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ÉTICA Ah, los horóscopos

Los signos del zodíaco

La sección dedicada a interpretar lo que dicen los astros a la gente es una de las más leídas en todos los diarios del mundo


Así como algunos diarios tienen su manual de ética, debieran traer un apartado sobre las buenas maneras en la redacción de horóscopos, columna humilde y a la vez complicada, repleta de cuetos y vericuetos, idas y venidas. Y delicada, porque una línea mal escrita podría llevar zozobra a los corazones de los crédulos lectores. Se debe dedicar tiempo y esfuerzo a esta tarea y mucha memoria para recordar cómo le está yendo a cada signo, para no hacerlos pegar un volantazo imprevisto. “Tendrá la posibilidad de demostrar su afecto a alguien muy especial a través de un favor”.
No hay que ser un experto en cuestiones de los astros para dedicarse a esta actividad, aunque alguito se debe manejar el asunto. Se pide lo mínimo, ¿no?, que sepa qué día comienza cada signo al menos, y algunas de las características de cada signo que los entendidos en los astros tienen muy presentes. “Intente ajustar los proyectos a la realidad, podrá expandir sus horizontes laborales y acrecentar sus ingresos”.
Quien lo redacte, deberá saber que, junto con la tómbola y el infaltable “Fúnebres”, será una de las secciones más leídas del diario. Todos sabrán qué números ha largado ayer la Caja Popular y quién se ha ido para el Patio de los Callados, sobre todo si es un muerto Vip, pero pocos se darán por enterados de lo que depara su signo: está mal visto leerla, hay quienes lo hacen en secreto, como si de un pecado se tratara. Quién cree en esas cosas, avise. “No es el momento para replanteos, la comunicación con su pareja se volverá tensa. Tenga paciencia y todo volverá a ser como antes”.
Hay que tener cuidado con lo que se escribe porque es una sección dedicada a dar esperanzas a la gente, a ponerla de buen humor, hacerla mirar la vida con optimismo. Todo lo adverso que se escriba de un signo habrá que compensarlo con buenas nuevas. Y hacer que la gente esté alerta también, que no descuide su hígado, su sistema inmunológico, sus pulmones, su páncreas, los epiplones. “No descuide a su pareja, aunque su vida social pueda presentarse sumamente activa siempre dedíquele tiempo”.
Si es su única tarea en el diario, será considerado un apéndice menor, su trabajo será ir a la redacción a dejar las predicciones de la semana que viene y marcharse. Pero si es un periodista de batalla, de todos los días, quizás muchas veces lo llamen para que haga el favor de publicar tal cosa en Piscis para que lea el novio de la chica de País y Mundo, porque últimamente no se llevan muy bien. “En el amor no se deje llevar por emociones pasajeras, recuerde que los cariños duraderos son los más valiosos, no sea que el día de mañana se arrepienta de tomar una mala decisión”.
Es una ocupación fácil, antes de encararla, redacte unas 400 o 500 tarjetas. Luego mezcle y que salga lo que salga. A veces el resultado podría sorprenderlo a usted mismo, por sus precisos aciertos y sus adelantos juiciosos.
De todas maneras, hay que tener cuidado. Hoy no debe decirle a Escorpio que se cuide de una posible úlcera estomacal y mañana augurarle una fiesta, hay que llevarlo de a poco, así aumentará el interés en una columna que a todos les parecerá personalizada, pero está hecha para cientos, quizás miles de lectores ávidos de conocer su futuro. “Apueste a proyectos breves porque, aunque rindan menos, serán más livianos. Se complicarán las tareas que no dependen de usted”.
Tenga en cuenta que muchos lectores esperan con ansiedad los fines de semana, no les pronostique oscuros augurios. Desde el jueves irá levantando el ánimo hasta que el sábado será una apoteosis para todos los signos. Si después falla la predicción, podrá deberse a ese imprevisto con el que terminó el miércoles. “Recuerde que todos los buenos propósitos pueden verse empañados en cualquier momento: tenga cuidado”.
No diga que es una mentira, una superstición prefabricada para solaz de almas crédulas, eso ya se sabe y está sobreentendido en cada una de estas crónicas. El asunto es brindar por escrito, una luz de esperanza entre tantas noticias que vienen chanfleadas y llenan el alma de zozobra. Si está bien escrito, será un faro de luz entre tanta oscuridad, oculta tras los discursos, las promesas, los proyectos y la palabrería de los políticos, repetidos hasta el hartazgo en cientos de comentarios, notas, copetes, editoriales, cintillos, titulares, sueltos, apostillas, fotonoticias. “No se deje estar con los malestares estomacales, si nota síntomas inusuales consulte en forma urgente a su médico”.
Cualquiera diría que es una tarea menor en los diarios, pero se trata de una parte fundamental de todos ellos, como que, los que no lo tienen, tampoco son muy leídos. Se trata de una sección que, con la excusa de los astros y todo ese macaneo, entrega una dosis de fe, de esperanza, de confianza en el porvenir. “Su hígado le está dando algunas molestias, si se cuida de las bebidas espirituosas volverá a responder como un relojito, tiene suerte, pero no exagere”.
Alguna vez cuando fallaba el redactor de la interpretación de los astros, hice ese trabajo con mucho gusto. Una compañera avisó que el Jefe de Redacción revisaba su horóscopo todos los días bien tempranito —era de Leo —y se lo íbamos acomodando. “Si tiene personas a cargo, confíe en ellos pues no lo van a defraudar, de no hacerlo, las consecuencias las pagará su propio trabajo”. Nos escondíamos para verlo leer su horóscopo y mirar para todas partes, satisfecho, como si de casualidad le estuvieran dando un buen consejo. Entonces se iba a tomar un café al bar de la esquina. Y nos dejaba trabajar tranquilos.
Juan Manuel Aragón
A 3 de abril del 2024, en Toro Negro. Cazando vizcachas
©Ramírez de Velasco

Comentarios

  1. Trabajé con un colega que supo ser el linotipista de un diario de Rosario. Contaba que cuando armaban la página donde iba el horóscopo alguien decía "pasame alguno de los horóscopos del cajón aquel"..."cual?"......"cualquiera., da igual".
    No creo que sea muy diferente en otros casos.
    De mi parte, por suerte tengo ascendente en Júpiter, con saturno en el segundo cuadrante y venus medio corrido a la derecha, así que la buena fortuna me acompaña cuando hay luna llena.

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  2. Siempre hay que pensar en el azar aunque mi abuela decia los azahares traen mejores augurios, para muchos estreñidos. Siempre es malo generalizar en todos los órdenes , y para los que piensan en sus destinos nadie arriesgue en la vispera, menos en las visceras que andan remolonas porque nadir tira el cuerito. Saludos

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