Ir al contenido principal

1939 ALMANAQUE MUNDIAL San Luis

Los judíos del San Luis

El 13 de mayo de 1939, más de 900 judíos se embarcan en el San Luis, para llegar a Cuba, pero Cuba, Estados Unidos y otros países se niegan a admitirlos

El 13 de mayo de 1939, más de 900 judíos zarparon de Hamburgo, Alemania. Iban a bordo del lujoso crucero San Luis, con la esperanza de escapar de la persecución nazi y llegar a Cuba. Desde allí, planeaban viajar a Estados Unidos para encontrar el refugio definitivo. Sin embargo, lo que prometía ser una travesía hacia la seguridad se transformó en una angustiosa odisea, pues también Estados Unidos y otros países se negaron a admitirlos.
Entre la lista de los pasajeros figuraba Gisela Feldman, de 15 años, que viajaba con su madre y su hermana menor. Décadas después, recordó: "Siempre fui consciente de lo nerviosa que estaba mi madre por emprender ese viaje sola con dos hijas", cuenta. Tras la llegada al poder de Adolf Hitler, los judíos en Alemania se enfrentaron a una creciente violencia y represión. Las sinagogas y tiendas judías fueron destruidas, y muchas familias, como la de Feldman, decidieron huir cuando la situación se volvió insostenible.
En 1939, las fronteras de Alemania estaban cerradas, y muchos países impusieron restricciones a la entrada de judíos. Cuba, vista como un punto de tránsito hacia Estados Unidos, ofrecía visas a cambio de mucho dinero. Entre los pasajeros estaba Gerald Granston, de seis años, que recuerda haber sentido miedo e incertidumbre al partir. Como muchos otros niños a bordo, no comprendía lo que ocurría.
Durante los primeros días del viaje, el ambiente a bordo era relajado y optimista. Los pasajeros disfrutaban de las comodidades del barco: podían nadar, bailar y ver películas. A diferencia de la Alemania nazi, donde los judíos eran brutalmente perseguidos, en el San Luis fueron tratados con respeto y dignidad bajo el mando del capitán Gustav Schroder. Incluso les permitían celebrar los servicios religiosos judíos, algo que les ofrecía consuelo espiritual en medio de la incertidumbre.
Pero la esperanza de un nuevo comienzo se desmoronó cuando el barco llegó a las costas de La Habana el 27 de mayo. Aunque las autoridades cubanas habían emitido visas, luego decidieron no permitir el desembarco de los refugiados. Los pasajeros, con sus valijas listas, esperaron ansiosos en cubierta, pero el permiso para bajar nunca llegó. Las palabras "mañana, mañana" resonaron continuamente mientras la incertidumbre se apoderaba de todos.
Durante una semana, el capitán Schroder intentó negociar con las autoridades cubanas, pero sus esfuerzos fueron en vano. En medio de la creciente desesperación a bordo, el capitán se vio obligado a dirigir el barco hacia Florida, con la esperanza de que Estados Unidos les ofreciera refugio. Sin embargo, las autoridades norteamericanas también negaron la entrada al barco, a pesar de las súplicas de los pasajeros y los esfuerzos diplomáticos por persuadir al gobierno del presidente Franklin Roosevelt. Muchos creen que la negativa se debió al miedo a la llegada masiva de inmigrantes en un momento de crisis económica y antisemitismo latente en el país.
La desesperación a bordo del San Luis creció. El panorama cambió drásticamente: lo que había comenzado como un viaje lleno de esperanza, ahora estaba lleno de miedo. Algunos pasajeros cayeron en la desesperación total, como uno que, según el testimonio de Granston, se cortó las venas y saltó por la borda. Los llantos y gritos de angustia se hicieron cada vez más comunes mientras el barco navegaba sin un destino claro.
Tras semanas de incertidumbre, el barco no tuvo más opción que regresar a Europa. Sin embargo, el destino de los pasajeros no volvería a la Alemania nazi. Gracias a los esfuerzos del American Jewish Joint Distribution Committee, Bélgica, Francia, los Países Bajos y el Reino Unido accedieron a acoger a los refugiados. En junio de 1939, el San Luis atracó en el puerto belga de Amberes.
Para algunos, este refugio era una salvación, pero para otros solo prolongó lo inevitable. Gisela Feldman y su familia lograron llegar a Inglaterra, donde sobrevivieron a la guerra, lo mismo que Gerald Granston. Sin embargo, otros pasajeros, especialmente aquellos que quedaron en países como Francia y los Países Bajos, no corrieron la misma suerte. La posterior ocupación nazi de estos territorios durante la Segunda Guerra Mundial llevó a la captura y asesinato de unos 250 pasajeros, que murieron en los campos de concentración.
La odisea del San Luis es un capítulo sombrío en la historia de la humanidad y un recordatorio de la indiferencia internacional ante la crisis de los refugiados judíos. La negativa de Cuba, Estados Unidos y otras naciones a abrir sus puertas contribuyó a la tragedia que siguió. Aunque algunos sobrevivieron y lograron rehacer sus vidas, para muchos otros, el viaje representó la última oportunidad de escapar de la persecución nazi, una oportunidad que les fue negada.
Estados Unidos, el país de la libertad, que luego mostraría ante el mundo cientos de películas que los muestran como salvadores de los judíos, sin embargo cuando los miró en la cara, dejó de ser tan amable con ellos y finalmente envió a muchos a una muerte segura.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®

Comentarios

Entradas populares (últimos siete días)

BALCEDO Otro país crecía a su alrededor

Bobadal hoy, visto desde el satélite Brevísima historia de un hombre que forjó un pueblo lejano desde un almacén a trasmano del mundo El hombre se llamaba Balcedo Santillán. Era el dueño del almacén “El luchador”, en el lejanísimo Bobadal, pueblo que estuvo mucho tiempo a trasmano del tren, de las principales rutas y caminos, de los ríos y arroyos, con decir que ni los aviones surcaban su cielo. Nada pasaba por ahí, salvo camiones llevando leña, el ómnibus de la empresa Piedrabuena, carros cañeros, los sulkys en que se manejaban los vecinos y algún viajero que caía por ahí rumbo a otra parte. Alguien dijo alguna vez que los vecinos vivían tras los ancochis, protegiéndose de las inmensas nubes de tierra que dejaban los vehículos de cuatro ruedas. Que honraban su nombre muy bien puesto: “bobadal”, tierra suelta. Balcedo estaba ahí desde mucho antes de que el gobierno loteara el lugar y trazara las calles, algunas de forma arbitraria, pues cruzaban por el medio del patio de algunas casas....

LIBRO Magui Montero partió su alma

Magui Montero al centro, a la izquierda Manuel Rivas, a la derecha, Marcela Elías La presentación de un libro de poesías convocó a un nutrido grupo de amigos y admiradores Por Juan Gómez Fue el miércoles a la caída del sol. Café-Librería “Bellas alas”. Magui Montero presentó su libro “Hasta partir el alma”. De pronto las mesas se cubrieron de flores multicolores (mujeres) que ofrecieron alegría y ruido. Lluvias de ideas entrelazadas entre sí: “Interpela / herida social / mar de la vida / ternura extraviada / intento de reparar / la fuerza de la esperanza / la poesía una forma de escuchar que empieza con la palabra / el papel me reclama que escriba / habla una parte del alma”. La idea de la presentación de su obra literaria, Maqui quiso que tomáramos nota que está en contacto con su alma. Un refrán francés dice que “la gratitud es la memoria del corazón”. Tras sus palabras uno comprende que la vida apura y no tiene tiempo. Quiere encontrar lo extraordinario en lo cotidiano. Escogió es...

ALTO EL FUEGO Cuando el odio es un negocio

El mundo civilizado apoya lo incivil A muchos no les gusta lo que está sucediendo en estos momentos en el Oriente Cercano, Israel y Gaza, vea por qué Por Natalio Steiner desde Raanana, Israel Se logró el acuerdo. El fuego se detuvo. Y de golpe, silencio. Ni marchas, ni carteles, ni lágrimas de alivio. La paz llegó… y a muchos parece que no les gustó. “Habría esperado que las calles de Europa y los campus del mundo estallaran de alegría por el fin de lo que durante meses llamaron ‘genocidio’”, dijo Naftali Bennett, ex ministro israelí. Pero no pasó. Porque su causa nunca fue la vida de los palestinos. Fue el odio a Israel. La oportunidad de sentirse moralmente superiores sin entender nada. Durante meses repitieron lo que les dictaban desde los bunkers ideológicos, sin una idea propia, sin un dato, sin contexto. Ahora que el fuego se apaga, se apaga también su utilidad. Ya no hay cámaras, ni trending topics, ni víctimas que mostrar. Y sin eso, no hay negocio. La paz los deja sin discurso...

María Corina Machado obtiene el Nobel de la Paz

María Corina Machado Una luchadora incansable por la libertad y la justicia en un país bajo la opresión del socialismo En un mundo en que la oscuridad del autoritarismo se extiende como una sombra implacable, la noticia de que María Corina Machado ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025 ilumina el horizonte con esperanza renovada. Anunciado hace un rato en Oslo por el Comité Noruego del Nobel, el galardón reconoce su incansable labor por promover los derechos democráticos del pueblo venezolano y su lucha por una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia. Nacida en Caracas en 1967, Machado, ingeniera industrial de formación, ha transformado su herencia de liderazgo en un faro de resistencia civil ante la opresión del socialismo. Desde sus inicios en la política, ha encarnado la valentía frente a la opresión. Fundadora del partido Vente Venezuela en 2012, unió fuerzas opositoras en la alianza Soy Venezuela, demostrando que la unidad es el arma más poderos...

VERANO El gustoso sufrimiento de una tradición

Perfil de Santiago a la siesta El santiagueño ama tanto el calor que es tema recurrente de todas sus conversaciones, cuando llega el tiempo La poliorcética es el arte y la técnica militar desarrollada en la Antigua Grecia para el asedio y la defensa de ciudades fortificadas. El término significa, justamente, "arte de atacar y defender plazas fuertes". Este conocimiento se derivaba de la estructura de las pólis (ciudades—estado griegas), que a menudo estaban amuralladas y requerían estrategias específicas para su protección o conquista, como el uso de máquinas de asedio, trincheras y tácticas de bloqueo. Los santiagueños se ven asediados todos los años, por un sordo rencor que los atormenta hasta límites insoportables, sobre todo cuando el tiempo regala días frescos de la noche a la mañana, y con mediodías de sol ma non tropo. Para no sufrir, se abrigan como si fueran al Polo Sur, y hasta se hacen los de tiritar en las paradas mientras esperan el colectivo. Desean con el alma ...