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GUERRA Los buenos versus los malos

Soldados antes de la guerra
“Los pobrecitos ucranianos son parte de un pueblo que jamás hizo a sus vecinos nada malo, un pan de Dios esa gente, che”


¿Cómo hacer para darse cuenta de lo que es correcto cuando se leen las noticias en los diarios, en la televisión o en internet?, es decir, ¿de qué lado hay que estar en las distintas disyuntivas a que somos sometidos y con las que somos interpelados todos los días en los medios? Hay una receta fácil, casi nunca falla, es sólo cuestión de prestar atención.
Ahí está el caso de Rusia invadiendo Ucrania. Toda la prensa, al menos la que se consume en la Argentina, con muy escasas —o nulas— excepciones, nos lleva a ponernos a favor de Ucrania y en contra de los rusos. Se muestra a Vladimir Putin como un monstruo, un desquiciado, un débil mental, un enfermo, alguien necesitado de urgente ayuda psiquiátrica. Un ser despreciable.
Desde el principio de la guerra de Ucrania se nos preparó para un desistimiento de los débiles, mal armados y llorones soldados rusos, que en cualquier momento pasarán de este lado, se arrepentirán de haber nacido en su país y escupirán su tierra, su bandera, sus símbolos, sus parientes, su casa y hasta su madre si se la ponen al frente.
Los pobrecitos ucranianos son parte de un pueblo que jamás hizo a sus vecinos nada malo, un pan de Dios esa gente, che. Estaban tranquilos, sin molestar a nadie, sin tirar bombas contra la población civil y de repente vienen estos perversos rusos y se los quieren llevar por delante. Los rusos, con el malvado Putin a la cabeza, un día se despertaron con ganas de invadirlos y al día siguiente estaban cruzando las fronteras. Pero, qué barbaridad.
Bueno, para empezar, eso que dicen, que Putin es un desquiciado es lo mismo que afirmaron de todos los enemigos que tuvieron los norteamericanos. No solamente lo mostraron como un demente y loco mental a Adolfo Hitler, sino a todos los enemigos que tuvieron en su historia: mejicanos, españoles, norcoreanos, vietnamitas, sirios, libaneses, iraquíes, afganos, venezolanos, alemanes, japoneses o dondequiera que tuvieron a alguien haciéndoles frente.
Ya llegarán los norteamericanos a salvarlos de la maldad de un líder loco de remate. Los norteamericanos invadieron de Venezuela hasta la pobre isla de Granada, mandaron soldados a Panamá a deponer a quien decían que era un narco, dieron armas a los contras nicaragüenses, fomentaron el golpe de estado de Chile, se callaron la boca cuando fue el de la Argentina. Ah, sí, pero los malos siempre son los otros.
El presidente Donald Trump, a quien la prensa norteamericana trata como si fuera el peor de los hijos de puta que pudo haberle tocado, fue el único que no inició una guerra en mucho tiempo. A Barack Obama le obsequiaron el Nobel de la Paz, pero fue el presidente norteamericano que mantuvo a su país en guerra más tiempo que Franklin Delano Roosevelt, Lyndon Baines Johnson, Richard Milhous Nixon o incluso Abraham Lincoln y no lo digo yo, sino The New York Times.
Pero los locos, los malditos, los enfermos mentales, los agentes del mal, los íncubos hijos de tres mil camiones cargados de yiras, siempre son los otros.
A Saddam Hussein lo hicieron ahorcar y cuando lo llevaban, los carceleros lo insultaban, ni en ese momento hicieron que le perdonaran el crimen de las fábricas armas químicas que no tenía y por las cuales invadieron su país. Y a Muammar al-Gaddafi permitieron que lo mataran como si hubiera sido un salteador de caminos. Al panameño Manuel Noriega, le pasaron rock durante todo el día cuando se refugió en la nunciatura para hacerlo salir. Luego lo llevaron a Estados Unidos a hacerle un juicio que obviamente tenía la sentencia escrita desde antes de comenzar. Y a los talibanes los tienen ignominiosamente presos en Guantánamo. Eso sí, todo envuelto en el papel de regalo de la sacrosante libertad, los derechos humanos, la prensa libre y blablablá.
No han de ser tan llorones los rusos si, por lo poco que sabemos de la guerra, hasta el momento la van ganando. Ah, usted dice que tienen más armas y más soldados que los pobres y buenos ucranianos. Bueno, por eso justamente. ¿O alguien se quejó porque las armas norteamericanas en Afganistán eran infinitamente mayores que las de los talibanes, que pelearon prácticamente con hondas a tipos que iban con misiles? Y no eran tan mariconcitos como quisieron que creamos, al final terminaron ganando, se salieron con la suya.
Habría que revisar bien por qué Rusia empezó esta invasión, además. Y averiguar quién comenzó y por qué. Y cómo fue que pasó todo, ¿no?, porque nos han hecho como esos canales de televisión que muestran a dos boxeadores dándose duro en el ring, no conocemos a ninguno, pero como los comentaristas son mejicanos, nos hacen tomar partido por el de su país. Al que a veces después le pegan una paliza de Padre y Señor Nuestro.
Por eso, si me preguntan de qué lado hay que estar, no solamente con el asunto de Ucrania sino con cualquier otra noticia que merezca alguna consideración, hay que ponerse en contra de lo que dice la televisión. Se debe correr el riesgo de pensar al revés de todos los vecinos, que le digan que es un contra, mala gente, mal llevado, enemigo del pueblo, lo que fuere.
Piense al revés del tipo que habla en el noticiario y acertará.
A mí no me falla.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. Eeeeh chango, entonces explica por qué tenemos que estar del lado de los rusos. Así nos abrís la cabeza.

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    Respuestas
    1. Abrirte la cabeza sería hacerte entender que es un conflicto que no nos incumbe y que no es necesario estar de alguno de los bandos.

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  2. Cristian Ramón Verduc29 de enero de 2023, 9:45

    "¡No! ¿Cómo vas a estar en contra de lo que la mayoría cree? Si lo dice la televisión, é sasí." Muy bueno el artículo. Me ha gustao.

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  3. Noriega, Sadam, Kadafi, mmmmmmmm ......

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  4. Un nuevo artículo ensalada, que mezcla tantas cosas que responden a coyunturas tan diferentes y tan poco relacionadas entre ellas, que es muy difícil de comentar. Y además está la mezcla con aseveraciones f a laces (falacia del tercero excluido, principalmente) de la que trataré de comentar en otro momento.
    Si para entender el tema del conflicto entre Rusia y Ucrania requiere "prestar atención", como sugiere la nota, habría que empezar por escuchar y leer los discursos de Putin sobre el tema, desde antes de la invasión a Crimea en Marzo de 2014 y durante este nueva invasión. Y también habría que entender la situación internacional en ambos momentos. Esa sería la mejor manera de prestar atención. El hecho de que este conflicto no debería importarle a la Argentina es parcialmente cierto en el corto plazo, pero no en el largo plazo, ya que la situación política, social y económica de nuestro país es tan endeble....y lo seguirá siendo por muchos años por lo que se ve, que si cualquier país potencia se tira un gas, toda la Argentina se sacude hasta los cimientos, además de sentir el olor.
    Y después están los juicios simplistas y falaces, como lo d e que USA ha invadido un montón de países. La realidad es que se trata de un cliché barato de micrófono, que es pegajoso, pero falaz a todas luces. USA no invade países, sí lo hace Rusia y lo hizo Sadam Husein con Kuwait. En otras épocas lo hicieron Inglaterra, Francia, España, Corea del Norte, China, Alemania y otros. USA ha intervenido en conflictos que afectaron sus intereses, iempre de la mano de un numeroso sector opositor local de esos países (que los líderes depuestos suelen llamar cipayos o entregadores). En esas circunstancias han ayudado a poner líderes títeres, que terminan siendo manejados por intereses norteamericanos a quienes deben su cargo, y eso general.ente termina mal. En eso lamentablemente USA no aprende. El problema es que son los mismos que descalifican cuando USA interviene, los que salen a pedir a USA que opine y lo haga cuando las cosas no funcionan. Como con el tema de dejar de comprarle petróleo a Maduro y hasta intervenir para sacarlo.
    Los demás comentarios sobre Guantánamo, y las otras "invasiones" son para discutirlos en otra oportunidad, porque ni siquiera pertenecen a este tema.

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  5. Muy bueno tu comentario Horacio Ibarra. Correcto en todo.

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  6. Las guerras no necesitan justificaciones ni de los unos ni de los otros. Son muertes de miles de SERES HUMANOS, qué explicación se puede dar a tamaña barbarie?

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  7. Muy buemo eñ post deJ.M.Aragon. coincido en todo, puez es un dato xe ls realidad ls catastrofica influencia xr los mexios de cominicacion y como manipulsn las mentes de los cidsdanos. Saben de la poca capa cidad analitica y o ignorancia de los mismos. Se aprovechsn de eso y asi construyen un imperio de interese economicos. TRISTE REALIDAD.

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  8. Juan, depende de qué televisión veas. Hay algunas que son proRusia. Ojo al charqui.

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