Ir al contenido principal

RADIOGRAFÍA Cómo somos los forreños

Entrada

Detalles de la fisonomía de un pueblo chico


Por Héctor Bustos*

Pueblo chico, infierno grande, esa es la pura verdad…, dice el refranero popular. Aunque Forres fue declarada ciudad en 1991, se trató más que nada de una estrategia política y no de un crecimiento poblacional y urbano relevante, porque seguimos siendo el pueblo chico adonde todos nos conocemos. Y precisamente la deducción que todos nos conocemos, nos lleva en muchos casos a vivir demasiado pendientes de la vida de los demás. Esta perspectiva no siempre constituye un elemento negativo, están los casos cotidianos de buena vecindad, la ayuda solidaria cuando se presentan problemas de cualquier tipo. Actitud dominante en las familias humildes, que son la reserva moral y cultural de los forreños.
Por suerte son los más, porque dentro de la pobreza, material, y la lucha permanente por sobrevivir a las carencias graves de falta de trabajo, de vivienda o de servicios básicos, todavía la gente es fiel a sus tradiciones, mantiene vigente el valor de la palabra, el brindarse por entero cuando alguien lo necesita, asumir con estoica resignación el no valerse de la desgracia ajena para acomodar sus intereses personales.
El común denominador de los forreños tiene las virtudes de la gente simple, sencilla, hospitalaria. El trato cordial en el encuentro fraterno en las calles, en las mateadas en los patios arbolados o en las veredas, son distintas maneras de no abstenerse de estar en contacto con los demás. Mirar lo que pasa alrededor. Desde las veredas, con la pequeña mesa rodeada de sillas, los vecinos mantienen una comunicación fluida con el saludo siempre atento a flor de labios, son algunas de las voces con las que nos encontramos durante el día. Es pecado no saludar, conocido o no. Son los signos de sana convivencia que van quedando en este mundo actual de prisas e indiferencias.
En esta relación del hombre con sus semejantes y con la naturaleza que nos rodea, algunas costumbres se han detenido en el tiempo y otras se van incorporando subterráneamente.
Nos quedan las formas de construir nuestras viviendas en forma precaria, no obstante los planes oficiales de desterrar los ranchos. Unos pocos sulkys resisten al desplazamiento por miles de motocicletas. Son escasos los casamientos en el Registro Civil y por la iglesia. Las formas de recreación, que alguna vez estuvo reservada a los tradicionales bares, se multiplicó en precarios locales, en general poblados de jóvenes, en donde el consumo de bebidas alcohólicas es cada vez más alarmante, ya que afectan incluso a niños y mujeres.
Surgieron en estos últimos años variados emprendimientos comerciales, tanto en el ramo de despensas como en el de venta de comidas con local propio y de notable expansión, las artesanías clásicas de venta callejera o en sus domicilios de comidas rápidas, tortillas, panes, rosquetes, empanadillas.
La carencia marcada sigue latente. Forres no cuenta con un local para compartir un café, el famoso café exprés que don Juan Díaz nos diera identidad por varias décadas.
El restaurant de la Casa de la Cultura fue una oportunidad, que lamentablemente tuvo una vigencia efímera.
Las carreras de caballos y de sortijas siguen manteniendo la pasión de las costumbres tradicionales. En grado menos popular, las riñas de gallos y las tabeadas.
La fisonomía de los forreños no es uniforme, los rasgos de las raíces criollas se mezclaron con las de los inmigrantes ingleses, búlgaros, dinamarqueses, brasileños, hindúes, ucranianos, italianos, españoles, entre otros.
Los rostros morenos contrastan con rubios de ojos celestes y otros matices del mestizaje.
Defensores de Forres continúa como único representante local, compitiendo en el campeonato que hace disputar la Liga Santiagueña de Fútbol a pesar del inmenso esfuerzo de sus directivos, dejó atrás las fiestas deportivas que repartían el pueblo en apasionados seguidores de la casaca celeste y blanca o la de los rojos de Atlético Forres, que hace varios años pasó por varias intervenciones, pero finalmente logró la reorganización legal. La pasión por el fútbol se trasladó a los campeonatos reducidos habituales en todas las comunidades rurales. Competencia deportiva que está complementada por el condimento de las reuniones bailables, que generaron una compleja atracción social con riesgos ciertos de la expansión de adicciones y latentes situaciones de accidentes de tránsito, en su mayoría, protagonizadas por motociclista, que generaron una larga lista de accidentes y hasta cobraron varias víctimas fatales. Situación que es un drama latente que aún no tienen el respeto a las normas de tránsito vigentes, tanto por la población en general como el contralor por los organismos oficiales.
En este trayecto de más de cien años de historia, aquel puñado de pobladores que marcaron los cimientos del Forres actual, fue reinventándose para sobrevivir.
Desde la mansa quietud en el monte majestuoso, simiente y hogar de sustento generoso ante el proceso despiadado de deforestación que abría un horizonte a la pujante explotación agropecuaria, hasta el efímero imperio de las chimeneas de las fábricas y la clausura del servicio ferroviario, los golpes certeros asestados a sus pobladores no lo derrumbaron y continuó latiendo la esperanza de “vivir y permanecer” como lo dice una canción popular, a pesar de las sangrías del desarraigo. Los hermanos forreños siguieron engrosando la larga caravana de “los hijos que se van buscando nuevos horizontes”.
Aunque subsisten técnicas laborales primitivas en el laboreo de las tierras, en explotación de animales de corral se produjeron modificaciones radicales en el paisaje rural.
Las pequeñas chacras o fincas fueron desapareciendo para ceder paso al latifundio que profundiza la desigualdad, la marginación y la injusticia. La mecanización del agro dejó sin trabajo a cientos de jornaleros que paliaban el sustento digno de sus familias. En esta transformación que ha producido la globalización, básicamente en lo económico, social y cultural, nos encontró desprevenidos, sujetos a pautas tradicionales que ya no tienen vigencia. Aumentaron los índices de pobreza y surgieron como auxilio los planes sociales que en gran medida anestesiaron la iniciativa personal, para buscar otros espacios fuera de las estructuras oficiales y hasta de la oferta privada.
Los forreños continuamos aferrados, casi sin advertirlo, a la conducta pendular, que por diversos motivos nos balancea entre el amor y el odio.
La dura herencia de no valorar el tiempo, que es la vida que pasa sin establecer un acuerdo comunitario sobre las prioridades, a través de un proyecto de pueblo que aún no hemos definido.
Los cambios que se van operando rápidamente en toda la estructura social requieren la participación colectiva de la población urbana y rural, no sólo de un sector de ilustrados.
Recomponer la cultura del trabajo, de revalorizar la educación, los servicios sanitarios, de seguridad, culturales, políticos.
Continuar edificando, sobre las bases que nos legaron nuestros pioneros, la verdadera comunidad, la de un pueblo unido que respete la diversidad y evite profundizar los antagonismos sociales, culturales, religiosos o políticos.
*De su libro Huellas de Forres

Comentarios

  1. Muy buen informe sobre la realidad de nuestro Forres querido, comparto las apreciaciones, y opino que como en todo nuestro país, nos falta un proyecto de unidad y a largo plazo!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

BALCEDO Otro país crecía a su alrededor

Bobadal hoy, visto desde el satélite Brevísima historia de un hombre que forjó un pueblo lejano desde un almacén a trasmano del mundo El hombre se llamaba Balcedo Santillán. Era el dueño del almacén “El luchador”, en el lejanísimo Bobadal, pueblo que estuvo mucho tiempo a trasmano del tren, de las principales rutas y caminos, de los ríos y arroyos, con decir que ni los aviones surcaban su cielo. Nada pasaba por ahí, salvo camiones llevando leña, el ómnibus de la empresa Piedrabuena, carros cañeros, los sulkys en que se manejaban los vecinos y algún viajero que caía por ahí rumbo a otra parte. Alguien dijo alguna vez que los vecinos vivían tras los ancochis, protegiéndose de las inmensas nubes de tierra que dejaban los vehículos de cuatro ruedas. Que honraban su nombre muy bien puesto: “bobadal”, tierra suelta. Balcedo estaba ahí desde mucho antes de que el gobierno loteara el lugar y trazara las calles, algunas de forma arbitraria, pues cruzaban por el medio del patio de algunas casas....

LIBRO Magui Montero partió su alma

Magui Montero al centro, a la izquierda Manuel Rivas, a la derecha, Marcela Elías La presentación de un libro de poesías convocó a un nutrido grupo de amigos y admiradores Por Juan Gómez Fue el miércoles a la caída del sol. Café-Librería “Bellas alas”. Magui Montero presentó su libro “Hasta partir el alma”. De pronto las mesas se cubrieron de flores multicolores (mujeres) que ofrecieron alegría y ruido. Lluvias de ideas entrelazadas entre sí: “Interpela / herida social / mar de la vida / ternura extraviada / intento de reparar / la fuerza de la esperanza / la poesía una forma de escuchar que empieza con la palabra / el papel me reclama que escriba / habla una parte del alma”. La idea de la presentación de su obra literaria, Maqui quiso que tomáramos nota que está en contacto con su alma. Un refrán francés dice que “la gratitud es la memoria del corazón”. Tras sus palabras uno comprende que la vida apura y no tiene tiempo. Quiere encontrar lo extraordinario en lo cotidiano. Escogió es...

ALTO EL FUEGO Cuando el odio es un negocio

El mundo civilizado apoya lo incivil A muchos no les gusta lo que está sucediendo en estos momentos en el Oriente Cercano, Israel y Gaza, vea por qué Por Natalio Steiner desde Raanana, Israel Se logró el acuerdo. El fuego se detuvo. Y de golpe, silencio. Ni marchas, ni carteles, ni lágrimas de alivio. La paz llegó… y a muchos parece que no les gustó. “Habría esperado que las calles de Europa y los campus del mundo estallaran de alegría por el fin de lo que durante meses llamaron ‘genocidio’”, dijo Naftali Bennett, ex ministro israelí. Pero no pasó. Porque su causa nunca fue la vida de los palestinos. Fue el odio a Israel. La oportunidad de sentirse moralmente superiores sin entender nada. Durante meses repitieron lo que les dictaban desde los bunkers ideológicos, sin una idea propia, sin un dato, sin contexto. Ahora que el fuego se apaga, se apaga también su utilidad. Ya no hay cámaras, ni trending topics, ni víctimas que mostrar. Y sin eso, no hay negocio. La paz los deja sin discurso...

María Corina Machado obtiene el Nobel de la Paz

María Corina Machado Una luchadora incansable por la libertad y la justicia en un país bajo la opresión del socialismo En un mundo en que la oscuridad del autoritarismo se extiende como una sombra implacable, la noticia de que María Corina Machado ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025 ilumina el horizonte con esperanza renovada. Anunciado hace un rato en Oslo por el Comité Noruego del Nobel, el galardón reconoce su incansable labor por promover los derechos democráticos del pueblo venezolano y su lucha por una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia. Nacida en Caracas en 1967, Machado, ingeniera industrial de formación, ha transformado su herencia de liderazgo en un faro de resistencia civil ante la opresión del socialismo. Desde sus inicios en la política, ha encarnado la valentía frente a la opresión. Fundadora del partido Vente Venezuela en 2012, unió fuerzas opositoras en la alianza Soy Venezuela, demostrando que la unidad es el arma más poderos...

VIDALA Retumban ecos perdidos

Rosas en un billete de 20 pesos Lo que alguna vez fue un sueño regresa en silencio, como si el tiempo no hubiera pasado sobre aquellas noches Cuando llegaba la noche, le venía a la memoria una antigua vidala que cantaba despacito para no despertar alucinaciones pasadas. No recuerdo la letra, sólo sé que nombraba a una mujer, pero casi todas las vidalas llaman un amor que desertó. A esa hora ya estaba en marca la revolución que soñábamos. Habíamos designado ministros, teníamos firmados los decretos que anticipaban la aurora que se vendría y planeábamos algunos pequeños gustos que nos daríamos cuando estuviéramos instalados en la cima del poder, como salir a tomar café al mismo bar de siempre o mandar a comprar sánguches de milanesa en el mercado Armonía —porque gobernaríamos desde Santiago— y convidar a todo el mundo durante una deliberación de gabinete. Al llegar la fortuita, incierta hora en que la reunión estaba tan linda que uno no sabía si acostarse para luego levantarse baleado o ...