Ir al contenido principal

1881 CALENDARIO NACIONAL Necochea

La ciudad de Necochea

El 12 de octubre de 1881 los vecinos fundan Necochea, encabezados por Ángel Ignacio Murga, comandante de las Guardias Nacionales, y el juez de paz Victorio de la Canal


El miércoles 12 de octubre de 1881 fue fundada Necochea por vecinos encabezados por Ángel Ignacio Murga, comandante de las Guardias Nacionales, y el juez de paz Victorio de la Canal. Los fundadores previamente habían pedido a las autoridades de Buenos Aires la erección de una ciudad cabecera en el partido de Necochea. El proyecto fue aprobado por el gobernador Dardo Rocha.​
Su ejido urbano fue trazado por el agrimensor José María Muñiz, que la ubicó a una legua del río Quequén Grande y a tres leguas del mar, en un campo de la familia Díaz Vélez, quizás los primeros estancieros del pago. Tenía 256 manzanas, 235 quintas y 164 chacras.​
Fue una acción de la masonería, como que casi todos sus fundadores eran de la logia Sol Argentino 160. Así al menos lo dice su acta de fundación, que invoca la protección del G.A.D.U. (Gran Arquitecto del Universo, como llaman los masones a “eso” que no consideran Dios), y las firmas con tres puntos de la mayoría de quienes firmaron al acta, entre ellos Canal, Murga y Pedro José Iraola.
Se trata de una ciudad del sur de la provincia de Buenos Aires, sobre la costa atlántica. Es cabecera del partido de Necochea, tiene anchas playas y un importante puerto, pues está en la desembocadura del río Quequén Grande y frente el mar.
Es un centro turístico de vacaciones de verano, gracias a sus amplias playas. Está dividida entre el “centro”, llamado “centro viejo”, lugar de la actividad comercial salvo en verano y la “playa” también llamada “centro nuevo” (oficialmente la Villa Díaz Vélez, nombre que recibe la villa balnearia), que en el verano es central en el desenvolvimiento comercial y cultural y es conocido y frecuentado por los turistas.
Se llama así porque fue erigida por la familia Díaz Vélez, primera propietaria de estas tierras desde 1836, a finales del siglo XIX. Eustoquio Díaz Vélez, hijo del general de la independencia argentina Eustoquio Díaz Vélez, comenzó con las construcciones iniciales con el especial propósito de promover la villa Díaz Vélez como centro turístico estival, siendo uno de los primeros y más antiguos lugares para veranear de la costa atlántica argentina.
Recién en 1911, cuando Necochea fue declarada ciudad, la villa Díaz Vélez se incorporó al ejido urbano.
Entre las actividades económicas primordiales de esta ciudad se cuentan la agraria, el puerto y el turismo. El puerto de Necochea, Quequén, llegó a ser el segundo más importante de Argentina, pero entre 1998 y el 2005 tuvo una depresión que lo relegó –en importancia— a ser el noveno del país, por lo que actualmente se ha creado un plan para reactivarlo y se ha reencausado, ubicándose como el quinto de la Argentina.
También hay mucha actividad agrícola, agroindustrial, turística y comercial, con un centro administrativo y de ventas en el que, durante las temporadas de turismo —especialmente durante el verano—, compite con el centro de la villa Díaz Vélez.
En el 2009 se instaló en el parque Miguel Lillo el primer molino eólico, el primero de varios levantados en el distrito. Por tener condiciones naturales apropiadas para el suministro de electricidad, hubo estudios para radicar emprendimientos basados en energías renovables.
También se instaló lo que llaman el Sector Industrial Planificado, en el que se ubicaron unas 20 pequeñas y medianas empresas, que reciben beneficios como exención de impuestos, en un predio tiene todos los servicios para instalar cualquier industria, haciendo trámites sencillos.
©Juan Manuel Aragón

Comentarios

  1. Mariano Necochea luchó junto al General San Martin en la independencia de Chile y Perú, fue condecorado por sus valientes acciones en combate, a tal punto que recibió numerosas heridas que lo dejaron con muchas dificultades físicas. En el Perú se enamoró de una limeña y se quedó a vivir. Siguió combatiendo y fue ascendido a brigadier general del ejército peruano.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares (últimos siete días)

FÁBULA Don León y el señor Corzuela (con vídeo de Jorge Llugdar)

Corzuela (captura de vídeo) Pasaron de ser íntimos amigos a enemigos, sólo porque el más poderoso se enojó en una fiesta: desde entonces uno es almuerzo del otro Aunque usté no crea, amigo, hubo un tiempo en que el león y la corzuela eran amigos. Se visitaban, mandaban a los hijos al mismo colegio, iban al mismo club, las mujeres salían de compras juntas e iban al mismo peluquero. Y sí, era raro, ¿no?, porque ya en ese tiempo se sabía que no había mejor almuerzo para un león que una buena corzuela. Pero, mire lo que son las cosas, en esa época era como que él no se daba cuenta de que ella podía ser comida para él y sus hijos. La corzuela entonces no era un animalito delicado como ahora, no andaba de salto en salto ni era movediza y rápida. Nada que ver: era un animal confianzudo, amistoso, sociable. Se daba con todos, conversaba con los demás padres en las reuniones de la escuela, iba a misa y se sentaba adelante, muy compuesta, con sus hijos y con el señor corzuela. Y nunca se aprovec...

IDENTIDAD Vestirse de cura no es detalle

El perdido hábito que hacía al monje El hábito no es moda ni capricho sino signo de obediencia y humildad que recuerda a quién sirve el consagrado y a quién representa Suele transitar por las calles de Santiago del Estero un sacerdote franciscano (al menos eso es lo que dice que es), a veces vestido con camiseta de un club de fútbol, el Barcelona, San Lorenzo, lo mismo es. Dicen que la sotana es una formalidad inútil, que no es necesario porque, total, Dios vé el interior de cada uno y no se fija en cómo va vestido. Otros sostienen que es una moda antigua, y se deben abandonar esas cuestiones mínimas. Estas opiniones podrían resumirse en una palabra argentina, puesta de moda hace unos años en la televisión: “Segual”. Va un recordatorio, para ese cura y el resto de los religiosos, de lo que creen quienes son católicos, así por lo menos evitan andar vestidos como hippies o hinchas del Barcelona. Para empezar, la sotana y el hábito recuerdan que el sacerdote o monje ha renunciado al mundo...

ANTICIPO El que vuelve cantando

Quetuví Juan Quetuví no anuncia visitas sino memorias, encarna la nostalgia santiagueña y el eco de los que se fueron, pero regresan en sueños Soy quetupí en Tucumán, me dicen quetuví en Santiago, y tengo otros cien nombres en todo el mundo americano que habito. En todas partes circula el mismo dicho: mi canto anuncia visitas. Para todos soy el mensajero que va informando que llegarán de improviso, parientes, quizás no muy queridos, las siempre inesperadas o inoportunas visitas. Pero no es cierto; mis ojos, mi cuerpo, mi corazón, son parte de un heraldo que trae recuerdos de los que no están, se han ido hace mucho, están quizás al otro lado del mundo y no tienen ni remotas esperanzas de volver algún día. El primo que vive en otro país, el hermano que se fue hace mucho, la chica que nunca regresó, de repente, sienten aromas perdidos, ven un color parecido o confunden el rostro de un desconocido con el de alguien del pago y retornan, a veces por unos larguísimos segundos, a la casa aquel...

CALOR Los santiagueños desmienten a Borges

La única conversación posible Ni el día perfecto los salva del pronóstico del infierno, hablan del clima como si fuera destino y se quejan hasta por costumbre El 10 de noviembre fue uno de los días más espectaculares que regaló a Santiago del Estero, el Servicio Meteorológico Nacional. Amaneció con 18 grados, la siesta trepó a 32, con un vientito del noreste que apenas movía las ramas de los paraísos de las calles. Una delicia, vea. Algunas madres enviaron a sus hijos a la escuela con una campera liviana y otras los llevaron de remera nomás. El pavimento no despedía calor de fuego ni estaba helado, y mucha gente se apuró al caminar, sobre todo porque sabía que no sería un gran esfuerzo, con el tiempo manteniéndose en un rango amable. Los santiagueños en los bares se contaron sus dramas, las parejas se amaron con un cariño correspondido, los empleados públicos pasearon por el centro como todos los días, despreocupados y alegres, y los comerciantes tuvieron una mejor o peor jornada de ve...

SANTIAGO Un corazón hecho de cosas simples

El trencito Guara-Guara Repaso de lo que sostiene la vida cuando el ruido del mundo se apaga y solo queda la memoria de lo amado Me gustan las mujeres que hablan poco y miran lejos; las gambetas de Maradona; la nostalgia de los domingos a la tarde; el mercado Armonía los repletos sábados a la mañana; las madrugadas en el campo; la música de Atahualpa; el barrio Jorge Ñúbery; el río si viene crecido; el olor a tierra mojada cuando la lluvia es una esperanza de enero; los caballos criollos; las motos importadas y bien grandes; la poesía de Hamlet Lima Quintana; la dulce y patalca algarroba; la Cumparsita; la fiesta de San Gil; un recuerdo de Urundel y la imposible y redonda levedad de tus besos. También me encantan los besos de mis hijos; el ruido que hacen los autos con el pavimento mojado; el canto del quetuví a la mañana; el mate en bombilla sin azúcar; las cartas en sobre que traía el cartero, hasta que un día nunca más volvieron; pasear en bicicleta por los barrios del sur de la ciu...