Festival de la Chacarera del Monte |
A continuación, un breve informe, extraído de diversos sitios de internet, que hablan de un género musical casi desconocido en estos pagos
El nacimiento de la Chacarera del Monte está intrínsecamente ligado a los procesos migratorios que tuvieron lugar en la región del Chaco a fines del siglo XIX y principios del XX. Criollos provenientes de Santiago del Estero y Salta, con sus bombos y violines, se encontraron con correntinos que trajeron consigo el acordeón de dos hileras, conocido como "verdulera", además de las guitarras. Esta mezcla de tradiciones musicales dio origen a una fusión que, aunque cercana en espíritu a la chacarera santiagueña, se distingue claramente por su ritmo y estructura.Según el cantautor y principal difusor del género, Coco Gómez (ya fallecido), esta confluencia cultural tuvo lugar en un contexto de desplazamientos internos por las márgenes del río Bermejo. Criollos santiagueños y salteños buscaban nuevos campos para la cría de ganado, mientras que guaraníes provenientes del este llegaban con sus propias tradiciones musicales. Este encuentro, enriquecido además por influencias de inmigrantes europeos como alemanes, polacos y rusos, marcó el inicio de una expresión musical única.La Chacarera del Monte se distingue de la chacarera santiagueña por varios aspectos técnicos y estilísticos. Su estructura musical presenta una vuelta de seis compases, dos menos que la versión santiagueña. Además, su ritmo, definido por el acordeón como instrumento central, es más pausado y acompañado, lo que le otorga un carácter único.
El baile también tiene peculiaridades que lo diferencian. Los bailarines adoptan una postura levemente agachada, con movimientos que recuerdan al chamamé, pero marcados por saltos cortos y ágiles. Esta forma de danza refleja la vida y la conexión con el monte chaqueño, donde la música y el movimiento son parte esencial de la cultura local.
Uno de los episodios más interesantes en la historia de la Chacarera del Monte es su transformación por la preponderancia del acordeón.
Chacarera del Monte, por Coco Gómez
Según relatos históricos recopilados por Coco Gómez, uno de los máximos difusores de este género musical, cuando las cuerdas de los violines y guitarras se agotaron debido a la imposibilidad de reemplazarlas en los aislados parajes del monte chaqueño, el acordeón se convirtió en el instrumento principal. Este cambio, lejos de ser un obstáculo, permitió que el género adquiriera una identidad propia, adaptándose al sonido característico del combustible y creando una melodía contagiosa que rápidamente se expandió por toda la región.
El reconocimiento oficial de la Chacarera del Monte como un género musical independiente llegó con su inclusión en los registros de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música. Este hecho marcó un hito en su historia, resaltando sus características distintivas y su importancia cultural.
En una charla ofrecida por Gómez en el Bar Posada de Artistas de la Casa de las Culturas del Instituto de Cultura del Chaco subrayó la relevancia del género. Oriundo de Fortín Lavalle y autor de la popular chacarera La mocha ahorcada, Gómez ha dedicado gran parte de su carrera a la recopilación y difusión de esta música, destacando su valor histórico y cultural.
El origen de la chacarera, en general, ha sido objeto de debates entre historiadores y musicólogos. Algunos, como el poeta Alfonso Nassif, sostienen que la chacarera es de origen indígena y exclusivamente santiagueña. Otros, como Carlos Vega y Alberto Bravo Zamora, argumentan que se trata de una hibridación con reminiscencias europeas y africanas.
Un hallazgo significativo documentado Bravo de Zamora, data de 1839, cuando una denuncia en Santiago del Estero menciona explícitamente una fiesta con música y baile de chacareras, lo que constituye el registro más antiguo de este género.
Pero la evolución y diversificación de la chacarera en distintas regiones del país, como en el caso chaqueño, demuestra su capacidad de adaptarse y transformarse según los contextos culturales y geográficos.
La Chacarera del Monte no solo es un testimonio vivo de la riqueza cultural del noreste argentino, sino también un ejemplo de cómo la música une a diversas comunidades y tradiciones. Su singularidad radica en haber nacido de la necesidad, adaptándose al entorno y las herramientas disponibles, como el acordeón, para convertirse en una expresión artística profundamente arraigada en la identidad chaqueña.
Hoy, la Chacarera del Monte sigue resonando en los montes del Chaco y en los corazones de quienes la escuchan y bailan, como un recordatorio de la creatividad y resiliencia cultural de los pueblos que le dieron origen. Su reconocimiento como patrimonio cultural provincial es un paso importante para asegurar su preservación y difusión, honrando a quienes, como Coco Gómez, han dedicado su vida a mantener viva esta tradición.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
El reconocimiento oficial de la Chacarera del Monte como un género musical independiente llegó con su inclusión en los registros de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música. Este hecho marcó un hito en su historia, resaltando sus características distintivas y su importancia cultural.
En una charla ofrecida por Gómez en el Bar Posada de Artistas de la Casa de las Culturas del Instituto de Cultura del Chaco subrayó la relevancia del género. Oriundo de Fortín Lavalle y autor de la popular chacarera La mocha ahorcada, Gómez ha dedicado gran parte de su carrera a la recopilación y difusión de esta música, destacando su valor histórico y cultural.
El origen de la chacarera, en general, ha sido objeto de debates entre historiadores y musicólogos. Algunos, como el poeta Alfonso Nassif, sostienen que la chacarera es de origen indígena y exclusivamente santiagueña. Otros, como Carlos Vega y Alberto Bravo Zamora, argumentan que se trata de una hibridación con reminiscencias europeas y africanas.
Un hallazgo significativo documentado Bravo de Zamora, data de 1839, cuando una denuncia en Santiago del Estero menciona explícitamente una fiesta con música y baile de chacareras, lo que constituye el registro más antiguo de este género.
Pero la evolución y diversificación de la chacarera en distintas regiones del país, como en el caso chaqueño, demuestra su capacidad de adaptarse y transformarse según los contextos culturales y geográficos.
La Chacarera del Monte no solo es un testimonio vivo de la riqueza cultural del noreste argentino, sino también un ejemplo de cómo la música une a diversas comunidades y tradiciones. Su singularidad radica en haber nacido de la necesidad, adaptándose al entorno y las herramientas disponibles, como el acordeón, para convertirse en una expresión artística profundamente arraigada en la identidad chaqueña.
Hoy, la Chacarera del Monte sigue resonando en los montes del Chaco y en los corazones de quienes la escuchan y bailan, como un recordatorio de la creatividad y resiliencia cultural de los pueblos que le dieron origen. Su reconocimiento como patrimonio cultural provincial es un paso importante para asegurar su preservación y difusión, honrando a quienes, como Coco Gómez, han dedicado su vida a mantener viva esta tradición.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
Gracias Juan por el aporte a la cultura. Esta no la sabia.
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