, y la educación de Davy ascendió a 100 días de tutoría con un vecino. Los movimientos sucesivos hacia el oeste hasta el centro de Tennessee lo acercaron al área de la Guerra Creek, en la que se hizo un nombre entre 1813 y 1815.
En 1821 fue elegido para la legislatura de Tennessee, ganando popularidad a través de discursos de campaña llenos de historias, cuentos caseros y floridas metáforas. En la legislatura, un orador opositor se refirió a Crockett como el "caballero de la caña", en alusión a los densos cañaverales del oeste de Tennessee, donde Davy cazaba osos y mapaches durante el invierno.
La imagen del rudo legislador agreste cautivó la imaginación popular durante la vida de Crockett y continuó haciéndolo después de su muerte.
Después de un segundo mandato en la legislatura estatal en 1823, se postuló para la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. Perdió en 1825, ganó en 1827 y 1829, perdió en 1831, apenas ganó en 1833 y sufrió su derrota final en 1835, debido a la oposición concentrada del partido de Andrew Jackson.
Luego se dirigió al oeste a Texas, se unió a las fuerzas tejanas y murió junto con toda la guarnición de El Álamo cuando fue invadida por un ejército mejicano al mando del general Antonio López de Santa Anna el 6 de marzo de 1836.
Durante su primer mandato en el Congreso, Crockett rompió con Andrew Jackson y el nuevo Partido Demócrata por el deseo de Crockett de un trato preferencial para los ocupantes ilegales que ocupaban tierras en el oeste de Tennessee.
Los whigs pronto cortejaron y publicitaron a Crockett con la esperanza de crear un político popular "piel de mapache" para compensar a Jackson. En 1834, realizó una gira triunfal de discursos por los bastiones Whig en el Este.
De las muchas historias que aparecieron en periódicos y libros durante sus años en el Congreso, creció rápidamente la leyenda de un excéntrico, pero astuto "cazador de osos" y hombre de la frontera que luchaba contra los indios.
De hecho, participó en varias empresas comerciales y pronunció sus discursos en un inglés bastante convencional. Una serie de almanaques, que aparecieron entre 1835 y 1856, desarrollaron la leyenda en la línea de las epopeyas populares del Viejo Mundo.
Su Autobiografía, escrita en 1834 con Thomas Chilton, un representante de los Estados Unidos de Kentucky, resaltó la escena rural y dijo poco sobre política. Ayudó a introducir un nuevo estilo de escritura vigorosa y realista en la literatura norteamericana.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

Entradas populares de este blog

HISTORIA La Casa de los Taboada

La Casa de los Taboada, recordada en El Liberal del cincuentenario Por qué pasó de manos de una familia de Santiago al gobierno de la provincia y los avatares que sucedieron en la vieja propiedad Los viejos santiagueños recuerdan que a principios de 1974 se inundó Santiago. El gobernador Carlos Arturo Juárez bautizó aquellas tormentas como “Meteoro”, nombre con el que todavía hoy algunos las recuerdan. Entre los destrozos que causó el agua, volteó una pared del inmueble de la calle Buenos Aires, que ya se conocía como “Casa de los Taboada”. Y una mujer que había trabajado toda la vida de señora culta, corrió a avisarle a Juárez que se estaba viniendo abajo el solar histórico que fuera de la familia más famosa en la provincia durante el siglo XIX. No era nada que no pudiera arreglarse, aunque ya era una casa vieja. Venía del tiempo de los Taboada, sí, pero había tenido algunas modernizaciones que la hacían habitable. Pero Juárez ordenó a la Cámara de Diputados que dictara una ley exprop

RECUERDOS Pocho García, el de la entrada

Pocho García El autor sigue desgranando sus añoranzas el diario El Liberal, cómo él lo conoció y otros muchos siguen añorando Por Alfredo Peláez Pocho GarcÍa vivió años entre rejas. Después de trasponer la entrada principal de El Liberal, de hierro forjado y vidrio, había dos especies de boxes con rejas. El de la izquierda se abría solo de tarde. Allí estaba Juanito Elli, el encargado de sociales; se recibían los avisos fúnebres, misas, cumpleaños. Cuando Juanito estaba de franco su reemplazante era, el profesor Juan Gómez. A la derecha, el reducto de Pocho García, durante años el encargado de los avisos clasificados, con su ayudante Carlitos Poncio. Pocho era un personaje. Buen tipo amantes de las picadas y el vino. Suegro de "Chula" Álvarez, de fotomecánica, hijo de "Pilili" Álvarez, dos familias de Liberales puros. A García cuando salía del diario en la pausa del mediodía lo esperaba en la esquina de la avenida Belgrano y Pedro León Gallo su íntimo amigo Orlando

HOMBRE San José sigue siendo ejemplo

San José dormido, sueña Un texto escrito al calor de uno de los tantos días que el mundo secularizado ideó para gambetear a los santos Todos los días es día de algo, del perro, del gato, del niño, del padre, de la madre, del mono, del arquero, de la yerba mate, del bombo, del pasto hachado, de la madrastra, del piano de cola, de la Pachamama, del ropero, de la guitarra, del guiso carrero, de la enfermera, del abogado, del pañuelo usado. Todo lo que camina sobre la tierra, vuela en el cielo, nada en el agua, trepa las montañas, nada en las lagunas, patina en el hielo, surfea en las olas o esquiva a los acreedores, tiene su día. Nada como un día sin connotaciones religiosas, sólo nuestro, bien masón y ateo, para recordar a los panaderos, a las mucamas, a los canillitas, a los aceiteros, a los carpinteros, a los periodistas a los lustrines, a los soderos, a los mozos, a los vendedores, a los empleados públicos, a los policías, a los ladrones, a los jugadores, a los abstemios y a los tomad