Orizaba, Veracruz |
El 7 de enero de 1907 comienza la huelga del Río Blanco, en Orizaba, Veracruz, Méjico, movimiento que antecede a la Revolución Mejicana
El 7 de enero de 1907 comenzó la huelga del Río Blanco, en Orizaba, Veracruz, Méjico. Un movimiento de obreros amotinados frente a la fábrica de Río Blanco, la mayor fábrica del porfiriato en este rubro, se extendió a las fábricas aledañas de Nogales y Santa Rosa.Ese día unos dos mil obreros de la fábrica textil de Río Blanco se amotinaron afuera de las instalaciones para protestar contra la sentencia del gobierno de Porfirio Díaz que ordenaba el regreso al trabajo tras una suspensión de labores promovida por los empresarios y exigía a los trabajadores finalizar su huelga.Los obreros demandaban mejores condiciones laborales, salarios dignos y regulación del trabajo infantil, representados por el Círculo de Obreros Libres. Este movimiento obrero se extendió a Puebla, Tlaxcala y la Ciudad de México, siendo considerado un antecedente de la Revolución Mexicana.
Meses antes, los trabajadores habían sido prohibidos de formar organizaciones o manifestarse en defensa de sus derechos laborales, enfrentándose a multas y prisión. Sin embargo, en junio de 1906, mineros de Cananea, Sonora, iniciaron una huelga por salarios más altos y trato igualitario, enfrentándose a una represión violenta que dejó varios muertos y heridos.
En diciembre de 1906, los empresarios impusieron un nuevo reglamento laboral que ampliaba multas, establecía horarios de 14 horas diarias y limitaba la libertad de los obreros. El Reglamento de Noviembre prohibía recibir visitas en casa, leer libros no censurados y exigía aceptar descuentos salariales, entre otras medidas. Además, obligaba a cumplir jornadas de 6 de la mañana a 8 de la noche, con solo 45 minutos para comer.
Río Blanco, la fábrica más grande del Valle de Orizaba, era el centro de la organización obrera liderada por Manuel Ávila, José Rumbia y José Neyra. En 1906, fundaron el Gran Círculo de Obreros Libres, cuyo objetivo era organizar a los trabajadores contra el capitalismo y la dictadura de Díaz, manteniendo lazos con la Junta Revolucionaria del Partido Liberal Mexicano en St. Louis, Estados Unidos. Aunque publicaron solo tres ediciones del periódico La Revolución Social antes de ser perseguidos, lograron huelgas exitosas en Orizaba y otras partes del país.
A principios del siglo XX, la industria textil enfrentaba una caída del mercado y altos costos industriales. En 1906, empresarios del Centro Industrial Mexicano decidieron trasladar estos costos a los obreros, publicando un reglamento para las fábricas de Puebla y Tlaxcala. Tras intentar negociar sin éxito, los obreros declararon una huelga regional. Los empresarios buscaron la intervención de Porfirio Díaz, quien declaró un paro patronal que dejó sin trabajo a 30,000 obreros. El 4 de enero de 1907, el presidente emitió un laudo que instaba a los obreros a regresar al trabajo bajo las condiciones previas al cierre de las fábricas, con promesas de reformas que luego resultaron ser perjudiciales para los trabajadores.
El 24 de diciembre de 1906, los obreros llegaron a Río Blanco y encontraron la fábrica cerrada. Esto los dejó desempleados y sin recursos, obligándolos a buscar créditos en la tienda de raya, que se los negó. El 6 de enero de 1907 se leyó el laudo presidencial, que ponía condiciones como el control de la vida personal y laboral de los obreros, prohibición de huelgas y censura en los periódicos obreros. Los trabajadores rechazaron estas medidas, indignados por la intervención en su vida personal y sindical. Rafael Moreno y Manuel Juárez encabezaron la protesta.
El 7 de enero de 1907 estalló la huelga en el Valle de Orizaba. Al amanecer, muchos obreros se negaron a entrar a las fábricas. En Río Blanco, la tensión culminó trágicamente. Mientras menos de 300 obreros ingresaban a la fábrica, dos hileras de mujeres los increpaban por traicionar la solidaridad proletaria. Con la llegada de más trabajadores, los porteros cerraron las puertas. Un incidente en la tienda de raya escaló cuando un empleado disparó contra los manifestantes, matando a uno y provocando una violenta respuesta con pedradas contra la "Casa Azul".
El saqueo se extendió a Nogales, donde los obreros despojaron tiendas y casas de empeño. En Santa Rosa, un grupo liderado por mujeres como Lucrecia Toriz, Mariana Martínez y Filomena Pliego arengó a la población. En su camino a la cárcel local, donde creían que obreros estaban detenidos, fueron emboscados por el 13° Batallón. Lucrecia Toriz fue brutalmente golpeada, mientras los soldados disparaban contra la multitud, dejando 17 muertos y 80 heridos.
Por la tarde, los obreros regresaron a Río Blanco y se armaron con armas obtenidas en casas de empeño. Dominaron a las fuerzas federales en algunas estaciones ferroviarias entre Orizaba y Maltrata, pero el levantamiento fue sofocado. El movimiento marcó un momento crucial en la lucha obrera y evidenció las tensiones que antecedieron a la Revolución Mexicana.
Juan Manuel Aragón
Ramírez de Velasco®
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