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Salman Rushdie |
El 14 de febrero de 1989, el régimen de Irán condena a muerte al escritor indo-británico Salman Rushdie por “Los versos satánicos”
El 14 de febrero de 1989, el régimen de Irán condenó a muerte al escritor indo-británico Salman Rushdie. Ese día recibió una llamada inesperada de un periodista de la BBC, informándole que el líder espiritual iraní, el ayatolá Ruhollah Jomeini, había decretado su ejecución por considerar que su cuarta novela, "Los versos satánicos", era una obra blasfema contra el Islam.El decreto, conocido como fatwa, marcó el inicio de una vida de ocultamiento y protección para Rushdie, que durante los siguientes nueve años vivió bajo la constante amenaza de muerte, renovada cada 14 de febrero por radicales iraníes, y bajo la protección de la policía británica.A pesar de que el régimen iraní revocó la fatwa en 1998, el eco de la condena perduró. Rushdie mantuvo un perfil bajo durante muchos años, apareciendo en público solo en contadas ocasiones, siempre con medidas de seguridad extremas debido a la persistente amenaza de atentados de musulmanes radicales. Su vida cambió desde entonces; ahora vive en Nueva York, donde anuncia sus apariciones públicas en su sitio web y se ha convertido en una figura notoria en la escena cultural norteamericana, ofreciendo conferencias en universidades, iglesias, bibliotecas y programas televisivos.
La transición de Rushdie a una vida más pública no ha estado exenta de momentos curiosos que reflejan su nueva normalidad. A finales de enero, el "New York Post" lo mencionó en su sección de chismes, informando que había ganado un concurso literario. Rushdie, con su característico humor, negó haber hecho alarde de su victoria en un mensaje en X: "No dije nada así. Inventar cosas es mi trabajo, no el de ustedes", afirmó, señalando a los periodistas que publicaron la noticia. Este incidente es un ejemplo claro de cómo su vida actual contrasta con aquellos años en los que cada esquina podía significar una amenaza mortal. En una entrevista del 2012, recordó cómo durante la fatwa esperaba ser asesinado en cualquier momento, lo cual le hizo vivir con un constante sentido de fatalismo.
La fatwa no solo lo afectó a él; también tuvo repercusiones trágicas para sus socios. Decenas de personas murieron en ataques dirigidos contra editores, traductores y otros involucrados en la publicación de su obra. Entre las víctimas más notables estuvo Hitoshi Igarashi, el traductor japonés de "Los versos satánicos", muerto en 1991. Otros, como el traductor italiano Ettore Capriolo y el editor William Nygaard, sobrevivieron a intentos de asesinato. Rushdie, sin embargo, mantuvo su compromiso con la escritura, declarando que tener miedo era "otro tipo de muerte".
En el 2012, publicó "Joseph Anton: A Memoir", en que detalla su vida durante los años de la fatwa. Adoptó este seudónimo, inspirado en los nombres de sus escritores favoritos, Joseph Conrad y Anton Chéjov, para mantener el anonimato bajo la insistencia de la policía británica, que incluso le sugirió usar pelucas para disfrazar su identidad. Aunque la fatwa fue oficialmente revocada por Irán en 1998, la amenaza persistió, y en 2012, el entonces presidente iraní Mahmud Ahmadineyad declaró que Rushdie ya era "historia". Sin embargo, la condena no desapareció completamente; en ese mismo año, el ayatolá Hassan Sanei aumentó la recompensa por la muerte de Rushdie, añadiendo 500 mil dólares a los 2.8 millones ya ofrecidos.
A pesar de estas amenazas, Rushdie ha tratado de seguir adelante con su vida y su carrera literaria. Recientemente, anunció su intención de desconectarse de las redes sociales para enfocarse en un nuevo libro, indicando que volvería en aproximadamente un año. Este anuncio refleja su determinación de seguir creando a pesar de las sombras del pasado, demostrando que, aunque la vida de Salman Rushdie ha sido marcada por la controversia y el peligro, su pasión por la literatura sigue siendo su guía principal.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
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