Ir al contenido principal

BÁEZ SOSA Los medios mandan

Llantos en medio del juicio

Por qué la televisión y los casi extintos diarios exacerbaron las noticias sobre el asesinato de un muchacho a la salida de un baile


Una ola de alivio recorrió los diarios, la televisión, internet, luego de que condenaran a los muchachos que mataron a Fernando Báez Sosa. Salió el fallo y todos quedaron contentos, felices, los padres del muerto, sus amigos, los conocidos y una sociedad que siguió el caso hasta en sus detalles más mínimos y morbosos. Guiados por la prensa todos tuvieron —tuvimos— algo que decir sobre el juicio, opinamos, emitimos dictamen, juzgamos, hablamos de leyes, de justicias e injusticias y analizamos por qué los reos se quedaban callados, qué intenciones tenían al mirar para allá, para aquí, para ningún lado. Durante este verano fueron nuestros villanos favoritos y amamos odiarlos con toda el alma.
La prensa nos hizo mirar para un solo lado durante más de un mes y aunque no quisiéramos, nos obligó a saber qué pasaba en la sala del tribunal, todos los canales, a toda hora, sin descansar ni un minuto. Hubo noticias, informes, crónicas, artículos, paneles, reportajes, a hora y a deshora. Se informó de los sucesos del juicio, la opinión de los abogados, familiares de la víctima, amigos y conocidos, desconocidos, vecinos, gente que sabía, gente que no sabía. Hubo una desesperación tan grande por informar sobre el juicio que sería lícito preguntarse qué elefante pasó por otro lado para que la prensa nos hiciera tomar tanta atención con esto.
Hubo años en que los diarios, las revistas, los canales de televisión, hacían trabajar a enviados especiales cubriendo las alternativas de las vacaciones de los argentinos en Mar del Plata, Pinamar, Punta del Este, Carlos Paz y hasta Brasil. Los diarios y las revistas enviaban un cronista y un fotógrafo a cada lugar. Los canales de televisión tenían alquilado un camión de exteriores, más uno o dos periodistas enviados al efecto, camarógrafos, productores, maquilladores. Las notas eran sobre artistas que siguiendo libretos preestablecidos se peleaban, se amigaban, contaban sus cuitas amorosas, recordaban historias. Y también se hacían notas sobre la gente común que pasaba sus días en la playa o la montaña.
Pero, ¿quién compra un diario, viejo Gómez?, los han limpiao con piedra pómez, diría hoy la famosa ranchera de Ivo Pelay. La gente de menos de 40 años se informa con los telefonitos, no mira televisión ni oye radios. Los diarios redoblaron la apuesta y en vez de poner sus fichas en las peleas de las vedetes, eligieron enviar un solo periodista al juicio de Báez Sosa. Antes gastaban una docena y media de sueldos, viáticos, conexiones, movilidad, este año zafaron con el juicio del muchacho muerto en Dolores. Eso valió que excitaran el morbo con una muerte hasta límites intolerables, pero era mucho más barato que mostrar playas con chicas en malla o contar de qué asunto importante trata la última obra de teatro de Peter Alfonso.
Los padres de los acusados fueron a ver el juicio, tenían derecho a estar presentes. Pero fue tal el odio que hicieron despertar contra ellos los periodistas de Buenos Aires, que debían andar poco menos que custodiados para no ser linchados. En cualquier país civilizado del mundo, como la Argentina de hace treinta años, todos comprendían que esos padres no iban a hacer barra por la acusación, pero la prensa se ensañó con ellos haciendo que el público televidente los aborrezca.
Oiga, ¿qué querían?, ¿qué fueran a la puerta del Juzgado para decir; “sí mi hijo es culpable y se tiene que podrir en la cárcel”? Los han golpeado de todas formas, mostrándolos como monstruos iguales que sus hijos. Quienes los critican ven la paja en el ojo ajeno, juzgan, condenan, castigan y lanzan diatribas de todos los colores contra esos padres que hicieron lo mismo que otros millones en la Argentina. ¿Alguien va a decir que cuando su hijo o su hija les dicen que van al baile, saben dónde están, qué hacen, qué comen, qué toman?, ¿qué fuman?, ¿está seguro de que nunca tuvo actitudes como las que se atribuyen, retrospectivamente, a los padres de los acusados?
En enero se podría haber comentado largamente el caso de los funcionarios porteños que estuvieron de vacaciones con funcionarios judiciales, en un paseo que se pareció demasiado a un contubernio o al menos, a una componenda. Mire que había tela para cortar ahí, algodón, lino, lana, gabardina, seda, gasa. Pero los dueños de los diarios resolvieron que los audios que probaban aquella relación habían sido obtenidos de manera ilegal y a partir de entonces no publicaron una línea esos maulas, como si no hubiéramos merecido saber de qué manera se fabrican los chanchullos de la oposición.
Pero, me fui del asunto. Los expertos criminólogos en que nos quiso convertir la televisión, ahora va por los parientes de los acusados que, cansados de tanta befa de la que fueron víctimas, por ahí reaccionaron de mala manera ante la invasión de las cámaras en su momento de dolor ante el fallo. Nada les importa, la televisión porteña seguirá machacando con el caso hasta que no le de más rating y entonces pasará al siguiente asunto. Y al cabo de un tiempo lo desecharán, declarándolo ipso facto, caduco.
Y hablarán de otra cosa.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. BRILLANTE JUAN MANUEL...EL CARIZ DE LA HIPOCRESÍA DE UNA SOCIEDAD SONSA Y LLEVADERA POR LOS MEDIOS...

    ResponderEliminar
  2. Mal que nos pese, es el periodismo de Bs As, el mismo al cual recurren-los que pueden- cuando intentan hacer conocer las injusticias que aquí se viven a la vuelta de cada esquina, pero inexistente para los periodistas locales. Aquellos que hacen gala en algunos medios de lo mal que está la economía NACIONAL, de Los desaciertos políticos- nacionales- para eso son grandes intelectuales, pero no saben o no les interesa saber lo que le pasa a la gente de Don Bosco, Pacará, o Quebracho Coto. Leyeron algun editorial de periodistas santiagueños?. Escuché: hacen lo que pueden. El periodismo es un negocio, por eso no son dueños los periodistas, son empleados . Los que tienen suerte.

    ResponderEliminar
  3. Los.medios publican y difunden lo que la sociedad consume.
    Está extensamente estudiado y publicado en numerosos tratados, cómo se manipula a una sociedad deficiente en valores y pensamiento crítico, y esas estrategias se aplican al pie de la letra.

    ResponderEliminar
  4. Creo que, así como tenemos que "saber comprar" nuestros alimentos en función del precio, de la calidad, de los nutrientes, de su procedencia, etc., también tenemos que educarnos y educar en la crítica. No podemos concederles a ellos el mando a ellos.

    Por eso, cada día, hago mi humilde aporte a este mundo enseñando a mis hijos a tomar distancia, a no creer en todo lo que ven o escuchan, a entender que. aún detrás de noticias tan dolorosas como éstas, hay intereses (económicos, políticos, personales, etc.). Y un ejercicio que siempre les pido que hagan es que a la misma noticia que recibieron (por cualquiera de las redes sociales que manejan) la busquen en el portal de otros periódicos... y que saquen sus propias conclusiones. Que comparen todo: qué palabras resaltan, qué verbos utilizan, cuán profundo es el desarrollo de la noticia, etc.

    Estoy convencida de que el verdadero poder lo tenemos nosotros, porque, a diferencia de ellos, no estamos condicionados por el rating: podemos tomar el control remoto y cambiar de canal, o apagar la tele...y ¡listo!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

STEINER El periodista que narró la guerra con precisión y sin concesiones

Natalio Steiner Una voz mostró la crudeza del conflicto desde el primer día, en medio de un escenario confuso, polarizado y sangriento Pocos días después del 7 de octubre de 2023, cuando los terroristas de Hamás perpetraron una incursión feroz y despiadada en territorio israelí, una voz periodística en español —la del argentino israelí Natalio Steiner— comenzó a mostrar con crudeza sin precedentes lo que se avecinaba en la región. Lo hizo con la precisión de quien entiende que la información, en medio de una guerra, puede ser decisiva. El mundo hispanohablante conoció hora a hora lo que ocurría en Israel a través de su grupo de difusión de WhatsApp. Su trabajo no conoció pausas ni descansos. Antes de las seis de la mañana, los teléfonos de sus seguidores ya tenían al menos una noticia suya. Tal vez porque en Medio Oriente el día comienza varias horas antes, tal vez porque la urgencia de informar no admite demoras. Algunas veces incluso envió sus informaciones en sábado, si la gravedad ...

PERLITAS Cómo parecer más léido (un poquito nomás)

Perón y su esposa Potota Novias, hijos, amores, nombres, lugares, cambios y muchos otros datos para pasar por culto en un sarao importante Así como en otras publicaciones se entregan claves para parecer más joven, más lindo, más exitoso, aquí van algunas perlitas para darse dique de culto. San Martín era José Francisco de San Martín y Matorras. El nombre de Belgrano era Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús. Y fue padre de Pedro Rosas y Belgrano y de Manuela Mónica Belgrano, ambos nacidos fuera del matrimonio. No se casó nunca. Rivadavia, el de la avenida, era Francisco Bernardino Rivadavia y Rodríguez de Rivadavia. ¿Yrigoyen, pregunta?: Juan Hipólito del Corazón de Jesús y el de su tío, Alem, no era Leandro Nicéforo como repiten quienes se dan de eruditos radicales sino Leandro Antonio. Juan Bautista Alberdi dijo “gobernar es poblar” y se quedó soltero. Es el prócer máximo de los abogados y le regalaron el título en la Universidad de Córdoba, en la que no cursó ni una materia. Corn...

MILITANCIA Voten al abecedario

Los que no tranzan La consigna escrita con rebeldía gramatical expone que, antes de levantar banderas, convendría aprender a escribirlas sin tropezar El diccionario de la Real Academia Española de Letras define “transar”: dice que es transigir, ceder, llegar a una transacción o acuerdo. Por las dudas, dice cuáles son sus sinónimos: ceder, transigir, cejar, claudicar, conceder, acceder, consentir, condescender, permitir, tolerar.  También dice qué significa “tranzar”, es cortar, tronchar o también entretejer tres o más ramales cruzándolos alternativamente para formar un solo cuerpo alargado. Un panfleto que pasó el Movimiento Socialista de los Trabajadores por debajo de la puerta de casa, es confuso o tiene mala ortografía.  Si se piensa bien de quienes lo lanzaron: “Vota a quienes defienden tus derechos y no ´tranzan´”, lo que quisieron decir es que ellos no van tejer entre los derechos, cortándolos para formar una cosa alargada… o algo así, medio confuso, ¿no? Ahora, si se pi...

DESCARTE La fragilidad es una condena

Eutanasia En el Canadá, la eutanasia se lleva miles de vidas al año en nombre de la compasión y la autonomía, pero esconde una peligrosa lógica En el Canadá de hoy, morir por eutanasia no es una excepción: es una práctica en expansión. Desde que se legalizó, se ha cobrado más de 90.000 vidas. Solo en el 2024, el 5 por ciento de las muertes en el país fueron por esta vía. Las cifras crecen de año en año, y con ellas también crece un modo de pensar que se disfraza de compasión, pero que responde a una lógica inquietante: la cultura del descarte. Esa cultura considera “desechables” a los sectores más débiles: los ancianos, los enfermos crónicos, los que no se valen por sí mismos. En la legislación canadiense, se incorporó la “fragilidad” como uno de los criterios para acceder a la eutanasia. No se trata de una enfermedad terminal ni de un dolor insoportable, sino de una condición relacionada con la edad o con la salud deteriorada. Es decir, con el solo hecho de ser vulnerables. Según cifr...

LEYENDA Aliento de la noche (con vídeo)

Ahí tá Reaparece en el monte, guarda silencio y se vuelve sombra rumor y espanto sin que nadie sepa de dónde viene Todavía hoy, en noches sin luna, salgo a asustar a los paisanos. Aunque ya no tengo tanta prensa como supe tener cuando el universo era joven y recién nacían las estrellas, y muchos opinaban que quizás fuera un espanto que venía del barrio de los muertos. Apenas me sienten pasar, llaman a la policía, que llega en un santiamén a ver qué pasa. Hay ocasiones en que, en vez de disparar para cualquier parte —como antes— los changos pelan el telefonito para filmarme como si fuera una actriz, un cantante, un político de la televisión. No saben que mi fama se forjó en cientos de fogones amanecidos, en versos recitados a la orilla de la cocina, a la hora en que tallaban los grillos y entonaba el cacuy su lastimero canto. En esos tiempos, un silbido en la oscuridad bastaba para que un pueblo entero se persignara. Un viento de modernidad inicua barrió millones de siglos y tradiciones...