Mariano Fragueiro, retrato y firma |
El 3 de julio de 1872 muere Mariano Fragueiro, comerciante, financista y político; ministro de Hacienda de la Confederación Argentina y gobernador de Córdoba
El 3 de julio de 1872 murió Mariano Antonio Fragueiro. Fue comerciante, financista y político, nacido en Córdoba, el 20 de junio de 1795, que llegó a ser ministro de Hacienda de la Confederación Argentina y gobernador de su provincia natal.Era hijo de un comerciante español, adquirió una sólida cultura en la Universidad de Córdoba y fue también comerciante, radicándose en Buenos Aires. Allá se relacionó con el deán Funes y se casó con una hija del rico español Martín de Álzaga.En 1825 estaba en el directorio del Banco de Buenos Aires, fundado a iniciativa de Bernardino Rivadavia y Manuel José García, y apoyó con dinero la campaña de los Treinta y Tres Orientales contra el imperio del Brasil. Planteó frenar la salida de oro y plata del país y resellar la moneda de plata para que pasara a ser un valor simbólico. Su plan fue rechazado por estatista. Exploró y recorrió el río Tercero, con la idea de hacerlo navegable, pero descubrió que su caudal no era suficiente.En 1829, al invadir Córdoba José María Paz y conquistar el gobierno provincial, fue designado representante suyo ante el gobierno de Buenos Aires, entonces a cargo de Juan Lavalle. Caído Lavalle, volvió a Córdoba y nombraron ministro de gobierno. En 1831, cuando Paz cayó prisionero, lo nombraron gobernador interino, con la misión de firmar un tratado de paz (o de rendirse), ante Estanislao López. Fue arrestado y llevado a Buenos Aires, y compró su libertad.
Hizo negocios mineros en Córdoba, La Rioja y Bolivia, asociado con el millonario Braulio Costa, y se puso en contacto con Facundo Quiroga.
En 1834 se fue a Tucumán acompañando a los jóvenes Juan Bautista Alberdi y Marco Avellaneda. Hizo negocios mineros en Copiapó, Valparaíso y Santiago de Chile, y fue el autor del proyecto de ferrocarril entre Copiapó y Caldera, que al poco tiempo sería el primer ferrocarril de América Hispana.
Se puso en contacto con los emigrados unitarios, y también con Juan Manuel de Rosas, de quien era representante secreto en Chile. Publicó notas en los periódicos sobre la reforma del Banco Nacional de Chile.
Durante una estadía en Córdoba, bajo la protección del gobernador Manuel López, "Quebracho", publicó un periódico oficialista, y pasó a Buenos Aires en 1847. Allí comenzó a escribir su obra capital, "Organización del Crédito", en la que mostraba ser un admirador de Saint-Simon, y de su socialismo utópico. Según él, cuando particulares hacen un uso exclusivo del derecho de propiedad y administran el crédito bancario, usurpan derechos de la comunidad. Creía que el capital particular era capaz de generar fortunas, pero el capital estatal era todavía mejor, y que su progreso no tendría límites. De esa reforma del crédito derivaría la reforma social que el país esperaba.
Para llevar adelante sus ideas era preciso un gobierno fuerte, y veía ejemplos en el gobierno de Manuel Bulnes en Chile, y en el de Rosas en Buenos Aires. Era un liberal que no se llevaba bien con los unitarios, pero tuvo buenas relaciones con los hombres de la "generación del 37" o "Asociación de Mayo".
Fue el primer pensador argentino que se percató de la diferencia entre lo que hoy se llama macro y microeconomía. Decía que al estado no le convenía vender rápido sus bienes, sino hacerlos producir, ganar dinero y aumentar su valor. Sólo después, desprenderse de ellos a cambio de altos precios.
Se oponía al socialismo comunista, pero apoyaba la intervención estatal en la economía, especialmente en la regulación y control del crédito. También propuso conseguir la libertad de imprenta, en que no se publicara sólo lo que escribía el que podía pagar.
Volvió a Chile en 1849y escribió su obra "Cuestiones Argentinas". Allí explayó en cuestiones monetarias y de finanzas públicas. Propuso un modus vivendi con los indígenas, incorporando a la soberanía argentina la tierra que ellos ocupaban, mediante el trato pacífico, el estímulo al trabajo y la evangelización.
De regreso en Buenos Aires, el presidente Justo José de Urquiza lo nombró ministro de Hacienda de la Confederación Argentina. Fundó el Banco Nacional de la Confederación Argentina, que emitió papel moneda. Sancionó el Estatuto para la Organización de la Hacienda Pública. Planeó una gran expedición al desierto, incorporando tierras a la Confederación sin exterminar a los indios. Renunció al ministerio cuando fracasó el Banco, en setiembre de 1854.
En 1856 lo eligieron senador nacional y se opuso a la ley de derechos diferenciales a la importación, con la que la Confederación intentaba competir con el puerto de Buenos Aires.
En 1858 fundó el partido liberal de Córdoba, como una liga de antiguos unitarios, y fue elegido gobernador de Córdoba, derrotando al ministro de la Nación Santiago Derqui. Tuvo buenas relaciones con el gobierno de Buenos Aires, pero ayudó a Urquiza a ganar la batalla de Cepeda.
Su gobierno se centró en las medidas económicas, suprimiendo impuestos antiguos, consolidó la deuda provincial, y organizó la Caja de Depósitos, antecedente del Banco de la Provincia de Córdoba que otorgaba créditos y descuentos a papeles.
Organizó el correo, creó un colegio militar para la Guardia Cívica, creó la Academia de Práctica Forense, el registro de bienes raíces.
En 1860 enfrentó nuevamente a Derqui, pero ahora como candidato a presidente. Durante la campaña, los partidarios de Derqui en Córdoba fueron perseguidos y encarcelados. Fragueiro fue derrotado por presión de Urquiza, y la violencia que había ejercido se le volvió en contra: a principios de 1860, cuando viajaba por el norte de la provincia, lo capturaron los opositores, que tenían por seguro el triunfo de una revolución en la capital de la provincia, pero fracasó, así que luego de cinco días de prisión, fue liberado. Abatido, se encerró en su casa y delegó el gobierno durante meses, hasta que en julio de 1860 renunció. Meses más tarde, presidió la convención que reformó la Constitución Nacional.
Se fue a Buenos Aires, apoyó la campaña de Bartolomé Mitre como candidato a la presidencia y para establecer el dominio porteño sobre el resto del país. Luego fue senador nacional por Córdoba, y más tarde miembro de la Convención Constituyente de 1865.
©Juan Manuel Aragón
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