Los Obispos de Santiago |
En el 2020 los obispos de Santiago firman un lamentable documento contra el aborto, de la Conferencia Episcopal Argentina
El 19 de noviembre del 2020, los obispos de la Santiago del Estero Vicente Bokalic y Enrique Martínez Ossola suscribieron el documento de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina contra el aborto.En ningún párrafo el escrito deja vislumbrar que quienes lo firmaron son católicos. Dijeron, eso sí, que “la introducción del proyecto de ley de aborto al Congreso Nacional nos sorprende tristemente porque desalientan la búsqueda del encuentro fraterno e imprescindible entre los argentinos”. Es decir, no se muestran dolidos por los chicos que morirán, fruto de la legalización de un crimen, sino por el "desencuentro", ve po vos.
Dice el documento: “En este tiempo, cuando el ánimo de los argentinos se sobrepone a situaciones extremas con paciencia, ingenio y esperanza —aún ante la pérdida de seres queridos en las familias—; cuando padecemos el humillante aumento en la cantidad de hogares cada vez más pobres; en un año escolar que dejó al margen a una gran cantidad de alumnos y puso en evidencia la desigualdad de recursos y medios; cuando los heroicos agentes sanitarios agotados por el esfuerzo sobrehumano nos piden a gritos que cuidemos la vida; el sentido común —que abunda en el pueblo sencillo— nos revela que no hay lugar para pensar en proyectos legislativos que contradicen el discurso que dice cuidar a todos los argentinos como prioridad”. Los obispos de Santiago y del país, sostienen, en una palabra, que no era el momento de introducir una ley que “contradice el discurso de cuidar a los argentinos”.
Agregan: “Desde el comienzo de este largo tiempo en que respondemos como sociedad a la virulencia de una pandemia inesperada, la Iglesia ha acompañado todas las acciones destinadas a enfrentar y mitigar las consecuencias del Covid-19. Lo hemos hecho con prudencia y respeto a las decisiones de la autoridad política y sanitaria, ya que sabemos que la búsqueda y el fortalecimiento de la unidad es una consigna para la superación de todo lo que nos aflige como país y como humanidad. Recordamos aquella consigna dramática y todavía vigente del Santo Padre en su oración del 27 de marzo: ‘¡Estamos todos en la misma barca!’. ‘¡Nadie se salva solo!’.” Y siguen sin decir que, de aprobarse el proyecto, miles de chicos serán muertos antes de tener una oportunidad de vida.
“Nos preocupa todo cuanto pueda alejarnos de este compromiso por la unidad a favor del bien común o que pueda acrecentar la brecha que nos divide”. La brecha sigue siendo más importante que la dignidad de Cristo Rey pisoteada en cada chico muerto.
“Las últimas noticias sobre la inminente introducción del proyecto de ley de aborto al Congreso Nacional nos sorprende tristemente porque desalientan la búsqueda del encuentro fraterno e imprescindible entre los argentinos. Oscurece gravemente el horizonte que nos propone el papa Francisco en su reciente Encíclica Fratelli tutti: abrir el corazón ante un mundo que rompe en pedazos los sueños y se encierra detrás de una mirada egoísta y excluyente, porque ‘en el fondo no se considera ya a las personas como un valor primario que hay que respetar y amparar, especialmente si son pobres o discapacitadas, si ‘todavía no son útiles’ —como los no nacidos—, o si ‘ya no sirven’ como los ancianos”. Este párrafo pareciera escrito por abortistas confesos.
“Así como la dignidad de la vida y la promoción de los derechos humanos son conceptos centrales en una agenda auténticamente democrática, la situación general de la salud pública, planteada por esta dolorosa coyuntura, hace insostenible e inoportuno cualquier intento de presentar y discutir una ley de estas características”. Pobres obispos, creen que la “dignidad de la vida” y “la promoción de los derechos humanos”, conceptos prefabricados por el liberalismo, enemigo confeso de la Iglesia Católica, pueden servir en este caso. Dicen que la ley sería insostenible e inoportuna y nada más, no dicen nada de la iniquidad de atentar contra la vida de un hijo de Dios.
“La pandemia nos ha alertado que el Estado debe velar por el cuidado de la ‘salud pública’ es decir, el cuidado de la vida humana. No cuidar todas las vidas, toda la Vida, sería una falta gravísima de un Estado que quiere proteger a sus habitantes”. Oigan, amigos, es una falta gravísima contra Dios. Díganle al Estado que, si la ley no puede proteger a la más débil y frágil de todas las vidas, entonces la ley es un mamarracho.
“Invitamos a la prudencia política para no desalentar la búsqueda de la máxima unidad posible en un cuerpo social herido por los desencuentros entre argentinos”. El “cuerpo social herido” es lo que más les importa a esos pastores que renunciaron a la defensa de la fe.
Más recordaciones
1904—Aparece en el diario El Liberal una nota sobre la brea.
1933—Se funda estación Sumampa, cerca del pueblo donde vive la Virgen.
Agregan: “Desde el comienzo de este largo tiempo en que respondemos como sociedad a la virulencia de una pandemia inesperada, la Iglesia ha acompañado todas las acciones destinadas a enfrentar y mitigar las consecuencias del Covid-19. Lo hemos hecho con prudencia y respeto a las decisiones de la autoridad política y sanitaria, ya que sabemos que la búsqueda y el fortalecimiento de la unidad es una consigna para la superación de todo lo que nos aflige como país y como humanidad. Recordamos aquella consigna dramática y todavía vigente del Santo Padre en su oración del 27 de marzo: ‘¡Estamos todos en la misma barca!’. ‘¡Nadie se salva solo!’.” Y siguen sin decir que, de aprobarse el proyecto, miles de chicos serán muertos antes de tener una oportunidad de vida.
“Nos preocupa todo cuanto pueda alejarnos de este compromiso por la unidad a favor del bien común o que pueda acrecentar la brecha que nos divide”. La brecha sigue siendo más importante que la dignidad de Cristo Rey pisoteada en cada chico muerto.
“Las últimas noticias sobre la inminente introducción del proyecto de ley de aborto al Congreso Nacional nos sorprende tristemente porque desalientan la búsqueda del encuentro fraterno e imprescindible entre los argentinos. Oscurece gravemente el horizonte que nos propone el papa Francisco en su reciente Encíclica Fratelli tutti: abrir el corazón ante un mundo que rompe en pedazos los sueños y se encierra detrás de una mirada egoísta y excluyente, porque ‘en el fondo no se considera ya a las personas como un valor primario que hay que respetar y amparar, especialmente si son pobres o discapacitadas, si ‘todavía no son útiles’ —como los no nacidos—, o si ‘ya no sirven’ como los ancianos”. Este párrafo pareciera escrito por abortistas confesos.
“Así como la dignidad de la vida y la promoción de los derechos humanos son conceptos centrales en una agenda auténticamente democrática, la situación general de la salud pública, planteada por esta dolorosa coyuntura, hace insostenible e inoportuno cualquier intento de presentar y discutir una ley de estas características”. Pobres obispos, creen que la “dignidad de la vida” y “la promoción de los derechos humanos”, conceptos prefabricados por el liberalismo, enemigo confeso de la Iglesia Católica, pueden servir en este caso. Dicen que la ley sería insostenible e inoportuna y nada más, no dicen nada de la iniquidad de atentar contra la vida de un hijo de Dios.
“La pandemia nos ha alertado que el Estado debe velar por el cuidado de la ‘salud pública’ es decir, el cuidado de la vida humana. No cuidar todas las vidas, toda la Vida, sería una falta gravísima de un Estado que quiere proteger a sus habitantes”. Oigan, amigos, es una falta gravísima contra Dios. Díganle al Estado que, si la ley no puede proteger a la más débil y frágil de todas las vidas, entonces la ley es un mamarracho.
“Invitamos a la prudencia política para no desalentar la búsqueda de la máxima unidad posible en un cuerpo social herido por los desencuentros entre argentinos”. El “cuerpo social herido” es lo que más les importa a esos pastores que renunciaron a la defensa de la fe.
Más recordaciones
1904—Aparece en el diario El Liberal una nota sobre la brea.
1933—Se funda estación Sumampa, cerca del pueblo donde vive la Virgen.
1951—Nace Antonio Virgilio Castiglione. Abogado, historiador.
2016—Autoridades de Villa Atamisqui firman un contrato de comodato para adquirir máquinas de coser con las que iniciarán un taller textil.
2016—La actriz Graciela Alfano, de paso por Las Termas, dice: “Es un lindo lugar para quedarse a vivir”.
©Juan Manuel Aragón
®Con información de internet
2016—Autoridades de Villa Atamisqui firman un contrato de comodato para adquirir máquinas de coser con las que iniciarán un taller textil.
2016—La actriz Graciela Alfano, de paso por Las Termas, dice: “Es un lindo lugar para quedarse a vivir”.
©Juan Manuel Aragón
®Con información de internet
Comentarios
Publicar un comentario